Las razones detrás de la quiebra de un gigante norteamericano de la comida rápida que ganaba millones
Red Lobster, una destacada cadena de restaurantes en Estados Unidos, con una notable presencia internacional y sucursales en países como Ecuador, Canadá, Japón y México, entre otros, en la actualidad está atravesando serias dificultades financieras.
En sus primeros años, la empresa ganó popularidad al ofrecer camarones ilimitados por solo 20 dólares. Esta estrategia resultó ser un gran atractivo para los clientes y contribuyó a un crecimiento rápido. Sin embargo, en la actualidad, la cadena ha tenido que cerrar 23 sucursales en un corto período, dejando su red con aproximadamente 500 locales.
¿Por qué Red Lobster entró en quiebra?
La cadena de marisquerías enfrentó graves problemas financieros debido a decisiones operativas y financieras que resultaron en una pérdida aproximada de 11 millones de dólares.
Uno de los factores clave fue su promoción de camarones ilimitados por 20 dólares, un precio que mantenía sin ajustes desde hace más de 30 años, sin tener en cuenta la inflación acumulada.
Red Lobster optó por no renovar los contratos de alquiler de varios establecimientos, lo que resultó en el cierre de más de 100 locales durante el verano del hemisferio norte. Además, Credit Corp Group, un prestamista con experiencia en la gestión de restaurantes, está en proceso de adquirir la cadena, después de haberle prestado 100 millones de dólares para ayudar a superar sus dificultades financieras.
¿Puede una firma financiera revitalizar la marca?
En gran medida, el futuro de la cadena de mariscos dependerá de la habilidad de la firma financiera para revitalizar una marca que, durante años, fue sinónimo de mariscos de alta calidad.
Entre las causas más importantes de la quiebra de Red Lobster se encuentran la mencionada promoción de camarones ilimitados. El acuerdo con Thai Union, que se convirtió en su proveedor, impulsó esta promoción para vender más productos, pero también incrementó sus costos. Además, la aparición de competidores en el sector, como Chipotle y Chick-fil-A, afectó negativamente a la cadena.
Finalmente, un fuerte golpe para la empresa fue la ruptura con Thai Union, que decidió vender su participación en la empresa, registrando una pérdida de 530 millones de dólares. La compañía justificó esta decisión citando la pandemia, los desafíos del sector, las tasas de interés más altas y el aumento de los costos de materiales y mano de obra como factores que contribuyeron a su retiro.