Allanan el Banco Central en busca de pruebas que incriminen a Vanoli por la venta de "dólar futuro"
Efectivos de la Policía Metropolitana y funcionarios judiciales realizaron esta tarde un allanamiento en el Banco Central en el marco de la causa por la denuncia contra su presidente, Alejandro Vanoli y miembros del directorio, por la venta de dólares a futuro.
El allanamiento fue ordenado por el juez federal Claudio Bonadio.
El fiscal federal Eduardo Taiano imputó al presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y a todo el directorio de la entidad monetaria por operaciones de dólares a futuro que fueron denunciadas por dirigentes de Cambiemos.
Taiano precisó en su dictamen que hay elementos suficientes para que se abra un expediente y se analice la posible comisión del delito de defraudación pública.
Vanoli quedó imputado luego de una denuncia hecha por el frente opositor Cambiemos el 30 de octubre pasado, en cabeza de los diputados nacionales Federico Pinedo y Mario Negri, jefes de los bloques del PRO y UCR respectivamente. Lo acusan del supuesto delito de"defraudación contra la administración pública".
La cuestionada intervención en el mercado de futuros tiene como finalidad calmar las expectativas que tienen los inversores sobre una posible devaluación.
Eso sí, calmar las aguas no es gratis y los altos costos formarán parte de la herencia que recibirá la próxima administración.
Para bajar las expectativas devaluatorias, el Banco Central ha realizado un "vendaval" deventas de este tipo de contratos. Los principales compradores han sido las empresas e inversores, que los buscan para cubrirse de una devaluación.
El mercado funciona así:
Los inversores compran contratos a futuro con un determinado valor del dólar. Al hacerlo, deben poner como garantía un 20% en efectivo (hasta ahora, ese nivel era del 10%).
Aun cuando se pacten valores en moneda extranjera, este mercado funciona en pesos, tanto para entrar como para liquidarse los convenios.
El día del vencimiento, dicho inversor:
-Perderá si el precio del billete verde oficial fijado por el BCRA termina siendo inferior al concertado previamente. En ese caso, será dicho inversor quien ponga la diferencia.
-Ganará si el tipo de cambio al día del vencimiento supera al que figura en el convenio. En ese caso, será el Banco Central quien "pague" ese gap.
A modo de ejemplo: si comercializaron estos acuerdos a un valor de $10 a marzo de 2016 y para esa fecha la divisa estadounidense oficial cotiza a $11, entonces el BCRA deberá "poner de su bolsillo" ese $1 de diferencia.
Obviamente, cuanto más alto se ubique el billete verde fijado por la autoridad monetaria, mayor será el monto que deberá desembolsar.
Algunas cuentasEl Banco Central promete entregar dólares a $10,85 en marzo del año que viene. El problema es que fuera del país esos mismos contratos se comercializan a $14.
Esto se traduce en:
-Pérdida de $25.000 millones: si el tipo de cambio escapa a las proyecciones de la entidad.
-Pérdida de $70.000 millones: si el billete verde oficial escala a $16 a fin de marzo.
-Pérdida de $114.000 millones: si se produce una devaluación antes del 31 de diciembre.
Para los inversores, el riesgo es que el nuevo Gobierno demore el sinceramiento y que el tipo de cambio oficial siga subiendo a la "lenta" tasa actual, cercana al 16%.