Clarín ya inició su ansiado desembarco en Telecom, la "joya" que generó la guerra entre los Kirchner y Magnetto
En las filas del macrismo prevalece cada vez más la idea de que este Gobierno -como tantos otros- está a un paso de quedar bajo la fuerte dependencia de un gigante mediático.
Ocurre que el ingreso del magnate mexicano David Martínez en Telecom, en marzo de este año, volvió a colocar a Clarín en una posición inmejorable para controlar a la operadora.
Por cierto, se dio en un contexto de "silencio oficial" que no pasó desapercibido en el sector.
En Cambiemos prevalece la certeza de que durante el primer semestre del año próximo el multimedio avanzará de manera decidida en la compra de la compañía que comanda los destinos de Personal.
Este gran paso es un sueño que Clarín aún mantiene vigente desde los tiempos en que Néstor Kirchner estuvo al frente del Ejecutivo.
Incluso, el hecho de no poder concretarlo, fue lo que dio lugar a la guerra que se mantiene hasta estos días entre el kirchnerismo y el multimedio comandado por Héctor Magnetto.
En el sector de las telecomunicaciones, la visión que se impone va en sintonía con la mirada oficial.
En este sentido, fuentes confiables aseguraron a iProfesional que la decisión del Grupo de separar el negocio de las telecomunicaciones de su entramado de contenidos debe ser leída como un anticipo de esa compra.
Con la adquisición de Telecom, el multimedio podría lograr una integración y un poder de fuego mucho mayor del que tiene, ya que no sólo produciría el contenido informativo sino que, además, llegaría en forma directa a los miles de usuarios de Personal.
¿Cuántos? Nada menos que unos 20 millones, ya que la empresa ostenta un share del 33%.
"David Martínez es un inversor financiero y no un operador. Nunca se desprendió de su participación en Cablevisión. Está actuando como un puente entre Clarín y Telecom", aseguró a este medio un reconocido analista.
"Prueba de ello es que, sin agitar las aguas, está reemplazando todo el management por personas que vienen del multimedio. Una vez que concluya la escisión de sus negocios, Clarín irá por la compra definitiva de algo que ya controla", adelantó.
El empresario azteca todavía posee el 40% de la compañía de cable de Clarín, Cablevisión. Y aunque las normativas establecen que no puede poseer al mismo tiempo participación en una empresa como Telecom, lo cierto es que el Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) aprobó su ingreso y trasladó la decisión final a Defensa de la Competencia.
Este último organismo tiene hasta dos años para pronunciarse de forma definitiva respecto del movimiento del magnate mexicano.
Tanto en el Gobierno como en el ámbito de las telecomunicaciones se maneja un dato como seguro: antes de que ese dictamen llegue, Clarín ya tendrá el control definitivo de Telecom, la "joya" que el kirchnerismo siempre le negó.
"Martínez viene haciendo todo el trabajo que necesita Clarín para luego asumir. Tal es así que Telecom está atravesando una profunda etapa de reorganización, como nunca antes", aseguró a este medio una fuente vinculada a la telefónica que, dada la alta sensibilidad del tema y al igual que otros, prefirió no ser mencionada.
"Varios de los que estaban encolumnados con los Werthein directamente dejaron sus cargos. De hecho, en los últimos dos meses lo único que han hecho (los Werthein) es reducir su participación hasta quedar como meros accionistas, sin demasiada injerencia administrativa", completó.
Entre mayo y julio pasado, Roberto Nobile asumió la Dirección General Operativa (COO) de Telecom, tras ocupar el mismo cargo en Cablevisión.
Hace poco más de un mes, Alejandro Miralles, ex Chief Financial Officer en Cablevisión, pasó a dominar la dirección de capital humano de la operadora.
Otro ejecutivo con pasado en el Grupo Clarín es Pedro López Matheu, ex gerente de Asuntos Institucionales del multimedio, allá por el año 2000 y ahora director de Relaciones Gubernamentales de la "telco".
Muy cerca de la operadora indicaron a iProfesional que "este trabajo fino que está llevando a cabo Martínez es la antesala de la compra de Telecom, que puede darse durante el primer semestre del año próximo”.
Además, desde el sector señalan que Clarín está dividiendo sus negocios porque lo que le interesa es dejar de apuntalar una marca con otra. "¿Por qué Fibertel tiene que sostener lo que gasta, por ejemplo, TN?", ejemplifican.
Además, hay un punto en el que todos coinciden: "La clave pasa por tener bajo control la infraestructura en telecomunicaciones. Es un paso estratégico que está muy por encima que el de operar una radio AM".
Objetivo Personal
El interés de Clarín por Telecom responde, principalmente, a los negocios que le asegurará la tecnología móvil de Personal.
Además, de concretar la adquisición, pasaría a operar una compañía que ya posee red, espectro e incluso una facturación sostenida.
Por cierto, la situación de Personal es completamente inversa a la que muestra Nextel, que fue adquirida por el Grupo a principios de año como alternativa ante una eventual complicación a la hora de avanzar sobre Telecom.
Es, en este contexto, en el que debe entenderse por qué, a poco de haberla adquirido, comenzó sorpresivamente con los despidos y a reducir el horizonte comercial hasta dejar a la operadora con una operación casi simbólica.
Al mes de haberse hecho de la firma del "PRIP", ya había cesanteado a más de una veintena de empleados.
La adquisición de Nextel fue pensada como un ‘plan B’, en caso de no lograr hacerse del control de Telecom.
"Si vamos al caso, más de la mitad del monto que pagó estaba en la caja de la misma empresa, ya que desde hacía un tiempo Nextel no podía girar regalías. Por ende, el Grupo abonó menos de u$s100 millones por el control", remarcó un ejecutivo del sector.
Como Nextel no hizo ningún movimiento por avanzar en el sistema 4G, entonces Clarín no está obligado a realizar inversiones en infraestructura. Esto, sumado a la venta de algunos de sus edificios, le permite asegurar que la operadora "se pagó sola".
Son varias las voces que señalan que el valor de Nextel para el multimedios de Magnetto es sólo el de ser un "plan B".
"Darle impulso sería invertir millones para intentar robarle un puñado de clientes a firmas competidoras, algo que de ser logrado, tampoco haría la diferencia para el multimedios.
En términos empresariales, el riesgo sería enorme comparado con acceder directamente a los 20 millones de usuarios que ya tiene la red de Personal.
La escisión, claveEl movimiento fundamental -que es leído en el mercado como antesala de lo que viene- ha sido la escisión anunciada por el multimedio para dos de sus áreas, proceso que culminará en marzo, a más tardar.
En este sentido, Enrique Carrier expuso en su blog que quedarían dos grupos, uno dedicado a los contenidos y otro a la infraestructura.
"El negocio de los contenidos quedaría bajo el nombre de Grupo Clarín, que mantendrá las operaciones de AGEA (diarios Clarín, Olé, La Voz, Los Andes, La Razón), Artear (Canal 13 y TN), Radio Mitre, IESA (TyC Sports) y CMD (brazo digital del grupo)", expresó.
Para el de infraestructura de telecomunicaciones se creará Cablevisión Holdings, que concentrará la actual participación del grupo en Cablevisión (TV paga), Fibertel (acceso a Internet) y Nextel (móviles).
"Se especula que esta movida pueda traer, además, un rebranding unificado de Cablevisión. Quizás más alejado del cable y más cercano a las telecomunicaciones. Los accionistas actuales del grupo mantendrán la misma participación en ambas compañías, al menos inicialmente", expuso Carrier.
Por otro lado, consideró que esta división responde a la necesidad de evitar inconvenientes con dos grandes líneas de negocios, totalmente distintas en su funcionamiento: ingresos y necesidades de capital.
Carrier señaló que el negocio de las telecomunicaciones (que es de capital intensivo) y el de contenidos (en pleno proceso de transformación y sujeto a fuertes turbulencias) al ser combinados puede dar lugar a futuros problemas.
Aseguró que la separación haría entonces más atractivas las inversiones en acciones de Cablevisión Holdings, ya que le evita el tener que acarrear con otras unidades que ya dejaron de tener el esplendor de antaño.
"Por supuesto, es inevitable pensar que detrás de esta movida haya también un objetivo de más largo plazo, que tenga que ver con una eventual fusión del futuro Cablevisión Holdings con Telecom, empresas que comparten accionista", concluyó Carrier.
El Gobierno mira de reojo
Si bien lo que predomina en el ámbito de las telecomunicaciones es la idea de una aparente armonía entre el Grupo Clarín y el macrismo, no faltan las voces que advierten sobre el riesgo derivado del desmedido tamaño que adquirirá el multimedio, si adquiere Telecom.
Su avance sobre la operadora, a través de Martínez, es un hecho evidente, señalan en la industria que, por cierto, sigue con suma atención (y preocupación) los cambios que vienen dándose en los últimos meses, en coincidencia con el cambio de Gobierno.
"Han aparecido personas que estaban en la primera fila de Cablevisión. Los bancos de inversión ya hablan de la operación y hasta le asignan altas chances de que se concrete", expuso a iProfesional el director de una consultora de telecomunicaciones de alcance regional.
"En el Gobierno no son inocentes en cuanto al tamaño que tendrá el multimedio. De ahí que mantienen tratativas con otros empresarios para que inviertan en medios en la Argentina. Uno de ellos es Ted Turner. Otro, Carlos Slim”, agregó.
Todo esto, claro, alentado por un ala del macrismo que ve con marcada preocupación este avance y que apunta a que se genere algún tipo de contrapeso ante el plan de expansión del multimedios de Magnetto.
En otro orden, América Móvil, propiedad de Carlos Slim, viene negociando la compra de Telecentro desde hace unos meses.
Ese traspaso se mantiene en suspenso, producto del alto precio fijado por Alberto Pierri. Aun así, en el sector creen que las partes llegarían a un entendimiento antes de diciembre.
En cuanto a Turner, el empresario negocia con Telefónica la compra de Telefé. La estrategia incluiría la compra del canal de noticias C5N para el posterior desarrollo de una señal similar a CNN.
Así, el magnate no haría más que replicar en Argentina el esquema de negocios que ya posee en Chile.
En ese país, Turner pagó más de u$s140 millones para quedarse, en 2010, con el control de Chilevisión, el canal más rentable del país trasandino y, hasta entonces, propiedad de la familia de Sebastián Piñera, sospechado del pago de coimas tendientes a que LAN desembarque en la Argentina.