Nueva cadena de yogurt helado expande modelo de franquicias: cuánto cuesta abrir un local
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/03/593306.jpg)
El mercado del yogurt helado gana cada vez más terreno en Argentina, y Vivere Bene es una de las marcas que lidera esta tendencia con un modelo de expansión basado en franquicias. Fundada en 2019 en Junín por Massimiliano Yebrin, la cadena ya cuenta con ocho sucursales y proyecta abrir al menos 10 más en 2025. Su diferencial está en la calidad de su producto, elaborado con una receta importada de Italia, y en la posibilidad de personalizar cada pedido con más de 100 toppings.
La historia de la marca está ligada al recorrido personal de su fundador. Italiano de Florencia e hijo de argentinos, Yebrin llegó a Junín en 2012 con la idea de traer un producto de calidad premium al país: el yogurt helado. Sin embargo, en ese momento tenía solo 18 años y no contaba con los recursos económicos para hacerlo realidad. Para reunir el capital necesario, decidió volver a Italia y estudiar peluquería. Se formó con los mejores estilistas, trabajó siete años en una peluquería prestigiosa e hizo cursos de perfeccionamiento en Londres y Francia. En 2018, regresó a Argentina y fundó Gentlemen's, una barbería en Junín, con el objetivo de generar ingresos para su proyecto original, la yogurtería.
Cuando finalmente reunió los ahorros de un año de trabajo en la barbería, descubrió que solo tenía la mitad del dinero necesario. Para no seguir postergando su sueño, le pidió a su padre que se asociara con él. Así nació Vivere Bene, la yogurtería que hoy tiene presencia en ciudades como 9 de Julio, Pergamino, Lincoln, San Nicolás, Chivilcoy, Córdoba y Rosario. Está próxima a inaugurar más locales en Colón, Rojas y Olavarría; todos en cuestión de días.
La receta del yogurt helado es importada y exclusiva. El ingrediente núcleo, que define su textura y sabor diferencial, también proviene de Italia. "Busqué alternativas locales, pero nada se asemejaba a lo que conocía de Italia", explica Yebrin. Su concepto se basa en ofrecer un producto de alta calidad con más de 100 toppings para personalizar el yogurt, desde frutas de estación y Nutella hasta frutos secos y granolas. "A comparación del helado, el yogurt es más liviano, no cae pesado y tiene la mitad de calorías, dependiendo de los toppings que le pongas", destaca.
El yogurt helado es un mercado en crecimiento en Argentina. Si bien no tiene la misma tradición que en Europa o Estados Unidos, el consumidor argentino valora cada vez más las opciones saludables y de calidad premium. "El público al principio duda, porque no está acostumbrado a este tipo de productos, pero una vez que lo prueba, vuelve", señala Yebrin. En este contexto, Vivere Bene se posiciona como una marca innovadora, capaz de captar la atención de quienes buscan alternativas al helado tradicional.
En cada ciudad donde Vivere Bene desembarca, el mercado lo siente: "Donde ponemos un Vivere Bene, a la heladería ícono del lugar le baja un 50% la facturación. Somos, lamentablemente, un percance para ellos", asegura.
Yebrin reinvierte todo lo que gana con Vivere Bene en mejorar el negocio. Su fuente de ingresos sigue siendo la barbería, lo que le permite seguir apostando al crecimiento de su marca de yogurt helado sin presiones económicas personales. "Todo lo que se genera con Vivere Bene vuelve al negocio, porque quiero que sea una marca líder en el rubro. Vivo sin lujos y hasta tengo el mismo auto que me traje de Italia", asegura.
Se necesitan unos u$s100.000 para adquirir una franquicia Vivere Bene
A los seis meses de abrir su primer local, Yebrin inauguró una segunda sucursal propia en 9 de julio. Desde entonces, cada seis meses fue sumando nuevas aperturas. Sin embargo, decidió complementar su crecimiento con franquicias. "No son un negocio para la empresa, sino una herramienta para hacer más fuerte y conocida la marca. Pero también las impulsé porque para mí solo es mucho el dinero que hay que invertir en sucursales propias", explica. Para desarrollar este modelo, trabajó junto a Canudas Franquicias, tanto en la creación de los manuales operativos como su comercialización.
Para adquirir una franquicia de Vivere Bene, se necesita una inversión inicial desde u$s100.000, considerando un local de al menos 60 metros cuadrados. El grueso del desembolso corresponde a la maquinaria. El tiempo de recupero de la inversión es de 18 meses, dependiendo de la ubicación y el tamaño del local.
El franquiciado debe abonar un 5% en concepto de regalías y un 1,5% por publicidad. Si lo desea, puede recibir el local llave en mano. La capacitación incluye 15 días de entrenamiento en uno de los locales propios e involucra tanto al franquiciado como a su personal, que en temporada alta puede ser de hasta nueve empleados.

"Si el franquiciado no quiere fracasar con este negocio, no debe escatimar en la inversión. Tiene que hacer un local que se destaque", enfatiza Yebrin. "El yogurt helado es un producto nuevo e innovador que no todos conocen, por lo tanto, el local y la atención de excelencia deben invitar a las personas a querer entrar. Después, el producto va a hacer su magia y va a enamorar al cliente, pero antes hay que seducirlo con estos dos aspectos clave para que se acerquen y quieran probarlo".
En cuanto a los precios, la oferta de Vivere Bene incluye cinco tamaños de yogurt, con opciones premium. Actualmente, los valores arrancan en $2.400 para el tamaño chico, $2.800 para el mediano y $3.900 para el grande. La copa premium más grande cuesta $5.200 y pesa 450 gramos.
A futuro, Yebrin proyecta una fuerte expansión para Vivere Bene "Para 2025, esperamos abrir al menos 10 franquicias más en Argentina. Y para 2026, el objetivo es desembarcar en el exterior, empezando por los países limítrofes, desde donde ya tenemos montones de consultas", concluye el empresario del yogut helado.