Pese a la batería de descuentos y cuotas, las ventas de 0Km sufren un derrumbe de más del 35% en abril
Publicidades en pleno "prime time" televisivo, campañas en portales de noticias, aviso a página completa en diarios, spots en radios, en las últimas semanas, las principales automotrices lanzaron una agresiva "guerra de promociones" para intentar revertir un arranque de año fatídico, con un marzo verdaderamente negro en materia de patentamientos, de la mano de un desplome de casi 35%.
Sin embargo, pese a haber avanzado con jugosas bonificaciones, de hasta el 15% sobre los precios de lista, o a ofrecer -para determinados modelos- cuotas fijas y a largo plazo, el mercado automotor está lejos de recuperarse.
Según datos parciales que maneja la industria, el mes de abril está mostrando un derrumbe interanual incluso mayor que el registrado en marzo, de entre el 35% y el 40%, un nivel de baja que, de plasmarse en los números finales, daría lugar a que se cierre uno de los peores cuatrimestres en años.
La expectativa entre los empresarios es que abril culmine con un nivel cercano a las 50.000 unidades patentadas, lo que implicaría unas 31.500 menos que en el mismo mes de 2013.
Así las cosas, el período enero-abril arrojaría casi 270.000 autos vendidos, 64.000 por debajo del volumen registrado durante igual lapso del año pasado, lo que equivaldría a un desplome cercano al 20%.
Desde la consultora Abeceb vienen alertando sobre el fuerte derrumbe que registra un indicador clave como es el promedio diario de patentamientos, que en 2013 exhibió un récord de casi 4.000 unidades pero que ya en abril está descendiendo hasta los 2.800 autos, la peor cifra para este mes desde 2010, tal como se puede observar en el siguiente cuadro:
"Lo que estamos observando es que se mantiene la tendencia declinante en el mercado, afectado por la suba de precios experimentada tras la devaluación, el incremento del impuesto interno, el menor stock por las limitaciones a las importaciones y la pérdida de poder adquisitivo en términos reales que afecta a los consumidores", resumió el analista Gonzalo Dalmasso, de la consultora Abeceb.
El economista Juan Carlos de Pablo, en tanto, consideró que "en los empresarios la preocupación por la reducción de las ventas es crucial", para luego asegurar que el mercado automotor es uno de los grandes perdedores del año: "Va a caer más la demanda de autos y motos que de mortadela", ironizó el experto.
Duro golpe al lujoA la hora de analizar los segmentos que vienen recibiendo la peor parte de la actual coyuntura, se destacan los vehículos de alta gama y los SUV grandes (Sport Utility Vehicle) cuyo mercado se achicó prácticamente a la mitad en el primer trimestre.
Le siguen los autos de gama media y los SUV compactos, con una contracción en el nivel de ventas de casi 15%, en tanto que los 0Km más económicos están sufriendo una caída del orden del 10%.
Como contrapartida, los utilitarios, las pick-ups y los camiones, que no están afectados por el impuestazo, vienen capeando el temporal, con bajas menores que parten del 7% hasta subas del 4%, tal como se refleja en el siguiente cuadro:
A la hora de analizar la performance marca por marca, surge un dato que sirve para graficar el durísimo escenario que deben transitar las compañías del sector, tanto aquellas que están instaladas fabrilmente en el país como las que dependen en un 100% de la importación.
Según datos de ACARA, del total de marcas que operan en la Argentina, 24 de ellas registraron un primer trimestre con caídas, en tanto que sólo 3 están logrando esquivar el temporal.
Entre las más afectadas están BMW (con un derrumbe sin precedentes de casi 80% entre enero y marzo), Audi (-69%), Porsche (-68%) y Jeep (-67%), según se puede observar en el siguiente cuadro:
Cabe destacar que, si se contabilizan únicamente los patentamientos de marzo -y no se tienen en cuenta los de enero y febrero, que estuvieron alcanzados por un efecto "arrastre" de ventas realizadas en realidad a fines de 2013-, las dos marcas de lujo de origen alemán (BMW y Audi) sufrieron un desplome aun mayor, superior al 90%.
En este mercado que dejó un tendal de perdedores, también hubo algunos pocos ganadores: uno de ellos fue Toyota, que en medio del temporal logró cerrar un primer trimestre con una fuerte suba del 24% en el nivel de ventas.
Esta tasa de crecimiento -que en números representó casi 4.000 unidades-, lógicamente impactó en el market share de la compañía, que pasó de un 5,6% en el arranque de 2013 a un 8,5% en la actualidad.
A la hora de explicar la buena performance, fuentes de la compañía destacaron a iProfesional que hubo dos factores gravitantes: "En primer lugar, fue clave el hecho de que en septiembre lanzamos el Etios, un auto del segmento compacto que se consolidó en muy poco tiempo, a punto tal que ya representa un 30% en nuestro mix de ventas".
El otro aspecto clave, destacaron desde la automotriz, es que "a diferencia de otras marcas, que aplicaron un único aumento de precios en el mes de febrero, nosotros realizamos el ajuste en dos partes: uno en febrero y otro en marzo. La estrategia de desdoblar la suba nos dio muy buenos resultados".
Otra de las tres compañías que está mostrando tasas positivas en medio de la tormenta es Nissan, con un alza del 20% en el primer trimestre.
Su caso obedece también a dos factores: por un lado, en 2013 la automotriz se había visto afectada por los problemas comerciales con México, desde donde arriban gran parte de sus modelos. Cabe recordar que el Gobierno mantuvo un conflicto durante largo tiempo con dicho país a raíz del creciente déficit en el rubro industrial.
Así las cosas, una vez solucionados los cortocircuitos bilaterales, Nissan pudo capitalizar el actual escenario con un mejor ritmo de importaciones, lo que terminó repercutiendo en mayores ventas.
El otro aspecto fundamental para explicar su crecimiento en el mercado interno es que la marca se afianzó en el negocio de autos de mayor volumen, con modelos como el March -que está estrenando nuevo restyling- o el Versa, un segmento más dinámico que el de alta gama, el más golpeado por el combo devaluación-impuestazo.
Las "promos", con efecto limitadoPara Dalmasso, el hecho de que las promociones no estén permitiendo revertir la fuerte caída de marzo, obedece a que las bonificaciones no compensan las alzas de precios que experimentaron los vehículos tras la disparada del dólar. Sucede que el tipo de cambio es una variable clave en la estructura de costos de las automotrices, incluso para las que fabrican en el país, dado el altísimo contenido de autopartes importadas.
En este sentido, las empresas vienen ofreciendo quitas de entre el 10% y el 15% sobre el precio de lista de los vehículos. Sin embargo, las alzas con las que habían avanzado en enero fueron muy superiores.
Según Abeceb, las subas promedio en lo que va del año fueron las siguientes:
•0Km chicos: +25%
•0Km gama media: +20%
•Sport Utility Vehicle (SUV): +80%
•0Km alta gama: +100%
Claro que las variaciones de precios anteriores son un promedio y responden a la dinámica de los últimos meses. En este sentido, si se analiza la política comercial por parte de las automotrices desde el arranque de 2013 hasta la actualidad, las cifras sorprenden.
No es para menos: el Gol Power, uno de los vehículos más económicos del país, en su versión más básica pasó de costar $52.900 a ubicarse cerca de los $88.000, lo que implicó un salto de casi 70% en poco más de un año.
Pero no fue el único: modelos como el Honda Civic, el Chevrolet Agile o el Honda City, entre muchos otros, también acumularon subas de más del 50% en ese mismo período (ver cuadro):
Más "dramática" fue la suba de los vehículos de alta gama que, como se señaló anteriormente, recibieron un doble golpe: la devaluación -al tener los precios en dólares, el aumento en pesos es automático- y el impuestazo.
Un caso que resume el por qué del año negro que están viviendo las marcas de lujo se puede sintetizar con el salto en el precio que experimentó un modelo como el Audi A3: una de sus versiones, de valer $170.000 en el inicio de 2013, ahora está cerca de los $590.000, es decir un alza de casi 250%.
Paralelamente, la pérdida del poder adquisitivo que vienen sufriendo los argentinos tras la devaluación, impactó de manera directa en el acceso a los 0Km.
En el caso del Gol Power, por ejemplo, hoy se requieren de casi 4 ingresos promedio más que el año pasado, una cifra que lógicamente va creciendo a medida que aumenta el precio del vehículo, tal como se observa a continuación:
En el corto plazo, Dalmasso consideró que el derrumbe en ventas podría desacelerarse, principalmente por la actualización que están experimentando los salarios.
Sin embargo, el experto advirtió que "en la industria no se van a observar tasas de crecimiento positivas, porque las mejoras no le van a ganar a la inflación, al tiempo que los precios de los vehículos continuarán ajustándose".
Desde la consultora prevén que, a partir del segundo semestre, el tipo de cambio se irá desplazando hasta tocar un nivel cercano a los $9,50 hacia fines de año, lo que implicaría una devaluación del 18%.
Esto, a su vez, repercutirá en los precios de los vehículos. De hecho, en el caso de los de gama baja se espera que sufran un ajuste del orden del 10% hasta diciembre, lo que volverá a dificultar el acceso a un 0Km.
Al trazar proyecciones sobre el nivel de ventas total para 2014, desde Abeceb calculan que el mercado caerá hasta las 715.000 unidades, lo que implicaría una fuerte baja del 25%.
En tanto, Alberto Prínicipe, titular de la Cámara del Comercio Automotor (CCA) señaló a iProfesional que se espera un piso de 600.000 unidades y un techo de no más de 700.000 0Km comercializados. De plasmarse en la realidad el escenario más negro, la industria asistiría a un derrumbe de casi 40%.
En este contexto, el segmento de alta gama se llevará la peor parte, básicamente porque no existen por el momento señales de que la administración K revea el impuestazo: "El tema se frenó, quedó como está. El Gobierno no va a dar marcha atrás y ya comunicó que la política económica es más importante que la situación particular de algunas automotrices", señaló Príncipe.
Frente a esto, consideró que los compradores irán migrando cada vez más al mercado del usado.
"Esperamos que se recomponga el negocio y que las ventas en 2014 terminen en un nivel similar al del año pasado", recalcó el titular de la CCA, quien agregó que "esto obedece a que hay gente que ya no puede pagar los precios de un 0Km y al hecho no menor de que a muchos se les hace muy difícil hacer frente a gastos como el patentamiento o el costo del seguro para un auto nuevo".