Es emprendedor y creó un botón de ayuda para personas mayores: cómo funciona y cuánto cuesta

En la vida de Javier Rizzitano, la tecnología siempre estuvo presente. Técnico electrónico y apasionado por la innovación, dedicó 30 años a la reparación de equipos electrónicos mientras, en paralelo, exploraba distintos proyectos tecnológicos como hobby. Sin embargo, fue una situación personal la que lo llevó a desarrollar Botón de Ayuda, un dispositivo antipánico diseñado especialmente para que las personas mayores se puedan comunicar rápidamente con un servicio de emergencia o su grupo familiar

Hace dos años, su madre atravesaba un tratamiento contra el cáncer. Vivía sola y la debilidad provocada por la enfermedad la hacía vulnerable a caídas y emergencias en el hogar. "Le llené la casa de botones y le dije que ante cualquier necesidad de ayuda solo debía presionarlo y cualquiera de sus hijos acudiría en su auxilio", recuerda Rizzitano.

Así nació la idea de Botón de Ayuda, un sistema simple, que funciona dentro del hogar, conectado al Wi-Fi, sin costos mensuales, instalaciones complejas ni necesidad de chip telefónico. "La problemática principal es que muchas personas mayores viven solas y sus hijos pasan el día trabajando, sin saber si están bien o si necesitan asistencia", explica Rizzitano. El sistema consiste en un Botón "mini" de mesa de luz, que se enchufa a la corriente y actúa como centro de alerta al que se le puede agregar remotos personales en distintas presentaciones: pulsera, colgante, autoadhesivo o de largo alcance.

Los equipos son muy pequeños y livianos, fabricados en PVC y silicona hipoalergénica y su funcionamiento es simple: al presionar el botón, se envía una alerta con un texto programable hasta a 200 celulares a través de una aplicación gratuita. Tampoco requieren recargas, ya que funcionan con pilas de larga duración (más de un año), fáciles de reemplazar. Además, hay opciones resistentes al agua, pensadas para su uso en la ducha, uno de los lugares de mayor riesgo de caídas.

"Entendemos que el problema está dentro del hogar, porque si alguien sufre un accidente en la calle, siempre habrá alguien que pueda ayudar. Pero si está solo en su casa, puede pasar horas o días sin asistencia", reflexiona el creador del dispositivo.

En dos años ya vendieron más de 3.000 dispositivos

Lo que comenzó como una solución personal se transformó en un emprendimiento que ya vendió más de 3.000 equipos a lo largo de todo el país. "El crecimiento mes a mes ha sido constante, gracias al trabajo que hacemos para visibilizar la importancia del Botón de Ayuda", cuenta Rizzitano, quien desde hace tres meses trabaja junto a su hermano en la expansión del proyecto.

La comercialización se realiza a través de MercadoLibre y de su propia página web, botondeayuda.com.ar, donde también ofrecen envío gratuito, atención personalizada y videos explicativos en redes sociales.

Los precios de los dispositivos oscilan entre los $108.000 y 173.800, según la configuración y accesorios elegidos. "Sabemos que no todos pueden pagarlo, por eso mantenemos los precios congelados desde hace tres meses y hemos impulsado programas de donaciones a través de Instagram para quienes lo necesiten y no puedan costearlo", destaca Rizzitano.

La respuesta de los usuarios es lo que impulsa a Rizzitano a seguir mejorando el sistema. "Gracias por pensar en nuestros viejos", "Me solucionaste un problema gigante" y "Ahora mi madre está mucho más tranquila y yo menos preocupada" son algunos de los comentarios que reciben a diario. La comunicación con los clientes es directa, a través de mails, formularios de ayuda y WhatsApp, lo que permite ir adaptando el servicio a las necesidades reales de las familias.

Además del éxito en Argentina, Botón de Ayuda despertó el interés en otros países como México, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Panamá, aunque la empresa aún no cuenta con un sistema de exportación. "Tenemos muchas consultas del exterior, pero todavía no logramos desarrollar un programa para esos mercados", señala Rizzitano.

Para el emprendedor, Botón de Ayuda es mucho más que un negocio. Es un proyecto que le permitió independizarse y hacer lo que le apasiona: crear soluciones tecnológicas con impacto real en la vida de las personas. "Nos ha permitido alejarnos de la relación de dependencia y dedicarnos a lo que nos gusta, que es tener un proyecto propio y ayudar a la gente", afirma.

A futuro, los dos hermanos planean seguir mejorando el producto, ampliar la difusión y, eventualmente, explorar la posibilidad de internacionalizarse. Pero más allá del crecimiento comercial, el objetivo de Rizzitano sigue siendo el mismo con el que comenzó: ayudar a las familias a estar más conectadas y brindar tranquilidad a quienes cuidan de sus seres queridos.

"Siempre hay algo que podemos hacer por nuestros viejos", reflexiona el creador de este dispositivo antipánico. "Puede ser un Botón de Ayuda, un simple timbre o soluciones más complejas. Lo importante es no olvidar que, en algún momento, todos vamos a necesitar que alguien nos dé una mano y todos vamos a ser personas mayores".