Chávez pagó u$s1.650 millones por Sidor y expropia una de las principales cementeras
Finalmente, se logró cerrar en Venezuela el trato por Sidor. El presidente Hugo Chávez acordó pagar u$s1.650 millones por la parte que pertenecía a Techint de esa siderúrgica ubicada a orillas del Orinoco.
El trato se ubica muy lejos de las pretensiones del holding ítalo-argentino dado que el grupo pretendía inicialmente u$s3.600 millones.
La empresa, que tenía el 60% de Sidor, se queda con un 10% del paquete, lo que le permite tener un miembro en la junta directiva, garantizar el abastecimiento de materias primas a sus otras dos firmas en Venezuela e impedir que un competidor se siente en la principal acería del Caribe.
Por otro lado, Efectivos de la Guardia Nacional de Venezuela tomaron este lunes las instalaciones de la cementera Cemex en Maracaibo procediendo a la medida de expropiación dictada por el Ejecutivo Nacional aunque no se había cumplido el plazo hasta las 12 de la noche para llegar a un acuerdo de compra.
Además de los militares, empleados de Petróleos de Venezuela y cuatro jueces están llevando a cabo la medida de expropiación realizando los trámites necesarios para realizar la operación.
Fuentes de trabajadores de la empresa indicaron que se realizará un acto dentro de la planta para celebrar la expropiación de la industria cementera, informó Globovisión.
En tanto, Chávez manifestó que la apropiación estatal de la cementera significa un "paso al socialismo". El mandatario también nacionalizará otras dos cementeras: la francesa Lafarge y la suiza Holcim.
Techint
Daniel Novegil, el alma de Ternium, el conglomerado que cobija a las empresas de acero plano de Techint, estuvo al frente del acuerdo y hoy firmará el convenio, publica un matutino porteño.
El ejecutivo es quien se jugó por la presencia de Techint en Sidor, desde que la acería fue privatizada en 1998. Por entonces, Techint la adquirió con un pago de u$s1.200 millones cash y asumió una deuda millonaria que casi pone en problemas a todo el grupo.
Techint pretendía bastante más por su porción en Sidor. Al principio se habló de u$s3.600 millones. Chávez contraofertó u$s800 millones y así se llegó al precio final de u$s1.650 millones.
En el acuerdo, Techint desiste de cualquier otro reclamo, como el de concurrir al tribunal arbitral del Banco Mundial, el CIADI.
Desde marzo último, cuando Chávez anunció la estatización de Sidor, hubo varios momentos en que la negociación pareció naufragar.
De acuerdo a la misma fuente, la última semana la presidenta Cristina Kirchner y Paolo Rocca, presidente y accionista de Techint, hablaron del tema en San Juan en la visita a la represa Caracoles, construida por el grupo. Defensa
Vale recordar que los empresarios nucleados en AEA, la Asociación Empresaria Argentina, pidieron públicamente el último abril al Gobierno argentino que intervenga ante Venezuela en defensa de Techint.
Sidor representaba un activo de singular importancia para Techint, dado que con 5 millones de las 12 millones de toneladas de acero por año que cosechan sus firmas de acero plano le permitía tallar en un negocio donde el volumen es esencial.
Sidor también posibilitó el ingreso al codiciado mercado estadounidense. Por otra parte, la planta de Sidor casi duplica el tamaño de la argentina Siderar y le permitió a Techint un salto sideral en el negocio de los aceros planos, que son los que se destinan a la industria automotriz, la construcción y los electrodomésticos, entre otros usos.
Asimismo, la acería venezolana reportaba, además, buenos resultados: el año pasado ganó u$s500 millones.
Pese a que Techint es un grupo que pesa muy fuerte en el mercado mundial y ostenta una facturación de casi u$s20.000 millones y un plantel de 51.600 empleados, el reemplazo de Sidor será problemático.
Por lo pronto, la firma ya comunicó que reforzará su producción en la Argentina con una nueva ampliación de Siderar. También analizan una millonaria inversión en Brasil.Cemento
Por otro lado, la decisión del Gobierno de asumir el control de la producción de cemento fue anunciada por Chávez el pasado 3 de abril, cuando aseveró que pagará "hasta el último centavo" por las acciones que pasen a control público.
Según el decreto que regula la nacionalización, publicado el pasado 19 de junio, los accionistas de empresas cementeras tienen un plazo de 60 días -que venció anoche- para acordar los términos de "su posible participación accionaria en las nuevas empresas del Estado" o el gobierno puede expropiar esas compañías.
El decreto presidencial agregó que las industrias del cemento tienen de plazo hasta el 31 de diciembre próximo para transferir al menos el 60% de sus acciones al Estado venezolano.El grupo mexicano Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela. Allí posee tres plantas con una capacidad de producción de 4.6 millones de toneladas de cemento al año y genera empleos directos e indirectos para unas 3.000 personas, según datos de la empresa.
Producción
Sumando a Cemex, las tres empresas que pasarán a manos estatales producen todo el cemento de ese país.
De los poco más de diez millones de toneladas de cemento producidas en Venezuela el año pasado, Cemex aportó alrededor de la mitad, en tanto que Lafarge y Holcim pusieron en el mercado el 50% restante, prácticamente en partes iguales, según datos empresariales.
Pese a las negociaciones en curso con el Estado venezolano, Cemex-Venezuela anunció a principios de junio pasado que vendió en u$s355 millones las acciones que poseía en sus subsidiarias de Guadalupe, Panamá, República Dominicana y Trinidad y Tobago.
La estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PdVSA), que forma parte de la Comisión Negociadora de la adquisición de las cementeras, objetó inmediatamente por "inconsulta" esa decisión de la cementera de capitales mexicanos.
Chávez sostuvo este domingo que decidió nacionalizar las industrias productoras de cemento "para lanzar con fuerza el plan de construcción de viviendas en el país".
Acusó reiteradas veces a las cementeras de obstaculizar esos proyectos al exportar la mayoría de su producción. El déficit de viviendas en Venezuela es de 1.8 millones de unidades, según datos oficiales.