Factible, razonable y gradualista: así ven los empresarios al proyecto de Presupuesto 2018
El país va a crecer en 2018 con menos inflación, más crédito, más obra pública y más empleo, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a modo de diagnóstico sobre lo que el Gobierno estima serán los ejes de la economía del año que viene.
La fotografía tomada por el funcionario va en dirección con los datos puntuales que figuran en el proyecto de ley de Presupuesto Nacional enviado por las autoridades al Congreso para ofrecer los lineamientos macro para el próximo período.
Un proyecto que se comenzó a debatir en el Parlamento con la presencia de los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo y que estima un crecimiento de la economía de 3,5% del PBI, una inflación anual de 15,7%, un déficit fiscal de 3,2% y un dólar a $19,30.
¿Deseo o diagnóstico? Es la pregunta que la mayoría de los empresarios se hace por estas horas sobre los objetivos planteados por el Gobierno para la economía 2018 y con los cuales deberán o no elaborar sus propias pautas de negocios para el año próximo.
Todo depende del grado de credibilidad que le den los empresarios a un contexto futuro alejado de cualquier crisis económica prevista por ciertos sectores, de una inflación descontrolada y del empleo en caída libre.
Es más, una reciente encuesta elaborada por la consultora Ernst & Young estima un fuerte respaldo al escenario económico planteado por el Gobierno para el año próximoe
Según el sondeo, que fue publicado durante la convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), nueve de cada 10 empresarios tiene expectativas sobre la recuperación económica. De hecho el 89% de los 80 empresarios consultados tiene una mirada positiva sobre sus negocios, incrementará sus ventas, aumentará inversiones y mejorará la rentabilidad.
Un optimismo apalancado en la credibilidad que los ejecutivos le dan a las previsiones oficiales para el próximo período. Consideran que se trata de un Presupuesto con proyecciones “posibles” de alcanzar en el marco de una política económica “gradualista” como la que viene aplicando el Gobierno desde que asumió en diciembre de 2015.
“Son indicadores factibles de alcanzar”, asegura Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina, para quien “la tendencia apunta en ese sentido”. Es decir, el hombre fuerte de una de las multinacionales con más empleo del país le da credibilidad a las proyecciones oficiales.
“De hecho, en la compañía estamos elaborando los planes de crecimiento de acuerdo a los datos que el Gobierno volcó en su proyecto de Presupuesto”, agregó quien tiene a su cargo la estrategia, las inversiones y los objetivos de crecimiento de la filial local de Accenture.
Del mismo modo, Javier Goñi, CEO del Grupo Ledesma, coincide con su colega en cuanto a las pautas. “Son proyecciones posibles de alcanzar”, señala el ejecutivo.
Aunque advierte sobre una luz amarilla en la pauta al calificar como “fundamental” que se cumplan las metas de gasto público y de déficit fiscal “porque de lo contrario se volverá a disparar la inflación”.La lupa en el déficitSe trata de un punto sensible a la hora de analizar las cuentas del Estado, en donde el proyecto oficial plantea un nivel de endeudamiento de u$s40.000 millones, un déficit fiscal que se mantendrá aunque en un nivel inferior al de este año, y gastos primarios del Estado por $2.499.287 millones.
Con este escenario, para el Gobierno el año próximo el déficit fiscal deberá bajar del déficit desde 4,2% a 3,2%. Sin embargo, entre algunos analistas de la economía hay dudas sobre las chances que tendrá el Gobierno de cumplir con estas pautas.
Por caso, un informe de Ecolatina estima “dificultades” para alcanzar la meta de un menor déficit fiscal. Y responsabiliza de esta duda a que este año el rojo fiscal llegará al 4%, y a que para el año próximo la mitad del gasto ya se encuentra indexado.
Para la consultora, la clave pasa por “ajustar el gasto primario en 1% del PBI, lo cual exige austeridad en la parte flexible de ese gasto primario del sector público, como subsidios y funcionamiento del Estado”.
La consultora también critica la proyección inflacionaria y acusa a las autoridades económicas de “subestimar” la suba de precios. Por lo tanto, señala que la inflación promedio del año próximo se ubicará en el 19% y no de 15,7% como plantea el Presupuesto.
Ecolatina también reduce el objetivo de crecimiento y lo ubica en torno al 2%, aunque aclara que no tiene “objeciones respecto de que la economía argentina seguirá en expansión el año entrante”.
En este sentido, uno de los sectores con fuerte dependencia de la actividad económica es el de hidrocarburos. Es más, en el primer semestre del año, las ventas de combustibles marcan un crecimiento de 4,13% y de 1,81% en gasoil, según datos oficiales. También el GNC está evidenciando un incipiente incremento en las conversiones.
Estos guarismos generan esperanza entre los referentes del sector. Un caso es el de Carlos Gold, titular de Cecha, una de las cámaras empresarias de mayor visibilidad, para quien el optimismo con respecto a lo que sucederá en 2018 "se debe convalidar con perspectivas macro que apoyen la idea de mayor actividad económica en general, como se nota este año".
De todos modos, advierte que hay elementos que pueden afectar de manera negativa estas perspectivas. "La situación climática puede complicar la producción agrícola, con la enorme cantidad de hectáreas inundadas que no se podrán recuperar", señala Gold, para quien esta situación "causará un notorio déficit en la venta de gasoil para el campo".
También identifica la necesidad de que el Estado tenga un mayor control sobre su recaudación tributaria, "logrando disminuir su déficit fiscal, para que los precios se mantengan sin sobresaltos". Esto, de acuerdo a su visión, acotaría la tendencia inflacionaria y en el caso particular de la actividad de las estaciones de servicio, provocaría negociaciones paritarias con pretensiones salariales razonables.
"Obviamente que todo esto estará condicionado por el contexto internacional, en donde de mantenerse los valores del barril a u$s50 y mantener nuestro país un valor acotado en relación con el dólar, permitiría reforzar la idea de que nuestros precios se mantengan sin variaciones", añadió Gold.
El crecimiento es una figura que también destaca Ignacio Stegmann, presidente de 3M Argentina para quien las pautas “tienen una evolución en los números hacia la estrategia planteada por el Gobierno para estos años, pero con gradualismo”.
Según el empresario, “disminución paulatina de la inflación y del déficit fiscal son fundamentales como también lo es la inversión en infraestructura”.
Plantea además “celebrar que podamos establecer un presupuesto con objetivos cumplibles y dentro de las variables económicas razonables que sirva para guiarnos durante todo el 2018 y que se pueda discutir a tiempo a pesar del momento electoral”.
Su opinión es similar a las conclusiones que deja un documento elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), en el cual se indica que por primera vez desde 2004, habrá un alto grado de coincidencia entre lo presupuestado y lo gastado por el Estado.
“Se trata de un avance importante respecto a la mala práctica que prevaleció en la década anterior de subestimar partidas para luego administrar ampliaciones presupuestarias con discresionalidad”, agrega el informe.
Desde el sector automotriz también surgen voces favorables a las estimaciones oficiales, a las que califican de “viables”. En este sentido, Gustavo Castagnino, vocero de Mercedes Benz Argentina, puntualiza al crecimiento como la vedette. “Sin dudas, el crecimiento de este año va a tener un arrastre el año próximo”, predice el ejecutivo.
A modo de ejemplo, asegura que la fuerte suba en las ventas de camiones anticipa ese escenario al tratarse de un bien de capital. En cuanto a la inflación, también estima “que el Gobierno estará cerca de cumplir con sus metas que son ambiciosas, pero que estando cerca ya aseguran un gran triunfo”.
Y al igual que el resto de sus colegas, considera al déficit fiscal como el punto más difícil de concretar. “De todos modos, se deberá continuar con la política de baja de subsidios y de normalización de la economía”, apunta.
Por su parte, Carlos Moltini, CEO de Cablevisión, estima un crecimiento de la economía de 3%, casi acorde al Presupuesto al entender que no habrá chances de sea mayor. “Para poder serlo, debería haber un shock de inversiones que no están o reformas estructurales que el Gobierno no va a concretar”, advierte.
Con respecto a la inflación, Moltini la ubica en torno al 18% para todo el 2018 y explica que para que sea menor “es necesario bajar más el gasto y eso tampoco lo veo posible políticamente”.
En tanto, el empresario Gustavo Ferreyra, uno de los dueños de Electroingeniería, aporta su visión entendiendo que se trata de objetivos factibles.
“En nuestra compañía estamos volcados a reactivar los contratos de represas y relanzar las obras, pero tomamos como válidas las hipótesis del Gobierno en relación al Presupuesto 2018, aunque con un coeficiente de corrección estimado en 20% tanto para arriba como para abajo”, señala.
Diferente es la mirada de uno de los empresarios más importantes del sector tecnológico que califica de “ambiciosa” la pauta inflacionaria de 15,7% para el 2018. Lo hace al tener en cuenta que para este año también el objetivo fue dispar al indicador final. Es decir, de una inflación de 17% prevista por el Banco Central, a una suba que rondará el 22%.
“Si bien creemos que podrá estar por debajo del 20%, consideramos que se ubicará por encima del número estimado”, asegura el ejecutivo en off the record. En cuanto al crecimiento previsto en el Presupuesto, explica que “si se logra controlar la inflación y el Gobierno obtiene un buen resultado en las próximas elecciones de octubre, el objetivo de 3,5% de incremento es alcanzable”.
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