Hidrovía, desenlace insólito: qué pasará tras presentarse un solo oferente en multimillonario negocio

Nadie hubiera pensado este desenlace. Sin embargo, fuentes bien informadas aseguraron a iProfesional que la decisión de dejar solo a DEME como la única oferente en la licitación más importante de este año para el capital privado internacional, solo pudo suceder si existió una coordinación aceitada entre los principales ejecutivos de las compañías dragadoras interesadas en trabajar en el lecho de la vía troncal natural (VTN) más conocida como la Hidrovía Paraná-Paraguay.

En Casa Rosada y en el Ministerio de Economía, la decepción de los funcionarios involucrados por el magro resultado de una licitación que el Presidente Javier Milei quería tener resuelta cuanto antes, pareció ser legítima si se analizan las duras declaraciones del vocero del Gobierno, Manuel Adorni y de Iñaki Arreseygor, titular de la Agencia de Puertos y Navegación.

Al menos, en las declaraciones públicas se mostraron indignados y hablaron de cazar a "un grupo de vivos que operaron para vaciar las ofertas" por el dragado de la autopista fluvial por donde salen las exportaciones de Argentina y de la región hacia el mundo, y no disimularon su desencanto por el retroceso del proceso licitatorio que seguirá tras la declaración de nulidad de la compulsa decidida el 12 de febrero.

Hidrovía: quiénes son los más perjudicados por la licitación fallida

DEME, nadie podía competir en precio contra la dragadora belga, fue la única oferente y terminará siendo investigada hasta por asociación ilícita por poner trabas a la licitación. Pero en realidad y, antes de analizar algunas posibles jugadas empresariales de alto nivel que dejarían afuera a los políticos argentinos, hay que señalar quiénes son los grandes perdedores por la decisión del gobierno de dar de baja la licitación.

El sector portuario y, fundamentalmente, el agrario son los grandes perjudicados por el fracaso de la licitación. Porque se aguardaba por una propuesta de profundización del dragado del lecho del río para que naveguen buques cerealeros de mayor calado que, en la actualidad no lo hacen porque podrían quedar varados, y mejores precios en las tarifas de los peajes.

Por el primer punto se especulaba con una profundización de 42-44 pies de profundidad en algunos sectores importantes de la Hidrovía como en las cercanías de Rosario donde la vara marca 36 pies en la actualidad. Mientras que por el segundo punto, con los contratos de la licitación anterior vencidos, el gobierno de Milei incrementó, hace un año, en un 40% la tarifa del peaje que cobra el Estado para abonar el servicio de dragado a la compañía Jan de Nul. Se explicó, entonces, que las administraciones anteriores habían dejado una deuda con la empresa de origen belga, millonaria y que había que saldar.

El peaje por el servicio de dragado, que hasta mediados de 2024 era de 3,06 dólares por tonelada de registro neto, fue incrementado por el gobierno de Milei a 4,30 dólares por tonelada, lo que representa un perjuicio para la competitividad del sector agrícola, dado que ese costo se incorpora al valor interno de los granos; es decir, lo pagan, de manera indirecta, los productores.

Ellos junto a los actores del mundo portuario son los grandes perdedores. Podría haber más en el mundo de la política, pero es allí donde las cuestiones se confunden y comienzan las suspicacias.

Qué pasará ahora con el millonario negocio de la Hidrovía

Entre los ganadores podrían estar muchos funcionarios que hoy se patean el rostro por el piso por el fracaso de la licitación del 12 de febrero, pero que respiran un poco más aliviados porque saben que si convalidaban el proceso podrían haber tenido problemas graves con la Justicia como quedó señalado 24 horas antes de la sorprendente apertura de una sola oferta, cuando los fiscales advirtieron  por serias irregularidades en los pliegos.

Si los hermanos Milei no los echan de sus puestos, tendrán un año para hacer las cosas un poco mejor o más acorde a los señalamientos de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) que señalaron que no se le dio debida participación a las autoridades del ministerio de Economía; que hubo dudas en la conformación de la comisión evaluadora de las ofertas y que el plazo para la presentación de ofertas, que tenía como fecha de vencimiento el 12 de febrero, era exiguo para una licitación que solo puede interesar a grandes compañías del exterior.

Acerca de este punto, la PIA destacó que se presentaron múltiples impugnaciones de parte de varios oferentes que no fueron debidamente atendidas y que podría vulnerar la efectiva competencia entre multinacionales. 

El papel de la empresa DEME en ese sentido fue fundamental, porque llegó hasta la Justicia para reclamar que Jan de Nul tenía ventajas. Su pedido de postergar la licitación no fue tenido en cuenta en sede judicial, pero lo más extraño es que la empresa que más se quejó fue la única que se presentó y la que supuestamente era la que tenía todo para ganar decidió no participar (Jan de Nul).

Es aquí donde comienza el terreno de las contradicciones y las oscuridades. Donde la razón comienza a imaginar todo tipo de jugadas audaces de los principales ejecutivos de las compañías dragadoras involucradas. En suma, dónde poco puede hacer un funcionario como Arreseygor y donde el Presidente probablemente no sea tenido en cuenta. 

Porque es tan extraña la ausencia de ofertas de Jan de Nul, de Boskalis, de Van der Oord  y de siete empresas más que es difícil de explicar racional y coherentemente lo que a todas luces parece ser un vaciamiento de la licitación.

Empresarios, ejecutivos y trabajadores con muchos años de actividad en torno a la Hidrovía fueron consultados por iProfesional. Nadie quiso dejar su nombre y apellido en las declaraciones por estar todo tan embretado. Pero sí hubo coincidencias en algunos puntos.

"Jan de Nul no participó hoy, pero podría hacerlo mañana con otros pliegos menos cuestionados por los fiscales de la PIA", dicen por un lado. Otros coincidieron,  "Jan de Nul deberá seguir con el dragado hasta que se realice una nueva compulsa porque si no quién va a mantener las operaciones en la Hidrovía. Claramente, es uno de los ganadores, aunque debería explicar por qué no participó con una oferta el 12 de febrero", señalan.

Otras reflexiones de fuentes muy informadas  señalaron que "DEME ,sabíamos todos que  se iba a presentar y su oferta por precio del peaje era imbatible, frente a tanta protesta judicial y administrativa por el pliego, los holandeses de Boskalis auspiciados por Macri y la reina Máxima, prefirieron desistir. Van Oord prefiere que la Hidrovía la maneje Jan de Nul antes que sus coterráneos holandeses de Boskalis".

Y, una fuente que estuvo en el tramo final del proceso licitatorio señaló a iProfesional que "cuando DEME se presentó, Van Oord se retiró y se fue al mazo y la gente de Jan de Nul hizo lo propio después. Indudablemente, a nadie le convenía jugar con estas reglas, con este pliego tan manoseado".

En un año electoral se impondrá el statu quo para la Hidrovía y los productores y usuarios de la autopista fluvial deberán continuar pagando las mismas tarifas, esperando mejoras que podrían llegar cuando se licite la VTN de manera lógica. Pero ese proceso llegará luego de las elecciones de medio término.