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Viviendas: se extingue dólar celeste y Gobierno va por otro termómetro para disimular la crisis

Desde el sector anticipan cambios en la medición del Colegio de Escribanos porteño, que se suman a lo sucedido con el Registro de la Propiedad del Inmueble
09/04/2013 - 14:15hs
Viviendas: se extingue dólar celeste y Gobierno va por otro termómetro para disimular la crisis

La crisis que afecta al mercado inmobiliario desde hace ya 18 meses no se toma respiro y renueva sus fuerzas.

Es que en marzo la actividad sumó otro período marcado por un derrumbe de la actividad que, según señalan fuentes del sector, ya forma parte de la peor caída de toda la década.

Este nuevo desplome, según detallaron a iProfesional.com desde la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), responde en buena medida a la reciente disparada del dólar paralelo que, además, no hizo otra cosa que elevar el valor de las propiedades en pesos y acrecentar la incertidumbre (ver nota: El blue se escapa y aleja de los argentinos la posibilidad de una nueva vivienda).

Pero hay más. Desde la cámara -como así también diversos profesionales del sector- anticiparon a este medio que la "letra chica" de la crisis ya no será difundida como en otros tiempos.

¿El motivo? una ofensiva oficial orientada a dilatar la divulgación de los datos que dan cuenta de las caídas mensuales.

Este avance tuvo su puntapié inicial en julio del año pasado, cuando el Registro de la Propiedad del Inmueble de Capital Federal quedó a cargo del Ministerio del Interior. A partir de entonces, se dejaron de emitir las estadísticas de escrituraciones desde ese ámbito.

A ello se suma ahora una nueva restricción. En efecto, empresarios vinculados con la actividad revelaron a iProfesional.com que el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires no publicará su índice de forma mensual, tal como era habitual. Y que, en breve, comenzará a hacerlo de forma trimestral.

"Ya no estamos recibiendo esas estadísticas. El inconveniente es que se trata de la única medición con la que todavía contábamos para saber cómo evoluciona el mercado. Sobre todo, tras lo sucedido con el Registro de la Propiedad del Inmueble", afirmó Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

El directivo agregó que "estamos en pleno mes de abril y no están disponibles ni los datos de enero".

En dialogo con este medio añadió que "todo hace suponer que recién a partir de este mes enviarán el acumulado del año. El punto es que, mientras tanto, el sector navega en un mar de incertidumbres sin saber ciencia cierta qué sucede en la actividad".

Arévalo completó: "Al avanzar con este nuevo régimen trimestral se romperá el último 'termómetro' del que disponíamos".

Otras voces, que prefirieron referirse al tema off the record por temor a represalias, señalaron que lo que se busca hacer es "acallar la cadena de malas noticias".

"El sector está muy mal. Como no se piensa aflojar con el cepo cambiario entonces se opta por interrumpir el flujo de información. Ya son 18 meses de caída sin atenuantes. En vez de asumir el problema, el Gobierno nos ha dejado solos", señaló el directivo de una reconocida inmobiliaria.

Armando Pepe, presidente del Servicio de Ofertas Múltiples (SOM) y fundador de la CIA, se pronunció en un tono similar.

"Hay presión sobre el Colegio de Escribanos porteño. La Provincia de Buenos Aires dio detalles de la actividad y confirmó que cayó fuerte en enero y febrero. Lo cierto es que el sector está parado y que la disparada del blue elevó los precios", sostuvo a iProfesional.com.

"Igualmente -aclaró- hay que señalar que los datos del Colegio de Escribanos, si bien son ciertos no son muy precisos. Esto es así porque muestran el detalle de edificios que se escrituraron este año aunque hayan sido construidos hace más de dos".El último termómetro

Ya habiendo sido desarticulados los datos que en su momento provenían del Registro de la Propiedad del Inmueble -y ahora colocado "contra las cuerdas" los correspondientes al Colegio de Escribanos porteño- el único indicador que goza de cierta salud es el del Colegio Bonaerense.

Precisamente ese "termómetro" no hace más que dejar en evidencia el momento crítico por el que atraviesa el sector del ladrillo.

Al respecto, el último informe del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires detalló que las operaciones cayeron casi 30% durante el primer bimestre del año.

Jorge Mateo, presidente del Colegio de Escribanos, señaló que los indicadores interanuales marcan una "tendencia real y concreta" e indican que el sector inmobiliario "ha ido cayendo abruptamente desde principios de 2012".

"La caída se está profundizado durante este año, lo que confirma que la incertidumbre generada por los cambios en la operatoria inmobiliaria aún no se disiparon", evaluó.

En este sentido, señaló que en 2013 se registró en la provincia de Buenos Aires el peor bimestre desde 2005 a la fecha.La muerte del "celeste"

El golpe que hace tambalear a la actividad inmobiliaria no sólo queda reflejado en este avance por cambiar la metodología del Colegio de Escribanos porteño.

También en la profundización del mal humor que se evidencia en el rubro, tras la disparada del blue.

Es que su mayor distanciamiento del oficial terminó por congelar buena parte de las pocas operaciones de compraventa que se trataban de cerrar.

Más aun, volvió a cambiar la referencia del sector. En ese sentido, varios directivos, al igual que Pepe, dan por extinta la presencia de un actor que cobrara protagonismo tras la implementación del cepo oficial: el dólar "celeste". Es decir, el uso de una cotización intermedia entre el precio del BCRA y el paralelo.

"Con la suba reciente, todo lo que se ofrece está en dólares y a valores blue. No se observa otra cosa. Fijar una cotización celeste, una intermedia, resulta imposible. Ahora sucedió lo mismo que había pasado en enero, cuando el billete informal se escapó y quedara todo parado", indicó Pepe.

El fundador del SOM señaló además que "muchos de los que se habían animado a ofrecer parte de sus propiedades en pesos, automáticamente volvieron a ponerlas en dólares".

Este contexto adverso que atraviesa el sector afecta de modo diferente la venta de propiedades a estrenar respecto a las que no lo son.

En relación con estas últimas, Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, directamente habló de una "estocada" a la compra de inmuebles usados.

"No hay llamados ni interés por parte de la gente. A eso hay que sumarle que los precios no bajaron, pese al parate de tantos meses. Y como no hay posibilidades de invertir el dinero de una venta en otro bien, los dueños tampoco se esfuerzan en cerrar operaciones", remarcó el director de Reporte.

Picasso agregó que "si la brecha entre el dólar oficial y el paralelo sigue creciendo, entonces hay que prepararse para meses todavía peores. De no ser por los alquileres, veríamos muchas más inmobiliarias con el cartel de cerradas".Valores reticentes a bajar

La escalada del dólar informal tornó todavía más lejana la posibilidad de la casa propia para quienes ya venían sufriendo los efectos del cerrojo oficial.

En zonas de alta demanda los precios de las viviendas subieron entre un 15% y un 20% en dólares en los últimos dos años, situación que podría sobrellevarse (porque los salarios en dólares también se elevaron) de no ser por la mayor brecha cambiaria y por la instauración del blue como referencia.

En la práctica, la moneda nacional -pese a los intentos oficiales de establecerla como parámetro para todo el sector- sólo es considerada para el mercado de unidades nuevas.

En el caso de las usadas, los dueños quieren dólares arriba la mesa y así se complica la situación para los compradores.

Según un trabajo elaborado por la consultora Reporte Inmobiliario, hoy se precisa casi un 80% más de pesos que hace dos años, si se toma como referencia el alejamiento del dólar "blue".

Si la comparación se hace con marzo de 2012 -es decir, cuando el billete informal rondaba los $4,88-, el incremento en la cantidad de moneda nacional es del 45 por ciento.

Este encarecimiento también le dio una estocada final a los créditos hipotecarios, ya que ahora el préstamo a solicitar (en pesos) es sustancialmente mayor.

Y para los que aún persisten en su intento de apalancar parte de una compra con financiamiento bancario, las cuotas mensuales resultan ser bastante más elevadas respecto a las de épocas pre-cepo.