Tras Correo e Intercargo, el Gobierno va por Fabricaciones Militares y la alianza con la OTAN
En paralelo a la decisión de desregular los servicios aeronáuticos en tierra, con implicancias para el negocio de Intercargo, y la apertura del mercado de correos, con impacto directo en el funcionamiento de Correo Argentino, el Gobierno movió las piezas y habilitó el ingreso de capitales externos en la también estatal, Fabricaciones Militares.
Así, la asamblea de accionistas de la firma modificó la condición de sociedad de estado bajo la que operaba la firma, que ahora funcionará como sociedad anónima unipersonal. Esta modificación permitirá la realización de alianzas estratégicas con las empresas internacionales que, ligadas a la OTAN, realizaron visitas a las plantas de Fabricaciones Militares y confirmaron su interés por generar armamento para Estados Unidos y sus aliados.
Tras Correo e Intercargo, Javier Milei avanza con otra empresa pública
La compañía en cuestión viene de reducir 20% su personal —alrededor de 60 empleados menos— a través de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas otorgadas durante este año. Desde la firma se indicó que, si bien el Ministerio de Defensa se mantendrá como accionista principal, Fabricaciones Militares podrá establecer acuerdos para ceder ciertas actividades.
"El cambio tiene como objetivo modernizar la estructura operativa de Fabricaciones Militares (FM), dotándola de mayor agilidad y flexibilidad para competir en el mercado actual. Bajo su nueva forma jurídica, FM operará según las normas del derecho privado, lo que le permitirá gestionar sus recursos de manera más eficiente y optimizar la toma de decisiones", indicaron desde la compañía.
Fabricaciones Militares podrá recibir inversiones externas
"FM seguirá, sin embargo, sujeta a los mecanismos de control del sector público, garantizando transparencia y eficiencia en su gestión. El Ministerio de Defensa continuará supervisando el cumplimiento de los objetivos estratégicos de la empresa en el sector de defensa y seguridad", añadieron las fuentes.
Desde la empresa también se expuso que el cambio de status abrirá "nuevas oportunidades para financiamiento, alianzas estratégicas y expansión en mercados internacionales". Fabricaciones Militares cuenta con instalaciones distribuidas entre Villa María y Río Tercero (Córdoba), San Lorenzo (Santa Fe) y Azul (provincia de Buenos Aires).
En la vereda de enfrente, la delegación cordobesa del gremio ATE expresó su rechazo a la modificación en la naturaleza de la firma y sostuvo que el régimen legal ahora habilitará la creación de "subempresas" ligadas a la estatal aunque explotadas por firmas trasnacionales.
Por estos días, Fabricaciones Militares transita una aguda crisis económica luego de que la firma perdiera a su principal cliente: Petroquímica Río Tercero informó recientemente que dejará de producir TDI (diisocianato de tolueno) para la elaboración de espumas flexibles de poliuretano, un insumo muy utilizado en la elaboración de almohadas, colchones, asientos y butacas.
El TDI de la empresa se elaboraba a partir de ácido nítrico provisto por Fabricaciones Militares y la interrupción de esa venta implicó para la estatal la pérdida del 70% de su facturación.
Fabricaciones Militares y el interés de la OTAN
Como ya expuso iProfesional en notas anteriores, Fabricaciones Militares interesa a socios de la alianza OTAN por su capacidad para producir municiones y explosivos a gran escala. En meses anteriores, dos compañías ya enviaron sendas delegaciones para averiguar condiciones por la estatal: CGS Defence, de República Checa aunque también participada por inversores estadounidenses, y la española Hispania Group.
En torno a la empresa nacional señalan que, de hacerse con una participación en Fabricaciones Militares, tanto CGS Defence como Hispania Group podrían reorientar la producción a los fines de abastecer con material bélico a Ucrania y sus aliados contra Rusia.
El desembarco de ambas empresas ocurriría de la mano de la diplomacia estadounidense, de cercanía conocida con el presidente Javier Milei. Vale recordar que, en julio de este año, funcionarios del Departamento de Estado de la nación norteamericana recorrieron las instalaciones de la fábrica militar de Río Tercero, Córdoba.
La visita en cuestión ocurrió por fuera de los canales "tradicionales" y fue expuesta por los gremios que confluyen en esa planta. Esta denuncia redundó en un pedido de informes impulsado por representantes de Juntos por el Cambio y el Partido Justicialista en la Cámara de Diputados.
En concreto, el interés de los funcionarios del Departamento de Estado se concentró en la planta de metalmecánica instalada dentro de la fábrica.
Esa área, que en los últimos años fue redireccionada hacia la producción de trenes y vagones, tiene un pasado como fabricante de balas y municiones en general. La intención de los estadounidenses pasaría por volver a esa producción para, acto seguido, avanzar con un clúster de producción militar al que se integraría la fábrica de pólvora de Villa María, también en Córdoba.