Las entidades financieras aprovechan la liquidez y colocan deuda en pesos
Para aprovechar las amplias condiciones de liquidez del mercado, bancos y compañías financieras salieron en los últimos días a financiarse con colocaciones a mediano plazo en pesos. Entre las emisiones ya efectuadas en los últimos diez días y las colocaciones anunciadas, el sector estaría consiguiendo más de $500 millones.
Hace dos semanas Banco Comafi obtuvo $75 millones, aunque había salido a buscar $50 millones. Algo parecido le sucedió a la compañía financiera de Toyota: de $60 millones iniciales terminó colocando $80 millones.
En tanto, Banco Hipotecario cerró su emisión, que de $50 millones que se habían anunciado se terminó ampliando a más del triple, $176 millones.
Parte de la emisión se realizó en pesos a 18 meses, pero también se colocó un tramo (equivalente a $45 millones) con el esquema "pesos-linked", es decir una emisión en dólares pero que se suscribe en pesos atado al tipo de cambio oficial.
Y en las gateras aparecen otros jugadores como Mercedes-Benz Compañía Financiera (busca $120 millones) y Santander Río, que anunció que buscará la semana próxima $100 millones, aunque lo más probable es que termine colocando un monto mayor.
En general se trata de Obligaciones Negociables a plazos que oscilan entre un año y 18 meses, con tasa de interés pagadera semestralmente y la totalidad del capital al final del período. Si bien no es lo mismo que colocar un bono internacional a diez años a tasas de un dígito en dólares, como sucede con la mayoría de los bancos de la región, este tipo de emisiones en pesos permiten suavizar los comportamientos estacionales y a veces erráticos de los ahorristas e inversores locales.
Esta disponibilidad de pesos asegura, además, la continuidad de las promociones de venta en cuota con tarjeta sin interés, que financian los bancos, aunque en ocasiones hay acuerdos compartidos con los comercios para hacer frente al costo de otorgar los descuentos a los clientes.
En lo que va del año, los plazos fijos crecieron cerca de $20.000 millones, casi un 18%, lo que le permite a los bancos tener una situación de liquidez muy cómoda. De hecho, las colocaciones de pesos en el Banco Central crecieron aceleradamente: los pases pasivos ya suman $26.000 millones, pese a que la remuneración que reciben las entidades es inferior al 10% anual.
Financiarse en el mercado local es bastante más caro, ya que las tasa para una emisión a un año es variable, de acuerdo con la evolución de la Badlar (tasa de plazo fijo mayorista) más 200 a 300 puntos básicos en promedio. Esto arroja hoy un rendimiento del 15% anual en pesos, pero que podría subir si aumenta la tasa de interés de los depósitos.
¿Si sobra liquidez, entonces cuál es el objetivo de salir a tomar más fondos? La respuesta habría que buscarla en lo sucedido en el segundo semestre del año pasado, cuando un proceso creciente de dolarización de carteras detuvo el aumento de las colocaciones en moneda local.
El resultado fue una virtual desaparición de algunas líneas de crédito, desde personales hasta prendarios, pasando por líneas de mediano plazo para empresas, entre octubre de 2011 y enero de 2012. Luego la situación se fue reacomodando, con tasas de interés que aflojaron tras un fuerte empinamiento luego de las elecciones presidenciales y el regreso de los plazos fijos.
Para que se dé esta situación resultaron claves las restricciones cambiarias definidas por el Gobierno, que impiden a las empresas y a los individuos acceder libremente a la compra de dólares por el circuito oficial.
Por lo tanto, la salida es quedarse en pesos y apostar por instrumentos en moneda local. Así lo demuestra la proliferación de fideicomisos financieros colocados en las últimas semanas, que se agregan a las emisiones bancarias.
Para las compañías de electrodomésticos resulta una fundamental para conseguir dinero fresco y continuar la rueda de financiamiento para los compradores.
En el caso de las compañías financieras de las automotrices, como no reciben depósitos, la única manera de fondearse es a través de emisiones en el mercado de capitales. Por eso, casi todas las semanas hay colocaciones de este sector. La facilidad con la que estas compañías consiguen dinero fresco también permite contar con fondeo para financiar vía crédito prendario la compra de los cero kilómetro.
Las provincias también se volvieron jugadores activos en el mercado en pesos local, a través de la emisión de letras. Ya hay cuatro distritos que salieron a emitir títulos (incluyendo la Ciudad de Buenos Aires, menos activa) y como poco cinco más ya recibieron el visto bueno de sus legislaturas para avanzar en la misma dirección. El stock actual colocado asciende a 4.000 millones de pesos, concluye Ambito.