Es argentino, con 8 años era un genio de la robótica y hoy lidera una empresa súper exitosa
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Con 22 años, Matías Armani está transformando la manera en como las pymes gestionan sus negocios. Su historia no solo inspira, también demuestra cómo la pasión y la tecnología pueden superar cualquier límite. De niño, mientras otros jugaban a la pelota, él desarmaba juguetes en el taller de su padre, un ingeniero industrial que le mostró el mundo de los circuitos y las soluciones creativas. Hoy, este joven emprendedor es el fundador de devFactory, una empresa que optimiza procesos empresariales y ya exporta a Estados Unidos.
La chispa de su genialidad se encendió temprano. A los 8 años, participó por primera vez en competencias de robótica. A los 14, logró el segundo puesto en un torneo nacional y, al año siguiente, se coronó campeón nacional. Como si eso fuera poco, también se destacó en las Olimpíadas Matemáticas Argentinas, alcanzando la final y obteniendo una mención especial. "Esas experiencias me enseñaron que los únicos límites son los que uno mismo se impone. Con esfuerzo, dedicación y paciencia, los sueños más ambiciosos son alcanzables", reflexiona Matías, quien además, a los 18, fue profesor de tecnología en un colegio secundario.
Con ese bagaje, no sorprende que, al llegar a la Universidad Nacional de Cuyo para estudiar Ingeniería Mecatrónica, su mente ya estuviera enfocada en proyectos concretos.
Pero su camino no estuvo exento de desafíos. Si bien la etiqueta de "joven emprendedor" lo llena de orgullo, también le impuso un doble esfuerzo. "A menudo, se espera que demuestres más de lo habitual para que tus ideas y proyectos sean tomados en serio. Sin embargo, creo que la juventud es el mejor momento para tomar riesgos, cometer errores, aprender de ellos y ser resilientes", señala tras recordar cómo se sintió subestimado cuando una vez un cliente lo trató con desconfianza por rostro aún adolescente. "Ahí entendí que lo que realmente importa no es la edad, sino la actitud y las soluciones que uno puede ofrecer", agrega.

En 2022, Matías visitó Innamorato, una heladería con siete sucursales y 150 empleados, con la idea de ayudar a mejorar sus procesos. Lo que encontró fue un caos de planillas de Excel y registros manuales que frenaban la operación. Esa experiencia fue la que le dio vida a devFactory con una inversión inicial de u$s500 que uso de sus ahorros y u$s5.000 más que consiguió tras asociarse con Amazon Web Services (AWS) Startup como aliado tecnológico. "Iba todos los días a la fábrica para analizar cada puesto de trabajo y entender qué necesitaban. Probábamos cada función con los empleados y ajustábamos el sistema para que fuera intuitivo", cuenta Armani sobre cómo se embarcó en el desafío de crear un sistema de gestión desde cero.
El resultado fue un sistema intuitivo que automatizó procesos clave de la heladería, redujo errores y optimizó los tiempos. Por ejemplo, la gestión del stock, que antes tomaba horas, ahora se realiza una vez por semana, de manera automática y en 15 minutos. Además, con los datos el sistema crea informes y gráficos para poder analizar y visualizar la operatoria y, cuenta con funcionalidades para detectar faltas, fallas y así poder optimizar la producción, recortar costos y maximizar las ventas.
Con una suscripción desde $60.000 por mes, logró 300 usuarios activos
Actualmente, devFactory es un sistema integral que no solo reduce errores y ahorra tiempo, sino que también democratiza el acceso a la tecnología. Con un modelo de suscripción que arranca en $60.000 mensuales, esta herramienta abarca toda la cadena de valor, desde proveedores y stock hasta producción, ventas y recursos humanos. Cada colaborador tiene acceso a una cuenta personalizada, lo que elimina procesos redundantes y papeleo. "Queremos que las empresas no tengan que adaptarse al software, sino que el software se adapte a ellas", afirma.
La innovación también es parte fundamental de devFactory. La plataforma incluye DEVY-AI, un asistente de inteligencia artificial que permite consultar datos mediante WhatsApp. "Es tan simple como preguntar cuál fue la sucursal que más vendió en el día, y la respuesta llega en segundos", explica Armani.
Con más de 300 usuarios activos, en 2024 devFactory dio un salto clave: cruzó fronteras y llegó a Paraguay y a Houston, Estados Unidos, donde fue implementado por la heladería La Argentina. "La expansión internacional fue un gran desafío. Tuvimos que adaptarnos a normativas fiscales y culturales, pero eso nos ayudó a fortalecer nuestra propuesta", explica el emprendedor desatascando el trabajo de Andrea Campetella, quien se encarga de las relaciones comerciales en la startup.
Los logros motivaron al joven emprendedor a participar en el Draper Founders Program, un prestigioso programa de aceleración donde presentó su proyecto ante inversores internacionales y refinó su estrategia de crecimiento. Mientras los planes de expansión por América Latina se van concretando, Matías se prepara para viajar a Corea del Sur, donde completará materias de su carrera en Jeonbuk National University y explorará nuevas oportunidades devFactory. "Espero que esta experiencia sea el primer paso para llevar devFactory a Asia. La innovación que hay en Corea es impresionante", comenta.
En cinco años, Armani espera que devFactory sea una plataforma de referencia, consolidada en todo el continente y, si todo sale como lo planea, estará también iniciando su expansión en países de habla no hispana ni inglesa. "Será un gran desafío, pero es hacia donde apuntamos", dice con entusiasmo.
Con una clara visión y un producto que combina tecnología, eficiencia y accesibilidad, con devFactory, este joven emprendedor no solamente está democratizando el acceso a la digitalización a las pymes, sino que también está demostrando 20, 30, 40 o 50 años son solo números y que para emprender solo hace falta pasión y determinación. Para los jóvenes que sueñan con emprender, Matías tiene un mensaje claro: "No teman a los errores. Rodearse de personas clave y aprender de los fracasos es fundamental para crecer", concluye.