El número de alumnos que se capacita a través de móviles se duplica cada año
La irrupción de los nuevos medios y soportes en las aulas avanza a pasos agigantados en los últimos años, sobre todo en lo que refiere a la educación universitaria y ejecutiva.
Los dispositivos móviles parecen ser la última frontera que universidades, institutos y hasta las empresas quieren ahora atravesar.
En principio, parece difícil pensar que las personas podrían optar por tomar clases a distancia, por ejemplo, desde su celular, en lugar de asistir a una lección tradicional en una institución en donde se encontrarán cara a cara con un profesor.
Sin embargo, este tipo de formación que aún suena demasiado utópica, está perfectamente alineada con las exigencias que llegan desde los mismos alumnos/usuarios: que el contenido de capacitación esté disponible para ser consumido y aprendido en el momento más conveniente para el estudiante.
Se trata de la expansión del modelo de educación "a demanda", con un fuerte componente de autogestión. Es en este punto en el que los móviles se transforman en los mejores aliados de los docentes.
"La tecnología está cambiando el mundo del trabajo: basta imaginar lo que significa tener soluciones a problemas contemporáneos mediante productos educativos accesibles durante toda una vida, y de modo móvil, desde donde se quiera o pueda, según la infraestructura disponible del país", dijo Matías Cortiñas, responsable del equipo de Innovación Educativa de la Universidad Austral.
Este docente argentino estuvo presente en el último congreso de socios de Coursera, la plataforma de cursos online gratuitos y masivos (MOOC por sus siglas en inglés), que tuvo lugar a principio de marzo en La Haya. Austral, que se encuentra en el camino de desarrollar sus primeros MOOC, fue invitada a la conferencia sin aún ser formalmente socia de esa red, que ofrece unos 1800 cursos online de 140 entidades de primer nivel como Stanford, Duke o Johns Hopkins.
Allí se dio a conocer un informe que asegura que, de los 18 millones de usuarios de Coursera, ya un 24% prefiere tomar las "clases" exclusivamente a través de dispositivos "mobile", y un 40% combina esa modalidad con el uso de una PC de escritorio.
"Esto representa un crecimiento de un 109% respecto del año anterior y se estima que este porcentaje se siga incrementando", completó el profesor. El cálculo indica que la cantidad de usuarios que acceden desde los móviles con objetivos de capacitación se duplica cada año.
En este sentido, también vale la pena destacar los inscriptos que se conectan a Coursera desde aplicaciones en Latinoamérica (37%) son menos que en otras regiones, de acuerdo a datos que Austral compartió con este medio. Aunque la cifra no está demasiado lejos del 39% que demuestra un mercado más maduro, como el de Estados Unidos.
Claro que las dificultades de acceso a Internet en muchas áreas del territorio y la velocidad de la conexión conspiran en contra de la profundización de esta tendencia.
En Argentina, la llegada de la tecnología 4G, la mejora del parque de equipos móviles entre la población, entre otros cambios ocurridos en los últimos años, son algunas de las mejoras que permiten a los expertos pensar más seriamente en este fenómeno, y también avizorar otros más disruptivos que ya se asoman, como la Realidad Virtual (VR).
Sin embargo, los obstáculos de acceso persisten, ya no tanto en el plano tecnológico pero sí en el económico. "Estamos claramente mejor, con la aparición del 4G y el mayor alcance de las redes de banda ancha. Pero sigue siendo en nuestro país un servicio relativamente caro y de calidad limitada", apuntó Uriel Cukierman, presidente de la Federación Internacional de Sociedades de Educación en Ingeniería (IFEES)
"Habrá que ver qué pasa en ese campo en los próximos meses. Hay proyectos de planes para abaratar costos de la telefonía celular, para incrementar la velocidad de la conectividad, pero son cosas que no ocurren de la noche a la mañana" agregó.
En este sentido, el docente quiso remarcar que esta restricción económica generalmente no se encuentra en el plano de las aplicaciones para móviles, que en la mayoría de los casos, son de uso gratuito y de acceso libre.
Por eso, "la mayor dificultad está de nuestro lado, de los docentes. Nos cuesta cambiar lo que venimos haciendo por años", dijo el también profesor de la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
La primera barrera entonces, no es la de infraestructura, sino la voluntad de las instituciones de invertir recursos para desarrollar y generar capacidades en los profesores, para que puedan lidiar con este nuevo contexto.
El rol de las universidades
Mientras instituciones y universidades todavía debaten los perjuicios y beneficios del e-learning -cuando la modalidad a distancia empieza a sonar en el mundo como una "antigüedad"- la proliferación de móviles y la generación de hábitos de consumo entre los jóvenes parecen estar marcándoles ya un camino que no es opcional.
"Todavía hay docentes que le quitan a los alumnos los teléfonos antes de entrar a clases. Me parece que es justamente todo lo contrario de lo que hay que hacer. Utilizar el dispositivo de una manera significativa es el gran desafío", opinó Cukierman.
Se refiere a la tendencia que se impone en aulas de todo el mundo, conocida como BYOD por sus siglas en inglés ("Bring your own device"). La misma apunta a utilizar el recurso que los estudiantes llevan encima, sin que nadie deba adquirir un aparato especial ni que la entidad educativa o el Gobierno deba proveerlo.
"Concretamente yo empecé a dar mi curso este año y sin haber pedido previamente que trajeran nada, en una universidad pública, pregunté si tenían un dispositivo conectado a Internet y todo el alumnado tenía uno cuando no dos", graficó respecto del curso de Comunicaciones y Redes que imparte en UTN.
¿Por qué entonces no hay un crecimiento exponencial del uso de aplicaciones en el aula? Sucede que, en muchos aspectos, los docentes se encuentran menos preparados que los alumnos para incorporar estas novedades.
"Es importante comenzar a romper los paradigmas tradicionales de la educación para formar a las nuevas generaciones, las cuales vienen hiper-estimuladas con el uso de las tecnologías y además, acostumbradas a realizar varias tareas al mismo tiempo. Cada vez, será más difícil mantener a una persona sentada escuchando a un profesor", explicó el experto de Austral.
También será más difícil que los alumnos, con el celular en mano, no se distraigan navegando en Internet y en las redes sociales durante las lecciones. Para evitar esas distracciones, Cukierman recomienda aplicar metodologías de aprendizaje activo.
Por el contrario, los expertos coinciden en que encontrar la forma de incorporar tabletas y teléfonos a las metodologías de enseñanza es la única forma de captar la atención de las nuevas generaciones, y además favorece la colaboración entre pares.
Tiene también un beneficio extra: la posibilidad de acceder al contenido desde cualquier lugar y momento, optimizando los tiempos y costo de viaje en las grandes ciudades.
Pero el éxito de esta empresa no será simplemente aplicar porque si estas herramientas a los métodos tradicionales de enseñanza. "Pensar en el uso de dispositivos móviles sin contar con una estrategia que lo sustente, podría causar que se pierdan de vista los objetivos de aprendizaje y que la tecnología pase a ser el centro de atención. Su rol solo se debería limitar a prestar soporte para que la dinámica de enseñanza-aprendizaje sea efectiva", dijo Cortiñas.
En este sentido, indicó que el éxito dependerá menos de los contenidos que del diseño que se realice para optimizar la experiencia del estudiante.
Fuera de las propuestas educativas que los docentes puedan elaborar, hace falta además una transformación tan difícil como profunda en los modelos de negocio de las entidades educativas para hacer lugar a estos avances.
"Las universidades tienden a ser longevas y con procesos bien arraigados, lo cual hace más difícil el cambio. Para poder comenzar a pensar y desarrollar propuestas educativas innovadoras se debe separar la explotación del negocio existente de la de los emergentes, creando de esta manera organizaciones ambidiestras capaces de adaptarse rápidamente a lo que impone el contexto", sentenció el docente de Austral.
Las empresas también
No sólo las entidades educativas más tradicionales están haciendo esfuerzos para incorporar a sus esquemas de aprendizaje las nuevas tecnologías. También las empresas buscan aprovechar sus ventajas para entrenar a sus empleados.
Mariano D'Agostino e Ignacio Barrea, que enseñan Desarrollo Mobile Android en el instituto Digital House, aseguran que no solo hay cada vez más firmas que se suman a la capacitación a través de dispositivos móviles, sino que también surgen muchísimas empresas que nacen para dedicarse en exclusiva a ese negocio.
¿Qué ganan con esto las compañías en lugar de emplear una estrategia más tradicional? Las ventajas son varias, pero hay una que resalta: la adaptación al nuevo contexto laboral y social, que es móvil.
"Según los últimos datos de Gartner, en 2018 el 70% de los profesionales trabajarán desde sus smartphones, por lo que ir preparando el terreno es fundamental para no perder ventaja competitiva", aclararon D'Agostino y Barrea.
Por otro lado, mobile fomenta el aprendizaje remoto, siempre disponible y compartido, agregaron.
Por caso, en la filial argentina de Santander Rio se encuentra en proceso de dejar de lado su modelo de formación basado en la cooperación con universidades y co-diseño de programas, para pasar a otro que se apoya en nuevas tecnologías online y la disposición de contenidos "just in time".
Para ello están incursionando en aplicaciones móviles con las que aspiran a llegar al celular de cada uno de sus colaboradores, quienes accederán a las capacitaciones no solo en su horario de trabajo sino cuando ellos lo decidan.
"Hoy las personas se informan, se conectan, gestionan y aprenden desde diferentes dispositivos digitales. En este sentido, es clave generar espacios para aprender e interactuar en el móvil, donde se acerque el conocimiento en formatos ágiles como texto, videos, audios", explicó Alejandro Blanco Smith, Gerente de Formación y Gestión del Cambio de la compañía de base española
Actualmente, en el banco están considerando aplicar este tipo de programas para desarrollar habilidades blandas, conocer aspectos normativos, formarse en ventas, entre otras áreas.
"La clave es facilitar el acceso y crear espacios donde la gente se conecte y comparta lo que sabe o quiere aprender. Estamos en la era de lo social, de la colaboración, a las personas les gusta compartir y enriquecerse junto a otros que tienen las mismas inquietudes", aclararon.
En este sentido, según apuntó Martín Centurión, jefe de Formación Interna de Santander Rio, más allá de las aplicaciones, también las áreas de RR.HH. pueden innovar a través de herramientas de gamificación y videocomunicación.