Dos problemas afectan la capacidad operativa de la "nueva TGLT"
En los últimos cuatro años, una de las mayores desarrolladoras inmobiliarias de la Argentina acumula un millonario pasivo que supera los $80.000 millones y que en lo que va de este 2024 ya asciende a $3.644 millones.
Se trata de la ex TGLT, rebautizada como GCDI cuyos principales accionistas son el fondo Point Argentun Máster Fund, con 41,73% de las acciones e IRSA con otro 27,82%, mientras que otro 30% flota en el mercado de capitales.
Si bien es considerada como una de las principales jugadoras dentro del negocio de la construcción, desde hace varios años no deja de acumular problemas vinculados a causas judiciales; obras paralizadas y pasivos que no terminan de reducirse ni de poder ser reestructurados.
En ese marco, la compañía se encuentra terminando el año con dos situaciones de conflicto que, seguramente, afectarán el rumbo futuro de sus negocios.
Por un lado, y con el cambio de marca consolidado, la sociedad no pudo convencer a un grupo de acreedores para reperfilar una deuda que debe cancelar en el 2025 por falta de consenso.
Por otro, la justicia la acaba de condenar a pagar una millonaria indemnización a un ex ejecutivo despedido.
GCDI, ex TGLT: reestructuración sin consenso
En el primer caso, el directorio de GCDI aprobó en octubre pasado una solicitud de Consentimiento para estirar el pago de una serie de Obligaciones Negociables (ON) Clases XVI y XVII con el objetivo de obtener las mayorías necesarias para extender el compromiso más allá del 11 de febrero de 2027 por un valor nominal de hasta u$s50 millones, además de pedir lo que se llama una dispensa a la "Limitación a incurrir en Endeudamiento Financiero" que se había establecido el 7 de noviembre de 2022.
El objetivo era poder tomar un nuevo endeudamiento por u$s35 millones que se iba a subordinar al pago de las ON para optimizar la refinanciación de sus pasivos y su estructura financiera.
En ese marco, el board de GCDI solicitó a los tenedores de esta serie de ON que prestaran conformidad para obtener dichas dispensas, mediante la suscripción de un formulario de manifestación de consentimiento.
Sin embargo, y luego de haber extendido en dos oportunidades las fechas para obtener esas solicitudes, la última hasta el 12 de noviembre pasado, siempre sin éxito.
De hecho, la empresa envió un documento a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para explicar los motivos del desestimiento para alcanzar esas mayorías.
"En el marco de la Solicitud de Consentimiento, se informa que la Sociedad no ha obtenido las Mayorías Necesarias para la Dispensa al Límite de Endeudamiento, y que no se seguirá adelante en esta instancia con la Solicitud de Consentimiento", detalla la nota.
Es decir, no seguirá intentando modificar las condiciones de pago de esa emisión de ON ni de la eventual línea de crédito que iba a utilizar para avanzar en el cumplimiento de los planes de negocios esperados a partir del nuevo nombre.
Ocurre que para la empresa, dicha dispensa se consideraba aprobada en la medida en que los Tenedores Clase XVI que representen al menos el 66% del monto de capital total en circulación de las ON y los Tenedores Clase XVII que representen al menos el 51% del monto de capital total en circulación de las ON Clase XVII, manifiesten su consentimiento, lo cual no pudo alcanzar.
Fallo judicial en contra
Pero no se trata del único problema que GCDI afronta a fines de este año, ya la Justicia la acaba de condenar a pagar una multimillonaria indemnización a un ex ejecutivo de la empresa que fue despedido hace tres años.
La demanda fue iniciada por Teodoro "Teddy" Argerich, quien hasta 2021 ocupó el cargo de CEO de la por entonces TGLT y fue desvinculado tras una restructuración interna.
Ahora, el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N.º 7 le ordena resarcir a Argerich por $3.800 millones, alrededor de u$s4 millones al tipo de cambio "blue" actual.
Argerich fue despedido luego de que la actual GCDI compró la constructora Caputo en enero del 2018, para luego fusionar las operaciones de ambas sociedades, en el 2022.
Antes, TGLT se había capitalizado para comprar el 82% de las acciones de la familia de Nicolás Caputo en u$s109 millones en el marco de un proceso de fusión por adquisición que, en ese momento, fue liderado por Teodoro Argerich, quien dejó su puesto en la constructora del "hermano de la vida" del expresidente Mauricio Macri para ocupar el mismo cargo en la empresa compradora.
Ingeniero civil de la UBA, y ex ejecutivo del Grupo Cartellone, Argerich había llegado a Caputo en 2005 y hasta fue vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, ahora espera que la justicia ratifique el fallo condenatorio contra su ex empleador para quedarse con una indemnización multimillonaria.
Planes futuros
Mientras tanto y a pesar de estas dos situaciones conflictivas y de acumular balances en rojo, los ejecutivos de GCDI intentan mantener la desarrolladora a flote con nuevas operaciones.
Un caso es el de la obra de remodelación de habitaciones y pasillos que encarará en el Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center, ubicado en el barrio porteño de Retiro.
Se trata de la segunda etapa del contrato suscripto con Argentina Commercial Properties (ACP), cuyo objeto es la remodelación de 220 habitaciones (pisos 12 al 23) y la construcción de un Spa y un Gimnasio en el piso 3°, incluyendo demoliciones, albañilería e instalaciones por una superficie total de aproximadamente 8.000 m².
Durante la última reunión de directorio celebrada por la compañía, Francisco Fiorito, actual CEO de GCDI, explicó que ACP reviste el carácter de "parte relacionada" conforme lo dispone el art. 72 de la Ley de Mercado de Capitales y que el monto del Contrato supera el 1% del patrimonio social medido conforme al último balance aprobado.
En tal sentido, explicó el Directorio, solicitó al Comité de Auditoría un pronunciamiento acerca de si las condiciones del contrato pueden razonablemente considerarse adecuadas a las condiciones normales y habituales del mercado.
Luego de un análisis de la situación, el directorio de GCDI resolvió aprobar la suscripción del contrato con ACP, ya que forma parte del plan de la sociedad para focalizar sus esfuerzos en el negocio de construcción con el fin de aumentar el volumen de su backlog (contratos de construcción en cartera) el que al 30 de septiembre de 2024 ascendía a más de $ 109.898,2 millones.
Asimismo, se explica que la compañía seguirá orientada a la finalización de los proyectos de desarrollo en curso a fin de maximizar el valor de todos esos planes considerados estratégicos para los próximos años y para los cuales el 2 de febrero del 2023 los accionistas en una Asamblea Ordinaria y Extraordinaria aprobaron un aumento de capital por hasta $2.000 millones.
"Este aumento de capital permitirá a la Sociedad subsanar sus obligaciones a corto plazo y robustecer su capital de trabajo", se explica en un documento de GCDI enviado a la CNV, en el cual también se asegura que la sociedad "continuará trabajando en fortalecer sus procesos, sistemas de gestión y estructura de recursos humanos de modo tal que le permitan hacer más eficiente su operación actual y la administración de nuevos proyectos".