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Europa entra en estado de shock: el atentado en Francia marca un punto de inflexión en la relación con el Islam

Europa entra en estado de shock: el atentado en Francia marca un punto de inflexión en la relación con el Islam
07/01/2015 - 18:57hs
Europa entra en estado de shock: el atentado en Francia marca un punto de inflexión en la relación con el Islam

La más contundente respuesta a los terroristas tras el atentado al periódico francés Charlie Hebdo vino en forma de viñetas de humor gráfico. Todo un manifiesto por parte del periodismo, que siente que el ataque ha sido dirigido hacia la libertad de expresión, uno de los pilares de la cultura occidental.

Y entre los muchos dibujos que de inmediato se difundieron en Internet, se destaca uno en el cual dos lápices aparecen semejando las torres gemelas de Nueva York, con la sombra de un avión que se aproxima.

Tal vez no haya un análisis que sintetice mejor el clima que en estos momentos se respira en Europa: lejos de quedar acotado a un caso policial, este atentado constituye un punto de inflexión en la historia, un acto terrorista que -al igual que el del 11 de septiembre-, marcará un antes y un después.

Esa sensación de que muchas cosas ya no serán iguales fue algo que quedó en claro en los primeros comentarios y análisis por parte de gobernantes y medios de comunicación en el mundo occidental.

Los conceptos más repetidos apuntaban a que el atentado terrorista es un ataque a la libertad de la que se hace culto en el mundo occidental.

"Las religiones, como todas las otras ideas, merecen críticas, sátiras y nuestra falta de respeto sin miedo", dijo el escritor británico Rushdie, autor de "Los versos satánicos", una obra de 1988 que le costó vivir durante años escondido porque el líder iraní Ayatolá Jomeini había puesto precio a su cabeza.

"Este totalitarismo religioso ha provocado una mutación mortal en el corazón del Islam cuyas consecuencias se han visto hoy en París", sentenció Rushdie.

Luego de conocido el hecho, se reprodujeron de nuevo algunas de las viñetas polémicas y los dibujantes de decenas de diarios afilaron lápices para rendir homenaje a sus colegas franceses.

"Atacar una redacción con armas pesadas, es el tipo de violencia que vemos en Irak, Somalia o Pakistán", declaró ante la sede de la revista Christophe Deloire, secretario general de la organización internacional de defensa de la prensa Reporteros sin fronteras.

Pero, "¿podíamos esperar vivir este horror en Francia? Esta pesadilla se ha hecho realidad. Este ataque terrorista es un día negro en la historia de nuestro país", agregó Deloire.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el atentado de "horrendo" e "indignante": "nuestros pensamientos y oraciones están con el pueblo de Francia en este momento difícil".

Su secretario de Estado, John Kerry, remarcó que los autores del ataque "se atrevieron a decir que Charlie Hebdo está muerto. No se confundan: hoy y mañana, en Francia y en todo el mundo la libertad de expresión que representó esta revista, más allá de los sentimientos de cada uno sobre ella, no puede ser apagada".

Vladimir Putin, presidente de Rusia, también "condenó duramente este crimen cínico y confirmó su disposición para seguir con la cooperación activa en la batalla contra la amenaza del terrorismo".

El director del diario danés que publicó originalmente las viñetas, Jyllands-Posten, anunció que reforzaría la seguridad y la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, condenó el ataque.

"La sociedad francesa, como la nuestra, es abierta, democrática y se basa en una prensa libre y crítica. Son valores enraizados en todos nosotros que hay que proteger", explicó.

También el primer ministro británico, David Cameron, repudió el accionar terrorista y calificó de "nauseabundo" el ataque.

"Los asesinatos de París son nauseabundos. Estamos al lado de los franceses en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la libertad de prensa", afirmó.

Su homóloga alemana Angela Merkel, que se encuentra en Londres, habló de un acto "abominable" contra "la libertad de prensa y de opinión, un fundamento de nuestra cultura libre y democrática".

Por otra parte, el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, señaló que "Israel se identifica con Francia" y que "no hay que permitir el terrorismo y a los terroristas amenazar al mundo libres".

El gobierno español dijo en un comunicado que España "apuesta hoy con más rotundidad que nunca por la libertad de prensa como un derecho fundamental e irrenunciable".

Matteo Renzi, jefe de gobierno italiano, escribió en Twitter que "la violencia siempre perderá ante la libertad".

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habló de "ataque brutal e inhumano", de "una barbarie que nos interpela a todos como seres humanos y como europeos".

"La comunidad internacional no puede dejar que los extremistas siembren el terror e impidan la libre circulación de las opiniones y las ideas", afirmó la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.

En el plano local, el gobierno de Cristina Kirchner difundió un comunicado que expresa: "la Argentina reitera su inalterable compromiso con la paz y la lucha contra el terrorismo en todas sus formas".

Además, reafirmó la "voluntad y decisión políticas" de la Nación de "continuar fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional, observando las leyes y respetando los derechos humanos, como el único camino de las sociedades democráticas para afrontar este flagelo".

La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff calificó el atentado de "sangriento e intolerable" y su par colombiano, José Manuel Santos, recordó que "la libertad de expresión y de prensa son derechos universales inviolables".

Choque de civilizacionesEl interrogante que se abre en estas primeras horas posteriores al ataque terrorista de París es si debe considerarse esta situación como el emergente definitivo del "choque de civilizaciones" que hace tiempo se está pronosticando que ocurrirá en Europa.

El viejo continente tiene 44 millones de musulmanes. Esa población tiene un crecimiento demográfico el doble de rápido que el resto, y ha demostrado baja predisposición a adoptar las costumbres occidentales.

El impacto de la inmigración musulmana se ha transformado en un tema central en la agenda política europea, al punto que suele ser un tema que determina los resultados electorales. El crecimiento de la derecha dura en Francia y otros países europeos está directamente vinculado con el rechazo que provoca este fenómeno –ya sea por las diferencias culturales como por el temor de que la inmigración agrave los problemas de desempleo-.

El hecho de este miércoles plantea la cuestión de si a partir de ahora el anti islamismo y la xenofobia dejarán de ser un patrimonio de la derecha para pasar a ser abrazados por todo el arco político europeo.

Al respecto, el ministro de Cultura turco, Omer Celik, opinó que el atentado tenía como objetivo aumentar la islamofobia.

"Rechazo toda identificación del islam con este ataque cobarde. No podemos defender el islam con esta masacre. El ataque tiene por objetivo reforzar la percepción negativa que pesa sobre extranjeros y musulmanes".

Catar, por su parte, que ha sido acusada de dar apoyo a grupos yihadistas de Libia y Siria, afirmó que este accionar contra "civiles desarmados contradice todos los principios morales y los valores humanos".

Y si, como ocurrió en Estados Unidos tras el atentado de las torres gemelas, habrá que esperar una intensificación de los controles en el turismo y las aduanas, que traerán el paradójico efecto de coartar libertades individuales con la justificación de defender la libertad.

Se plantea también la situación, acaso más grave que las decisiones políticas, de "sanciones sociales", con posibles actos hostiles hacia las personas que circulen con vestimentas típicas de los países musulmanes.

Son momentos de confusión en Francia y en Europa. Pero, si algo queda en claro es que, tras el atentado terrorista, se abrirá un nuevo capítulo en la tensa relación europea con el mundo musulmán.