• 14/1/2025

Por qué los gigantes del agro entran en default o terminan en quiebra en Argentina, el "granero del mundo"

Campo de Avanzada informó que incumplirá pagos y se suma a la situación crítica que atraviesan Los Grobo y Surcos. Las variables que impactan en el agro
14/01/2025 - 20:09hs
Por qué los gigantes del campo quiebran o caen en default en la Argentina

Primero fue el turno de Los Grobo y su controlada Agrofina, luego brotaron novedades en torno a Surcos y la situación más reciente corresponde a Campo de Avanzada. A un ritmo que viene ganando en aceleración con el correr de las semanas, distintos "peso pesado" de la agroindustria comenzaron a explicitar la imposibilidad de afrontar sus respectivas obligaciones financieras, por lo que los cheques rebotados y los vencimientos incumplidos se han vuelto una constante en este primer tramo de 2025. Aunque con matices según el caso, las compañías del agro coinciden en atravesar una instancia productiva marcada por la incertidumbre y la preocupación. Precios internacionales deprimidos, carga tributaria, y cuestiones domésticas como el tenor del tipo de cambio y el componente climático se combinan para dar pie a un escenario que hoy pega de lleno en el agronegocio.

El último impacto informado por el sector corresponde a Campo de Avanzada, una compañía con sede en Córdoba pero base operativa en Entre Ríos, que explota más de 7.600 hectáreas con foco en la siembra y cosecha de maíz.

La situación económica de la firma comenzó a tambalear a mediados del año pasado, con declaración de concurso preventivo incluida, pero no fue hasta esta semana que informó su decisión de no abonar el último pago de capital e intereses de la Obligación Negociable (ON Pyme) lanzada en enero de 2022.

En este inicio de año, Campo de Avanzada suma 205 cheques rechazados por un monto superior a los $1.150 millones, y una deuda acumulada con el sistema financiero del orden de los 2.267 millones de pesos.

Al momento de explicar el porqué de este presente en rojo, desde la firma se mencionaron aspectos como la sequía de las tres últimas campañas, la aparición de plagas –en concreto, la "chicharrita"–, y una suba de costos que impacta en los números de cultivo del maíz.

Surcos, otra empresa en estado crítico

Por su parte, la fabricante de plaguicidas Surcos enfrenta una situación financiera y judicial cada vez más comprometida. También en las últimas horas, informó que no cumplirá con el pago de vencimientos ligado a sus Obligaciones Negociables (ON) y arrastra un default que ya suma un mes de establecido.

"Sin perjuicio de continuar realizando todas las medidas necesarias para adoptar una solución integral que permita asegurar el normal funcionamiento de la compañía, considerando, tal como se ha informado, que se ha detectado la inhibición general de bienes y el embargo de cuentas bancarias, se informa que la Sociedad se encuentra imposibilitada de abonar el séptimo pago de las obligaciones negociables Serie X VS, que asciende a la suma de US$ 69.025,46", indicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

La compañía se mantiene en cuenta regresiva para avanzar con la apertura de un procedimiento preventivo de crisis (PPC) con el fin de promover suspensiones o, directamente, el recorte de personal. A la par del incumplimiento en las ON, la empresa es objeto de un embargo por $21.6 millones iniciado por la financiera Finlatina SA. Surcos suma cheques rechazados por un monto cercano a los 300 millones de pesos.

Al momento de explicar el momento crítico que atraviesa la compañía, desde Surcos se indicó que en el último año su venta de pesticidas decayó más del 30% por efecto de variables como la ya mencionada sequía y un "cambio de hábitos de compra de los productores", cada vez más receptivos a la utilización de bioinsumos.

Las complicaciones de Surco y Campo de Avanzada siguen la estela de la agropecuaria Los Grobo y su controlada Agrofina, que tras el default de fines de diciembre dejaron a la vista un volumen cada vez más amplio de cheques rechazados. Por estos días, sólo Los Grobo ostenta documentos rebotados por falta de fondos por un monto en torno a los $1.370 millones, mientras que su productora de plaguicidas acumula $450 millones por igual concepto.

Nuevamente, el contexto de números en rojo que mostró la agroindustria en el último año, combinada con la quietud del tipo de cambio pero con alza del peso, y la variable climática, son mencionados como los pilares de una instancia de malos resultados para el grueso de las empresas de ese nicho.

Fuentes de la compañía habían señalado a la prensa que los precios están en sus menores valores en 20 años y que las ventas de agroquímicos se desplomaron un 30%, afectando a su unidad de venta de insumos. 

En ese sentido, un informe de Fundación Mediterránea remarca que 2024 fue un año de incertidumbre para el sector, y que el período complicó a las empresas del agro en general a partir de "precios deprimidos y (una) moneda fuerte", además de señalar que ya para este año un "un revés climático" podría ser letal para la agroindustria en general.

Según el trabajo, el segmento atraviesa una coyuntura completa "tanto en el frente externo, con precios bajos en perspectiva histórica, particularmente en el mercado de la soja, como en el plano local, en el que se combinan una elevada carga tributaria con costos que han subido significativamente en dólares por una apreciación sostenida de la moneda durante todo el año pasado".

Agro en rojo: Brasil, la contracara de Argentina

Fundación Mediterránea menciona a Brasil como la contracara del momento que atraviesa al agro doméstico. "(Brasil) muestra hoy dos ventajas respecto de la situación argentina en lo que hace a los incentivos que se ofrecen al sector exportador: por un lado, el vecino no grava las exportaciones de ningún producto con un impuesto, por el otro, su moneda se ha depreciado sensiblemente en los últimos meses, compensando en parte la baja de los precios internacionales de las commodities".

Si bien la organización refiere a los casos de Los Grobo, Agrofina, y otras compañías con un presente financiero complicado, descarta que el segmento se encuentre en una instancia de crisis generalizada. O, al menos, aclara que no es algo que esté ocurriendo en este momento.

"Tampoco se encuentran señales de alerta cuando se mira la tasa de irregularidad de los créditos a la actividad agrícola (entidades financieras reguladas por el BCRA), más bien todo lo contrario", argumentó.

Para luego ampliar: "Este indicador mide el porcentaje de los préstamos totales al sector (en moneda local y extranjera) que cuentan con al menos 31 días de morosidad y el último dato disponible (tercer trimestre 2024) luce muy positivo: la morosidad cayó intertrimestral por cuarta vez consecutiva y se ubicó en apenas 2,8% del total de los préstamos, un valor muy similar al promedio nacional y que constituye el registro más bajo de los últimos 27 trimestres en la actividad".

Desde esa perspectiva, se señala que las situaciones de default e incumplimientos de estas semanas aún no conforman un escenario de rojo masificado para el sector de la producción agrícola intensiva y su cadena de proveedores. Pero sí se exponen variables que, como en el caso del valor del dólar, las retenciones a las exportaciones y la pérdida de valor de los commodities, podrían empujar a más empresas a una situación de potencial "crac" financiero si no son modificadas en el corto y mediano plazo.

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