Primero una cadena gastronómica, ahora una famosa cadena de ropa va a la quiebra
Esprit Holdings, la reconocida empresa global de moda, recientemente anunció la quiebra de dos de sus filiales en Estados Unidos debido a dificultades financieras y problemas operativos. La decisión afecta a Esprit US Distributions Limited (USDS) y Esprit US Retail Inc. (USRI), cuyas operaciones no pudieron cubrir los costos altos y mantener el equilibrio financiero, con activos combinados que suman aproximadamente 40 millones de dólares. Esto se suma a lo sucedido días atrás con la cadena de comidas TGI Friday’s que se declaró en bancarrota y decidió cerrar al menos 50 de sus locales en Estados Unidos y otras partes del mundo.
El proceso de bancarrota fue presentado en el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York el 25 de octubre, bajo el Capítulo 7 de la legislación de quiebras de Estados Unidos. Esto implica que Esprit procederá con la liquidación de los activos de estas filiales para pagar sus deudas pendientes y resolver compromisos con los acreedores. Esta estrategia permitirá a la empresa reorganizar su enfoque en los mercados clave y en sus operaciones globales.
La empresa matriz ha indicado que implementará un modelo de "activos livianos", priorizando alianzas y licencias con socios estratégicos para reducir costos y fortalecer su presencia en el mercado sin la necesidad de infraestructura operativa costosa.
Este cambio busca optimizar sus operaciones y hacer frente a los desafíos financieros que Esprit ha enfrentado en un entorno global de ventas fluctuantes y cambios en los patrones de consumo.
Crisis: el caso de Esprit Holdings se suma al de TGI Fridays, que también se declaró en quiebra en EE.UU.
En otro caso de quiebra corporativa en Estados Unidos, la cadena de restaurantes TGI Fridays también solicitó protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Este proceso de reestructuración financiera permitirá a TGI Fridays reducir su carga operativa y mejorar su viabilidad a largo plazo. El comunicado de la compañía explica que este movimiento afectará al menos a 50 de sus locales en EE. UU. y en otras regiones, mientras intenta asegurar los recursos necesarios para continuar operando.
Sin embargo, la situación en Argentina es distinta, ya que los locales de TGI Fridays en el país operan bajo un modelo de franquicias, lo que significa que la quiebra en EE. UU. no impactará en el funcionamiento de sus restaurantes en Buenos Aires. Actualmente, TGI Fridays Argentina tiene dos locales, ubicados en Recoleta y Puerto Madero, que continuarán operativos a pesar de los cambios en Estados Unidos.
En el mercado global, TGI Fridays maneja 39 restaurantes propios de los 461 que existen en todo el mundo; los restantes están bajo la propiedad y administración de TGI Fridays Franchisor, una entidad que posee los derechos de propiedad intelectual y que emite licencias de franquicia en más de 41 países. Esta estructura les permite seguir operando sin la necesidad de reestructuración para sus locales fuera de EE. UU., según declaraciones de la propia empresa.
La quiebra de TGI Fridays se produce en un contexto financiero desafiante, marcado por una serie de problemas que se agudizaron durante la pandemia. A lo largo de los últimos años, la empresa ha enfrentado la reducción de ventas y un aumento en los costos operativos que, sumado a un intento fallido de adquisición por la empresa británica Hostmore, condujo a la decisión de solicitar la bancarrota. La empresa reportó activos y pasivos en un rango de 100 a 500 millones de dólares, y actualmente se encuentra en un proceso de reestructuración para sostener sus operaciones.
El CEO de TGI Fridays, Rohit Manocha, ha señalado que la empresa pasó por grandes desafíos durante la pandemia, pero confía en que esta reestructuración permitirá a la cadena mantenerse competitiva y estable en el futuro. El cierre de locales en varias regiones refleja la estrategia de reducir costos y optimizar recursos, mientras que en el caso de Argentina, la operación local de TGI Fridays se mantendrá sin cambios debido a su estructura de franquicia.
Ambos casos, el de Esprit Holdings y TGI Fridays, subrayan las dificultades que muchas empresas de consumo han enfrentado recientemente, obligadas a adaptarse a un entorno donde la demanda, los costos y las preferencias de los consumidores son cambiantes. La reestructuración a través de quiebras y reorientaciones operativas es una estrategia cada vez más común entre empresas globales que buscan responder a las presiones del mercado y asegurar la continuidad de sus marcas en el largo plazo.
Esprit, por su parte, continuará informando a sus inversores sobre los avances en el proceso de quiebra de sus filiales estadounidenses, mientras prepara su transición hacia un modelo de negocio más flexible. TGI Fridays, en tanto, se centra en la estabilidad de sus franquicias internacionales y en la reestructuración de sus activos en EE. UU., con miras a mantener su presencia en el mercado.