Churros El Topo, antifranquicias: solo los miembros de la familia fundadora pueden abrir locales
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Desde 1968, las churrerías El Topo se convirtieron en un clásico. Fueron los primeros en instalar un local de venta de churros en Villa Gesell, fueron creciendo y ya sumaron 22 madrigueras. Una empresa creada por Hugo Navarro y Cacho Elía, es continuada por sus hijos y nietos. Crecen con un modelo de negocio único y van por más: el foco está en las churrerías con cafetería/bar y los locales sin TACC.
El Topo tiene en su página web una sección de Franquicias, pero curiosamente, cuando uno clickea aparece la imagen de Vito Corleone de El Padrino y una frase: "La nostra è un'azienda di famiglia. Per aprire una tana devi far parte della famiglia. Non vendiamo franchising, capisci?". Traducida dice: "La nuestra es una empresa familiar. Para abrir un local debes ser parte de la familia. No vendemos franquicias, ¿entiendes?".
Es la pregunta que más responden y lo que tienen claro es que no van a crecer a través de franquicias. Sólo los miembros de la familia tienen locales y antes, tienen que trabajar en los locales y deben conocer muy bien el negocio. El Topo tiene 22 miembros, los dueños de cada local. Crecieron sin protocolos y todo se dirime vía Whatsapp. Cada local, puede probar y lanzar nuevos sabores, cada uno tiene libertad.
Así se expanden sin franquicias las churrerría El Topo
Hay 7 madrigueras en la Ciudad de Buenos Aires, 5 venden los churros tradicionales y dos venden sin TACC en las zonas de Tribunales y Belgrano. Un nuevo formato comienza a expandirse: churrerías con cafetería. Hay una en Diagonal Norte y Florida y otra en Constituyentes y Mosconi.
En el partido de Pinamar tienen 6 locales, 4 tradicionales y 2 sin TACC, el de Bunge y la playa tiene bar. En el partido de Villa Gesell tienen 3, en Gesell, Mar de las Pampas y Mar Azul (con bar). Además tienen presencia con un local en Mar del Plata, sumado a 2 en Necochea, en Quequén, otro en Bahía Blanca y hasta llegaron a Bariloche.

Juan Navarro hijo e Hugo, es el community manager y quién responde cada tuit de X, está a cargo de los locales de CABA y gerencia el local de Villa Gesell. "Tenemos madrigueras con cafetería/bar Mar Azul, Pinamar, Constituyentes y Diagonal Norte desde abril pasado. Me gustó mucho como están trabajando. En invierno ofrecemos chocolate caliente, té y cuando viene el calor churros salados con cerveza y gin tonic. El local de Bariloche lo estamos agrandando y le vamos a poner bar. Este año abrimos Diagonal Norte, Carilo sin TACC y estamos reformando la madriguera de Quequén", contó Navarro.
La cadena de churrerías sigue en plena expansión. "La tercera generación abrirá en Tandil una nueva madriguera. Tenemos proyectado Costa Esmeralda y Chapadmalal. Ojalá se cumplan los tres", adelantó.
Tienen pedidos para llevar la marca a Estados Unidos, Uruguay, Brasil, Australia, de todas partes del mundo. "No vamos a franquiciar, en todos los locales se hace el proceso completo de producción y eso nos garantiza la calidad del producto. La maquinaria es artesanal, no tenemos una tecnología que apretas un botón y sale un churro. Son varios procesos artesanales que no nos permiten tener una cadena de producción centralizada. No se puede congelar, se vende a demanda para que este caliente o tibio. No se puede vender frio, todo hace que la franquicia sea complicado para la calidad del producto", cuenta reforzando lo que ya dijo Vito Corleone.
Los sabores más vendidos de las churrerías El Topo
El Topo ofrece entre 20 y 25 sabores, depende el local. En Bariloche hay churros rellenos con sabores patagónicos: ciervo, trucha ahumada y rosa mosqueta. En el resto de los locales, tienen de todo dulce de leche, crema pastelera, limón, membrillo, dulce de leche vegano, frutos rojos, nutella, Oreo, pasta de maní, manzana, menta, bananita Dolca, Bom o Bom y sabores salados como roquefort, jamón, queso cheddar, humus, aceituna y leberwurst, entre otros.
El sabor que más se vende por mostrador o delivery es el dulce de leche. Le siguen los de crema pastelera, baño de chocolate y relleno con dulce de leche vegano. El salado más pedido es el de roquefort.

Los churros sin TACC son un éxito, tienen cuatro locales dos en Pinamar y dos en CABA donde garantizan la no contaminación. "Estamos vendiendo muy bien, tenemos una buena conexión con los clientes celiacos. Además decidimos cobrar lo mismo que un churro normal", contó y advirtió que abrirán más locales de este tipo.
Ventas
El año pasado fue un año complicado para muchos sectores y también para el negocio de los churros. "En 2024 tuvimos una caída del 5% en las ventas. En enero a julio trabajamos muy bien, a partir de agosto empezó a caer. Septiembre y octubre fueron meses donde la caída en las ventas fue muy fuerte, fue tal que la venta se derrumbó y terminé en saldo negativo en unidades de venta comparado con el 2023. La caída en esos dos meses fue casi del 25% en las ventas", explicó.
La Costa Atlántica comenzó una temporada con temperaturas atípicas. Juan Navarro hace un balance de fin de año y de los primeros 15 días de enero: "Diciembre fue un mes raro por el clima, no estuvo lindo y es un mes de muchas escapadas, no fue un buen mes. Se remontó el 21 de diciembre y se empezó a trabajar bien. Cerramos la primera quincena de enero y en Villa Gesell trabajamos un poquito más que en 2024. Hubo mucha gente, que viene por cuatro días pero gasta. Esperemos que en la segunda quincena pase lo mismo".
En CABA el panorama fue diferente. "Bajó un poco el nivel de consumo comparado con enero 2024. En la primera quincena no hubo muchas promos, algo que sí habrá en la segunda quincena. Lo cierto es que las promociones son fundamentales en este contexto para vender", analizó Navarro.
En la Ciudad de Buenos Aires el panorama es complejo y se nota la baja en el consumo en barrios que no son clase alta. El termómetro de El Topo: "En los barrios de Flores y Villa Pueyrredón es donde más cayó la venta, mucho más que en Belgrano, Palermo o microcentro. Son barrios más populares que tienen más problemas para el gasto diario. Queremos ver cómo viene la cosa, si se reactiva o sigue la caída o se estabiliza. Tuvimos una caída en la rentabilidad de entre el 7 y 10%. Necesitamos tener un horizonte para proyectar, invertir y planificar, queremos que esto se acomode para saber dónde estamos parados. Hay locales como el de Belgrano que pagábamos $180.000 de luz y pagamos $700.000, lo mismo con las actualizaciones de los alquileres. Pero no nos podemos quejar, podemos pagar los sueldos, a otros sectores les fue peor".

Además de estar atento a CABA, a Villa Gesell y a todo, Juan Navarro no descuida la red social X donde la cuenta oficial @churreriaeltopo tiene 123.741 seguidores, en IG 135.000 y otro tanto en tik tok. Cuando algún comprador se queja abusivamente de algún trabajador, El Topo sale a defender a su gente.
El secreto de esta cadena de churros de 56 años es simple:"X lo manejo yo, las redes fueron fundamentales para nuestro crecimiento, para que nos conozcan como empresa y prueben la mercadería. A algunas empresas no les interesa o no quieren, pero a nosotros siempre nos enseñaron que la empresa estaba atendida por sus dueños. Atendía mi vieja o yo, o alguno de mis hermanos. Después de ver todo el trabajo y esfuerzo que hicieron, el negocio tiene que estar atendido por sus dueños. Para poder crecer te limita, hay que formar equipo propio, pero es un gran desafío. En X El Topo habla, se pelea, discute".
Logró crear un vínculo con sus clientes atípico para una empresa, pero que genera una gran fidelidad en sus consumidores. El secreto del éxito de esta empresa multifamiliar.