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¿Te gustaría tener un bodegón?: esto hay que invertir en una franquicia de El Antigourmet

El bodegón El Antigourmet acaba de lanzar su modelo de franquicias y espera llevar el amor por la comida sencilla, abundante y honesta a todo el país
NEGOCIOS - 22 de Diciembre, 2024

La revolución bodegonera tiene un nuevo capítulo: El Antigourmet, el movimiento que revalorizó la gastronomía sencilla y popular, ahora apuesta a la federalización con el lanzamiento de su modelo de franquicias. A través de las "Embajadas del Anti", como las llaman sus fundadores, buscan replicar en cada provincia la esencia de un bodegón auténtico: comida abundante, honesta y sin pretensiones, servida en un ambiente donde "pasa la vida entre una entrada, un plato y un postre".

"Queremos abrir una embajada en cada provincia y convertirnos en referentes de la comida de olla y de abuela en todo el país", cuenta Matías Pierrad, uno de los socios fundadores del proyecto. Pero la historia del Anti no comenzó en una cocina, sino en una mesa de cinco amigos con un objetivo claro: resistir al auge de las modas gastronómicas y revalorizar los bodegones que, para ellos, son "el patrimonio intangible del morfi", enfatiza.

El Antigourmet nació en 2014 como un blog que buscaba poner en el mapa esos lugares olvidados o con mala prensa. Con el tiempo, se transformó en un fenómeno: lanzaron un libro, un podcast, hicieron producciones audiovisuales y hasta una aplicación que funciona como guía bodegonera.

Pero fue en 2018, cuando dieron el salto al mundo gastronómico con La Esquina del Antigourmet, su primer bodegón propio en Palermo. "Pusimos un huevo frito de seis metros en la entrada y nos tiramos a la pileta. No teníamos idea de gastronomía, pero sabíamos lo que queríamos: comida rica, simple y con buenos precios", recuerda.

Actualmente, tienen dos locales en CABA y una primera franquicia en Quilmes (Provincia de Buenos Aires), y el éxito los impulsó a pensar en un plan nacional. "Logramos revalorizar el bodegón en Buenos Aires. Ahora queremos hacer lo mismo en el interior del país, difundiendo historias gastronómicas y construyendo una red federal de bodegones", explica Pierrad.

Convertirse en franquiciado de El Antigourmet no es solo una oportunidad de negocio, sino también un compromiso con la comunidad y la cultura gastronómica argentina. "No buscamos abrir 100 locales. Esto no es solo un proyecto gastronómico, es una construcción de comunidad", afirma Pierrad.

Para adquirir una franquicia de El Antigourmet se necesitan u$s60.000

El modelo de franquicia, llamado Embajadas del Anti, requiere un perfil específico: preferentemente con experiencia en el rubro, pasión por la comida tradicional y un deseo genuinp de convertirse en referente bodegonero en su provincia. La inversión inicial varía según si se trata de un local existente o si es necesario construirlo desde cero. Sin embargo, la marca propone un esquema flexible, con locales ideales de alrededor de 100 cubiertos, como el de Palermo, pero adaptable a lo existente o a la idiosincrasia del lugar,  como en Salta que funcionará como peña folclórica o el de Junín que será en un viejo almacén o el de Saladillo en una pulpería.

La inversión inicial para abrir una Embajada del Antigourmet, como la que tienen en Palermo, arranca de los u$s60.000, dependiendo del estado del local y su ubicación. Este monto incluye el canon de ingreso (u$s10.000), el diseño y montaje del bodegón y la capacitación inicial. 

La inversión, según los socios, se recupera en un plazo aproximado de 18 meses. Además del respaldo de una marca, los franquiciados reciben un paquete integral que incluye diseño de la carta, producción de contenido audiovisual, campañas de marketing, manejo de redes y una guía de recomendaciones bodegoneras para atraer a comensales locales y turistas.

El fee mensual, que ronda el $1.000.000, garantiza el financiamiento de las acciones de comunicación, una de las claves del éxito. "Con ese canon, que equivale a contratar una Agencia Digital y una Productora Audiovisual, entra a jugar el equipo de comunicación que son siete personas con muchísima experiencia en las distintas áreas de un negocio gastronómico. El franquiciado no tiene que preocuparse por nada. Nosotros nos encargamos de la visibilidad, de la difusión y de generar eventos que amplíen la red bodegonera en su zona", asegura Pierrad.

Además, para localidades más pequeñas, la marca creó un modelo alternativo: los Consulados del Anti, que es el permiso de uso del nombre. Por lo tanto, con una inversión de unos u$s15.000, esta propuesta permite sumarse al proyecto reconvirtiendo un negocio existente, como una pulpería, un buffet de club de barrio o una peña folklórica en El Antigourmet y ser parte la red bodegonera sin grandes barreras económicas.

Entre las ventajas de abrir una franquicia del Anti, Pierrad destaca la oportunidad de capitalizar el fenómeno del turismo gastronómico y la posibilidad de "convertirse en un punto de información turística bodegonera", donde los comensales no solo encuentran comida rica, sino también recomendaciones sobre otros lugares para visitar. Aunque variable de acuerdo a la zona, la facturación anual estimada por local ronda los 600.0000 dólares. 

"Si estás cansado de los maridajes, fusiones y la empanada en frasco y te gusta el bodegón, pensás que la salida es colectiva y querés sumarte a El Antigourmet, esta franquicia es ideal", concluye Pierrad.

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