Un avión de Flybondi viajó a Río de Janeiro con "desperfectos" en una de sus salidas de emergencia

Flybondi debe ser actualmente y sin lugar a dudas la compañía aérea más odiada por los argentinos debido a las innumerables irregularidades que comete y que a diario dejan a miles de pasajeros sin poder llegar a sus destinos.

Demoras, cancelaciones, incumplimientos horarios, aviones con fallas y un taller que ya fue parcialmente cerrado por las autoridades nacionales son algunas de las ilegalidades que esta empresa de supuesto origen británico computa en su agenda de constantes incumplimientos.

A pesar de semejante prontuario, el gobierno nacional que preside Javier Milei le sigue permitiendo a sus dueños mantener el negocio sin ninguna clase de medidas que lleven a la aerolínea a ajustar sus operaciones o, en definitiva, a cancelarle la licencia, a pesar de que se suman los pasajeros que de manera permanente realizan denuncias y reclamos por el pésimo servicio que reciben.

¿Vuelos baratos?

De hecho, si bien se la cataloga como una low cost, los precios de sus pasajes distan mucho de poder considerarse "baratos" o "económicos", más si se comparan los valores con la atención que sus pasajeros reciben. 

El último caso dudoso fue el del vuelo que FO 5444 que el pasado sábado 27 de diciembre despegó a las 16:41 desde Córdoba con destino a Bariloche y que, por una indicación de falla técnica tuvo que regresar a la capital cordobesa.

La aeronave matrícula LV-KJF transportaba pasajeros en viaje de egresados debió volver a origen aterrizando a las 17.22hs y reanudó el servicio con otra aeronave –matrícula LV-KHO que llego al aeropuerto Taravella a las 20.10 horas del mismo día.

Según el portal especializado Aviación Aérea.com.ar y la página de seguimiento de aeronaves FlyAware, el Boeing 737/800 – LV-KJF – con destino Bariloche con 186 pasajeros a bordo, debió regresar por supuestos inconvenientes técnicos pero sin declarar la emergencia. 

De todos modos y por precaución todos los servicios de la terminal aérea pasaron al modo alerta y sus pasajeros luego de descender permanecieron en la Sala de Embarque Nacional hasta después de las 20.10hs momento en el que arribo otra aeronave, el Boeing 737/800NG matrícula LV-KHO.

Maltrato permanente

Si bien sus autoridades negaron lo ocurrido, no se trata del único incidente de este estilo que ocurre en un avión de Flybondi ya que este cronista fue testigo directo de otro  desperfecto y, a su vez, víctima del maltrato y la mala educación de parte de  la tripulación del vuelo FO 05900 con destino a Río de Janeiro.

La aeronave, que partió de Ezeiza, el pasado 29 de diciembre, habría realizado todo su trayecto con un desperfecto en una de sus puertas de emergencia, tal  como admitió un integrante del staff a este cronista. La circunstancia, que en primera instancia fue ocultada por la tripulación, salió a la luz cuando solicité escuchar las razones por las cuales literalmente me echaron de los asientos 15 A y 15 B que, justamente, se encuentran a la altura de esa puerta.

Los tickets, cuyo costo unitario superó los $900.000 al ser comprados en octubre pasado con la consiguiente recarga por elegir ubicación, no fueron tenidos en cuenta por la persona que, de malos modos, me retiró a mi y a mi acompañante de ambos asientos.

En un primer momento no hubo explicaciones de semejante atropello ya que lo único que el personal sostenía era que esa fila había sido "bloqueada" por las autoridades y que debían cambiar nuestros asientos a los que quedaran libres.

Falla "habitual"

La razón (puerta con desperfecto) fue recién explicada por otro integrante de la aerolínea que, con prepotencia y soberbia, volvió a intentar cambiar nuestros lugares argumentando que una de las puertas sufría un desperfecto y que, por tal motivo, un mecánico de la empresa debía viajar en esos asientos a modo de precaución. Ante la negativa de este cronista, dicho empleado de Flybondi amenazó con llamar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para bajarme a mí y a mi acompañante del vuelo si mantenía mi decisión.

En ese momento fue cuando hizo mención al desperfecto que, de acuerdo a su opinión, no revistaba riesgo alguno para el vuelo siendo que se trataba de una puerta de emergencia y de que un mecánico debió viajar "por las dudas".

Más allá de que dicho desperfecto no impedía el viaje de tres horas hasta el aeropuerto El Galeao de Río de Janeiro, debí cambiar de lugar a los que, de forma, prepotente, nos indicaron y que fueron con asientos separados y en lugares totalmente incómodos si se tiene en cuenta que las filas de los aviones de Flybondi están hechas para contorsionistas más que para personas normales.

En ese contexto y luego de mi insistencia, una de las azafatas, la única amable y que admitió que yo tenía razón en el reclamo, me facilitó los datos para iniciar un trámite de reclamo que hasta la fecha no fue tenido en cuenta. De hecho, el vuelo transcurrió con normalidad, pero con la atención del resto de los pasajeros que, a través de la discusión generada, se enteraron de que la aeronave iba a volar con una de sus puertas de emergencia en riesgo.

Consultados por iProfesional, en la empresa reconocieron el desperfecto pero justificaron el maltrato y la medida unilateral tomada por la compañía asegurando que "es correcto que el mecánico viaje en esa ubicación y el avión pueda volar perfectamente, sin tener que generar una preocupación".

Las palabras pertenecen a Lucía Ginzo, ejecutiva de Flybondi, quien le pidió a este cronista los datos de la reserva para "hacerte la devolución del dinero que pagaste por los asientos". De igual modo, solicitó que aclare si en el vuelo de regreso también compré la misma ubicación, es decir fila de puerta de emergencia, sin explicitar los motivos de ese pedido.

Con relación al desperfecto, reiteró que "es algo que está habilitado a hacerse y no reviste ningún riesgo". Agregó que "si no fuera así, ese vuelo no sale. Además de que ningún mecánico ni la tripulación misma hubieran proseguido con la operación".

De sus palabras no se comprende entonces el desalojo de dos pasajeros que, con varios meses de anticipación, habían comprado dos boletos más caros para viajar en el único lugar cómodo que ofrece esta compañía aérea, si es que nada hacía prever un desenlace preocupante. Sólo resta esperar que Flybondi cumpla con el reclamo realizado que solamente cubre el daño económico pero no el maltrato recibido por dos de sus clientes delante del resto de los pasajeros del vuelo. También resta conocer cuál será la postura de la aerolínea con respecto al vuelo de regreso ya que también se trata de los mismos asientos que, salvo que otra vez se admita un desperfecto en una de las puertas de emergencia, deberían respetarse.