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Escándalo Petrobras por dentro: el paso a paso de las coimas y cómo afecta al dólar en Argentina

Un entramado de corrupción que involucra a empresarios, a más de 60 políticos y a una compañía argentina. ¿Cómo impacta en el sur del país?
09/03/2015 - 10:17hs
Escándalo Petrobras por dentro: el paso a paso de las coimas y cómo afecta al dólar en Argentina

El panorama no podía ser peor para uno de los emblemas del Brasil, que supo "crear" Lula da Silva. Semana a semana, las denuncias de corrupción vinculadas con Petrobras no dejan de acumularse.

El escándalo judicial es de tal magnitud que ya cambió todos sus planes de negocio, tanto en ese país como fronteras afuera, incluidos los de Argentina.

No es para menos, fuentes vinculadas con la compañía cifran en unos u$s45.000 millones el daño causado en concepto de sobreprecios y de otras erogaciones que están siendo revisadas. En términos comparativos, todas las reservas de Banco Central de Argentina y un 50% más.

La propia compañía reveló en sus cuentas que los contratos sobrevalorados habrían causado daños por unos u$s34.500 millones.

Dilma Rousseff, al borde del juicio político

Las denuncias sobre la red de corrupción que involucra a la empresa (la más grande de su país) provocaron la renuncia en pleno de su directorio, incluida la de su presidenta María das Graças Foster, protegida de Dilma Rousseff.

También ha desatado una profunda crisis política para la mandataria del país vecino a poco de asumir su segundo mandato.

Uno de cada dos ciudadanos cree, según las encuestas, que ella estaba al tanto de todo lo que ocurría en Petrobras.

Como era de prever, el escándalo pegó de lleno en la línea de flotación de la gestión Dilma. A punto tal que la evaluación que se hace hoy día de su gobierno es la más baja otorgada a un Presidente desde Fernando Henrique Cardoso (1999).

Hasta ya comenzó a hablarse del "impeachment" para la jefa de Estado (un proceso legal que nada tiene que ver con la reciente decisión de la justicia de no investigarla).

Cabe aclarar que en Brasil un juicio político, por el sólo hecho iniciarse -aun sin que medie condena- implicaría una suspensión de Dilma Rousseff en su cargo por seis meses a fin de ser investigada y hasta obtener el veredicto final.

Por cierto, un camino que ya tuvo que transitar Fernando Collor de Mello y que lo llevara a su destitución anticipada en 1992.

Aun sin que se llegue a esa instancia, el llamado escándalo del "petrolao" está afectando a toda la economía. En particular, le ha quitado iniciativa y apoyo a la mandataria para llevar adelante su plan de ajuste.

Esto se refleja en el real, que se ha debilitado como no se veía en más de once años. Ahora cotiza peligrosamente en los $3,00.

Sólo en lo que va de este 2015 ya se debilitó casi un 15% (ver cuadro).

Esto, por cierto, complica sobremanera los planes del Gobierno argentino de mantener planchado al dólar, ya que se encarecen los productos albicelestes al tiempo que se abaratan las manufacturas brasileñas.

Cabe recordar que a Brasil se envían el 20% de las exportaciones y uno de cada dos autos que se fabrican en este territorio. 

"Cometas" por aquí, cometas por allá

El escándalo por coimas, investigado por la Policía Federal y por una comisión del Congreso, ya derivó en el arresto de varios directivos de la petrolera y en el de decenas de directores de importantes constructoras.

Luego de que en noviembre un juez federal procesara y ordenara la detención preventiva de 36 empresarios (entre ellos, altos ejecutivos de las compañías Camargo Correa), la investigación ahora recae sobre la actuación de las constructoras.

Entre ellas Techint y la sueca Skanska, también involucrada tiempo atrás en supuestos sobornos en la Argentina.

Techint, comandada por Paolo Rocca, es investigada por su presunta participación en el esquema de corrupción.

Incluso, fue suspendida por la propia petrolera brasileña y pidió que se abstenga de formar parte de nuevas licitaciones.

En el plano político, uno de los ahora ex directores de Petrobras, Paulo Roberto Costa, confesó que 62 parlamentarios de partidos de gobierno recibieron sobornos (49 diputados, 12 senadores y un gobernador).

Según confesó, se habrían hecho de un 3% de comisión sobre el valor final de cada uno de los contratos firmados por Petrobras cuando él era director de Refinación y Abastecimiento de la compañía.

No sólo eso. Según la Justicia, los empresarios inflaban los precios de los convenios pactados con Petrobras, se repartían parte de esa millonada con los directores de la petrolera y el resto del dinero se distribuía entre decenas de políticos.

El dinero en juego era de tal magnitud que habrían entrado en la "repartija" varios miembros del gabinete de la presidenta Rousseff.

"Todo los días tenía un político tocando a mi puerta", habría dicho Costa. Pero no sólo ellos se mostraban muy activos en recibir su parte.

"Las constructoras son protagonistas de un gran y dañino esquema criminal de sangría de recursos públicos. La corrupción es practicada desde hace tantos años que se volvió un modelo de negocios", afirmó el fiscal Deltan Dallagnol.

Para contrarrestar la estrategia de muchos empresarios que adujeron haber sido obligados a sobornar a los directivos de la petrolera, el magistrado remarcó: "Si se organizaron en carteles para fraguar licitaciones y aumentar ilegalmente sus ganancias, no tiene sentido alegar que fueron víctimas de presiones".

La policía, en tanto, ya allanó las oficinas de más de una decena de compañías sospechadas de haber participado de fraudes escandalosos. Entre las maniobras bajo la lupa está la de haber inflado los costos de trabajos realizados para Petrobras.

Todo en stand-by hasta nuevo aviso

Para completar esta trama -que nada tiene que envidiarle a una película de Hollywood- Petrobras tomó la decisión de desprenderse de activos por unos u$s11.000 millones.

"Este plan es parte de su objetivo de reducir deuda y preservar el efectivo", señalaron desde la petrolera. Para avanzar en este camino, contrató al JP Morgan Chase de modo tal que la entidad se encargue de la venta de esos activos.

Es que el escándalo de corrupción le dificultó a Petrobras el financiamiento en los mercados de capitales.

Por otro lado, el "petrolao" dio lugar al congelamiento de inversiones por más de u$s4.000 millones que se iban a destinar a la construcción de plataformas de exploración marina, embarcaciones de apoyo y distintos tipos de equipamiento requeridos para transportar el petróleo y gas extraído en altamar.

También, tuvo que poner en stand by el desarrollo de proyectos muy diversos, que van desde la mejora de aeropuertos hasta el desarrollo de refinerías.

Por cierto, todo este escándalo no sólo afecta a la petrolera estatal, habida cuenta de que -por sí sola- explica casi el 12% del PBI brasileño.

¿Y en Argentina?

A la par de lo que ocurre en el país vecino, el escándalo también salpica las operaciones de Petrobras en la Argentina.

En el plano local, enfrenta la posibilidad cierta de perder sus áreas en el sur del país, más allá de las fuertes críticas que ya viene recibiendo por parte de todos los actores que intervienen en Vaca Muerta, Neuquén.

"Petrobras está muy cerca de una tormenta perfecta. En Brasil, el dinero involucrado es de tal magnitud que ya nadie puede decir que no recibió sobornos. En Argentina, más precisamente en Santa Cruz, ya tienen a la compañía entre ceja y ceja por no invertir", sostuvo a iProfesional una fuente del sector que pidió no ser mencionada.

Y completó: "Algo similar a lo que ocurre en Santa Cruz se observa en Neuquén, ya que nunca retomó el ritmo de desembolsos de años previos".

Según pudo averiguar este medio, la demora en la venta de aquellas áreas hidrocarburíferas que la petrolera controla en Santa Cruz está a un paso de desembocar en una quita por parte de la administración que encabeza el gobernador Daniel Peralta.

La firma posee unas 22 áreas concesionadas que cubren una superficie de casi 8.000 kilómetros cuadrados.

Al ser la responsable de casi el 20% de la producción local de gas y petróleo es lógico que preocupe y mucho el declive de la compañía.

A principios del año pasado -quizá anticipándose al escándalo judicial que se avecinaba- Petrobras había decidido retirarse de las áreas santacruceñas.

Su plan consistía en una salida políticamente ordenada, que implicaba la venta de esos activos al mejor postor.

Contrató al banco estadounidense Scotia Waterous, a fin de que consiga interesados en quedarse con las áreas de exploración y producción de hidrocarburos ubicadas en las zonas de Río Gallegos, La Esperanza, Camusu Aike, Glen Gloss y Chiripá.

Una vez analizadas las ofertas recibidas, los técnicos del banco le informaron a Petrobras que la propuesta más conveniente había sido la presentada por la Compañía General de Combustibles (CGC), controlada por Eduardo Eurnekian, principal referente de la Corporación América y Aeropuertos Argentina 2000.

El monto, según trascendió, rondaba los u$s300 millones. Pero la operación terminó dilatándose. Petrobras dejó pasar el tiempo hasta que a fines del año pasado estalló el megaescándalo de corrupción y de sobornos.

A raíz de esa demora y ante la decisión de la petrolera de frenar todas las transferencias de activos en el exterior, la administración santacruceña de Peralta evalúa avanzar con la quita de concesiones incluso antes de las elecciones.

Fuentes cercanas al gobernador aseguraron a iProfesional que para justificar ese accionar, Peralta desempolvaría un informe del Instituto de Energía de Santa Cruz (IESC) que detalla todos los incumplimientos contractuales que ha venido acumulado la petrolera brasileña.

Ese informe destaca que entre 2007 y 2013 su producción de gas y crudo bajó nada menos que un 50%. Y, como si esto fuese poco, se verificó un incumplimiento del 35% en su plan de inversiones.

En simultáneo con los problemas en Santa Cruz, Petrobras también enfrenta dificultades en la provincia de Neuquén, a raíz de haber desarticulado varios de sus equipos de perforación en Vaca Muerta.

En diálogo con iProfesional, Guillermo Pereyra, líder del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, vinculó el movimiento de la petrolera al efecto combinado del escándalo financiero y la caída internacional del "oro negro".

"Las operadoras que trabajan con Petrobras no están perforando como antes. Más de diez empresas pararon sus equipos y optaron por licenciar a su personal en Neuquén", contó a este medio.

Según Pereyra, la compañía no está renovando los contratos con empresas de equipamiento pesado y nada hace suponer que esto cambiará a corto o mediano plazo.

"La empresa redujo notoriamente sus inversiones en Argentina", apuntó.

Reciclar, no tirar a la basura

Petrobras está entre las grandes petroleras y es una de las más endeudadas del mundo, con alrededor de u$s170.000 millones en concepto de obligaciones.

A raíz del escándalo, la compañía ya perdió el año pasado casi el 40% de su valor de mercado, por lo que dejó de ser la mayor empresa de Brasil para caer al tercer lugar, detrás de la cervecera Ambev y del banco Itaú.

La deuda de la compañía, hasta hace poco considerada la mayor y más prestigiosa empresa de Brasil, fue degradada por Moody's de Baa3 a Ba2, un grado especulativo.

Entre las razones para bajarle la nota, la calificadora anticipó que posiblemente se verá obligada a "realizar una reducción significativa en su muy alta deuda".

Casi a la misma hora en que se conocía la decisión de Moody´s, Lula se lanzaba a la defensa de la maltrecha imagen de la estatal.

"Debemos castigar a los culpables de corrupción, pero no tirar a la basura a Petrobras", pidió, en un tibio intento de ayudar a una compañía emblema de su gestión, que supo crecer junto al ex presidente y ahora está sumida en la mayor crisis de su historia.

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