Franquicias exitosas: cuánto hay que invertir para abrir un local de empanadas regionales
Un batallón de más de 100 personas disfrazadas de empanadas bailó alrededor del Obelisco mientras repartía 4000 empanadas gratis a los transeúntes. Fue un golpe de efecto que desbordó las redes sociales, acumulando más de 10 millones de visualizaciones y 7 mil nuevos seguidores. Así, con creatividad y audacia, El Hornito Santiagueño, la cadena de empanadas premium fundada por una familia santiagueña en Córdoba, anunció su desembarco en Buenos Aires, conquistando tanto a los porteños como a emprendedores interesados en su modelo de franquicias.
En apenas 60 días, ya inauguraron cinco locales, distribuidos entre Palermo, Recoleta, Belgrano y Villa Crespo, y están a días de abrir el sexto. "Llegamos para ser el número uno. Ya lo somos en el interior del país y superamos nuestras expectativas en Buenos Aires. Estoy seguro de que vamos a lograr nuestro objetivo más rápido de lo imaginado", afirma Franco Suárez, hijo del fundador y actual CEO.
El plan de la empresa es inaugurar entre 20 y 30 nuevos locales en el AMBA para 2025, todos ubicados en las mejores avenidas y barrios de la región. "Además, Buenos Aires es la vidriera del mundo y nos permite posicionarnos para internacionalizarnos. Ya estamos recibiendo pedidos de Estados Unidos, Costa Rica y España", agrega Suárez.
La marca no solo apuesta por la calidad premium de sus productos —una empanada pesa 95 gramos, cuesta $2.100 y se ofrece en más de 30 variedades, incluidas opciones veganas—, sino también por una logística propia. Desde la planta en Córdoba, donde produce alrededor de 12 millones de empanadas al año, distribuyen los productos congelados a los locales, garantizando hasta cuatro meses de duración. Este modelo permite mantener un estándar homogéneo y reducir costos operativos, algo clave en su rápida expansión.
Además de empanadas, la oferta incluye pizzas de masa madre, calzonis, tartas, pastas congeladas y, para desayunos y meriendas, medialunas, chipá y criollitos. La inclusión de nuevas variedades, como opciones veganas y una próxima línea sin TACC, refuerza el compromiso de la marca con las tendencias del mercado y las necesidades de los consumidores. "Estamos trabajando para lanzar una opción sin glúen paar el próximo año. Queremos que todos puedan disfrutar de nuestras empanadas", comenta Suárez.
El Hornito Santiagueño logró consolidarse como una de las opciones más atractivas para franquiciados, con 90 locales (85 franquicias y 2 propios) distribuidos en 13 provincias. Suárez asegura que el éxito radica en el soporte integral que ofrece la empresa: capacitación, marketing, tecnología y acuerdos con aplicaciones de delivery. "Es una franquicia muy fácil de operar. No necesitás experiencia en el rubro, porque te damos todo servido en bandeja. Solo manejás 4 o 5 proveedores y el producto llega congelado, listo para el horno", explica.
Para tener una franquicia de El hornito santiagueño en Buenos Aires se necesitan desde u$s50.000
En Buenos Aires, la inversión inicial para adquirir una franquicia comienza en los u$s50.000, que incluyen tres hornos y los freezers necesarios para operar. En el interior del país, donde los costos de alquiler son más bajos y la demanda más reducida, la inversión ronda los u$s25.000. Los locales pueden variar entre 50 y 250 metros cuadrados, como el emblemático punto sobre la avenida Córdoba en Palermo. El tiempo estimado para recuperar la inversión oscila entre 8 y 12 meses, gracias a una facturación promedio mensual de $60 millones por local en Buenos Aires.
El perfil del franquiciado no requiere dedicación exclusiva, aunque se espera una gestión eficiente a través de un gerente de local. En total, cada punto de venta necesita entre tres y cinco empleados. "El franquiciado es un administrador del punto de venta. Tratamos de que tenga que hacer lo menos posible y se apoye en nuestro soporte", destaca Suárez. Este modelo también permite que muchos franquiciados reinviertan en nuevos locales, reflejando la confianza en la rentabilidad del negocio.
Otro aspecto destacado es la infraestructura de la empresa. Para fines de 2025, esperan inaugurar una nueva planta de 10.000 metros cuadrados en Córdoba, equipada con tecnología de punta para triplicar la producción actual. "Aprovechando el potencial de esa nueva fábrica, vamos a lanzar una segunda marca con precios más accesibles, para llegar al público que hoy no puede acceder a nuestras empanadas premium", adelanta Suárez. Esta estrategia no solo diversificará la oferta, sino que, según Suárez, también permitirá consolidar la posición de la empresa como líder en el mercado.
Aunque Suárez reconoce que el 2024 fue un año económicamente complicado y desafiante, es optimista "La gente sigue invirtiendo, no quiere quedarse con la plata debajo del colchón. Este año abrimos 10 locales, y muchos de ellos incluso son de franquiciados que apuestan por abrir más puntos de venta, prueba de que el negocio les resultó rentable, a pesar de los vaivenes económicos", afirma Suárez.
Así, El Hornito Santiagueño se perfila como un modelo de franquicias atractiva y de bajo riesgo, ideal para quienes buscan invertir en un rubro gastronómico en auge. Con planes de expansión nacional e internacional, la marca está lista para conquistar nuevos mercados, manteniendo su esencia de empresa familiar y su propuesta de empanadas de calidad premium que ya cautivó a miles de argentinos.