• 8/11/2024

La suba de tarifas genera un impacto diferente en las cuentas de Edesur y Edenor

Si bien ambos distribuidoras volvieron a ser rentables, Edesur todavía recibe asistencia de sus dueños, mientras que Edenor mejora con fondos propios
08/11/2024 - 17:31hs
La suba de tarifas genera un impacto diferente en las cuentas de Edesur y Edenor

A partir del cambio de paradigma vinculado a la liberación de las tarifas y el abandono de la política regulatorias y de control que la gestión libertaria enarbola como banderas tras su desembarco en la Casa Rosada, las empresas de servicios públicos buscan recomponer sus ecuaciones financieras.

Más que nada, las dos mayores distribuidoras de electricidad de de la Argentina que, en conjunto brindan servicios a casi siete millones de usuarios en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y de varios partidos del conurbano bonaerense.

Con el mismo contexto de liberación de tarifas y recomposición de los precios, Edesur y Edenor no muestran el mismo escenario, a diferencia de lo que ocurría en épocas del gobierno de Alberto Fernández cuando ambas sufrían el congelamiento tarifario y los embates reguladores del kirchnerismo.

Rentabilidad en caída para Edesur

Ahora, y si bien se supone que las políticas libertarias deberían favorecerlas por igual para volver a recomponer sus ecuaciones financieras y sus cajas, sus realidades no corren por el mismo sendero.

Hace una semana, Edesur informó ingresos cercanos a los $900.000 millones y una ganancia mayor a los $59.000 millones generados por la liberación de las tarifas y, sin embargo, tiene que seguir dependiendo de la "ayuda" de su grupo controlante.

Se trata de la mayor distribuidora de la Argentina, cuya dueña es Distrilec Inversora S.A, con el 56,358% del capital, que a su vez pertenece en un 51,5% a Enel Américas; en otro 38,5% a RPE Distribución y un 10% restante a Hidro Distribución. El resto de su capital flota en los mercados de capitales.

Los datos surgen del último balance publicado por la distribuidora en la Comisión Nacional de Valores (CNV) para dar a conocer el balance de sus primeros nueve meses de este 2024.

El documento evidencia una fuerte caída de su rentabilidad, además de advertir que posee un capital de trabajo negativo de $363.766.731 millones, como consecuencia de la deuda contraída con CAMMESA para financiar sus operaciones y suplir, de esta manera, el retraso en la actualización tarifaria, que comenzó a regularizarse con el desembarco del partido libertario en el Gobierno.

Si bien se observa que mantiene una capacidad financiera suficiente para hacer frente a sus obligaciones financieras, se explica que los supuestos claves utilizados en la proyección de los flujos de efectivo se relacionan con variables operativas como demanda de energía eléctrica; tarifas; costos; cobrabilidad; renegociación de deudas y supuestos macroeconómicos como las tasas de inflación; de cambio y de interés.

También se consideran los probables resultados de las renegociaciones con las autoridades por el nuevo marco tarifario y las deudas cruzadas.

Además, se hace mención a las condiciones en las cuales sigue operando Edesur, luego de más de una década y media de haber tenido que ofrecer sus servicios con ingresos congelados por los anteriores gobiernos y gastos extremadamente elevados que siguieron el rumbo de la imparable inflación de esos períodos.

Financiamiento italiano

En este marco, su directorio acaba de aprobar la celebración de un nuevo contrato de financiamiento con Enel Argentina S.A. e Hidroinvest S.A., partes relacionadas con Edesur, a instrumentarse como una línea de crédito por hasta $35.000 millones por un plazo de 12 meses.

No es la primera vez que sociedades propiedad de sus controlantes inyectan fondos en Edesur, si se tiene en cuenta que en julio del 2023 el propio Enel giró $9.000 millones a la caja de la operadora que brinda servicios a cerca de 2,5 millones de clientes, llegando a más de dos millones de hogares y abasteciendo a comercios y a grandes empresas con un área de concesión de 3.300 km² que abarca la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.

Por entonces, sus dueños le habían puesto el cartel de venta a la distribuidora, cansados de esperar una mejora en los cuadros tarifarios que los gobiernos kirchnerista nunca concretaron y también hartos del destrato de esas administraciones nacionales con el grupo italiano.

El impacto libertario

Pero, una vez concretado el cambio de ideología en la Casa Rosada, con la asunción de Javier Milei como presidente de la Argentina, desde Enel enviaron una señal de apoyo a la nueva gestión y decidieron permanecer en el país, aunque de todos modos vendieron parte de sus activos.

En ese proceso, lograron cierta revaluación de las tarifas por parte de la Secretaría de Energía que depende del poderoso Ministerio de Economía al punto que en lo que va del primer año de gobierno libertario obtuvieron ingresos por $976.589 millones debido, principalmente, al aumento tarifario.

En el caso del EBITDA, alcanzó los $22.637 millones, es decir, un 133% mayor al registrado en el mismo periodo de 2023 empujado por el aumento de los ingresos.

A nivel general, resultado del período fue de $59.937 millones, lo que representan una caída del 50% con relación al mismo lapso del año pasado, a pesar de la mejora en el resultado operativo, ya que sus negocios se vieron afectados, principalmente, por un mayor cargo por el impuesto a las Ganancias en comparación al mismo período de 2023.

Con relación a las inversiones en estos primeros nueve meses de 2024 alcanzaron los $128.423 millones, mientras que la sociedad mantiene una deuda con varias de las empresas controlada por Enel de $4.576 millones por la lÌnea de crédito originada en 2019 y que vence en diciembre próximo.

Vila-Manzano, en otra dimensión

El caso de Edenor es diametralmente opuesto. Desde la llegada del economista Daniel Marx al puesto de Presidente y CEO del directorio, el pasado 6 de agosto, la compañía controlada por José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti definió cambio de estrategia que marca una nueva etapa en sus operaciones con el objetivo de ampliar su core business más allá del que le delimita ser una de las dos concesionarias de distribución de electricidad en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense que se reparte con Edesur.

En este sentido, el ex director del Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante la presidencia de Raúl Alfonsín entre 1987 y 1988, y representante Financiero Especial y Jefe Negociador de la deuda externa argentina de 1989 a 1993, ya tuvo a su cargo el lanzamiento de una nueva subsidiaria que opera bajo la marca de Edenor Tech S.A.U y que se dedicará a ciertas actividades relacionadas con la inteligencia artificial y la generación de energía.

La creación de esta subsidiaria fue producto de la reforma del estatuto de Edenor el pasado 25 de abril, cuando sus accionistas aprobaron una modificación de su objeto social para incorporar actividades adicionales.

Por eso, ahora Edenor puede prestar y/o comercializar servicios de telecomunicaciones; suscribir o adquirir la propiedad de acciones de otras empresas; participar accionariamente de otras sociedades que posean interés con la distribución, comercialización de energía eléctrica y/o generación de energía renovable o convencional, de minerales críticos; de digitalización y/o inteligencia artificial.

Ingresos en alza para Edenor

En la actualidad, Edenor es considerada como la distribuidora de electricidad más grande de Argentina y una de las más grandes de América Latina en términos de cantidad de clientes y electricidad vendida (tanto en GWh como en pesos).

Tiene la concesión exclusiva a largo plazo para distribuir electricidad en el noroeste del Gran Buenos Aires y en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, lo que comprende una superficie de 4.637 kilómetros cuadrados y una población de aproximadamente nueve millones de habitantes y con aproximadamente 3.314.696 usuarios, en su mayoría de ingresos relativamente altos.

Su relación con el gobierno libertario no se inició de la mejor manera ya que en el primer semestre de este año, su situación financiera y los resultados de sus operaciones se vieron influenciados por los mismos factores y las mismas condiciones regulatorias, de mercado y macroeconómicas que incidieron en sus resultados del 2023.

Sin embargo, sus ingresos por ventas se incrementaron un 15,3% a $764.151 millones, en comparación con los $662.629 millones registrados durante el mismo período en 2023. Esta suba obedeció principalmente a las actualizaciones tarifarias, que implicaron un aumento del VAD del 107,8% en abril del 2023, del 73,7% en junio del 2023 y del 319,2% en febrero pasado, a lo cual se sumó un ajuste adicional del 3% en agosto pasado.

Como resultado de este escenario, el margen de ganancia bruta de la compañía (esto es, el VAD, que representa el ingreso real de la distribuidora) fue de $168.011 millones, lo que equivale a un incremento de 674,7% frente a los $21.688 millones registrados en el mismo período de 2023.

En tanto, los resultados netos de su último balance semestral reflejaban una ganancia acumulada de $107.580 millones o un incremento de 268,8% frente a la pérdida neta de $63.715 millones registrados en el mismo período de 2023.

Mejora operativa y financiera

Ahora, la distribuidora acaba de presentar su balance correspondiente a los primeros nueve meses de este 2024 que siguen en la misma línea que los anteriores y arrojan una ganancia de $ 235.069 millones.

En el informe que, como Edesur, enviaron a la CNV, los ejecutivos de la compañía consideraron el impacto de los ajustes tarifarios transitorios implementados para entender que dicho resultado "refleja una mejora operativa y financiera, lo cual le permitió continuar realizando las inversiones necesarias para mantener y mejorar la calidad del servicio prestado, con tecnología e innovación".

También aseguran que siguen "promoviendo el uso responsable y eficiente de la energía, cumpliendo con los pagos de las compras de la misma desde el comienzo de la normalización tarifaria".

Para el Directorio de Edenor, este escenario se ve reflejado en los niveles alcanzados por sus indicadores SAIDI y SAIFI, como así también en la percepción de satisfacción de sus clientes.

Asimismo, en el documento se anticipa que la empresa seguirá avanzando según el proceso de Revisión Tarifaria de acuerdo con el cronograma fijado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).

Este proceso incluía los ajustes de tarifas automáticos de mayo a julio de este año que fueran postergados, seguidos por aumentos nominales del llamado Costo Propio de Distribución (CPD), a partir de agosto.

En consecuencia, en los primeros nueve meses de este año, comparados con el mismo período del 2023, la empresa reconoce haber recibido una recomposición parcial de ingresos y el margen de distribución que se reflejaron en incrementos del 21% y 53%, respectivamente.

"Los nuevos cuadros tarifarios entraron en vigencia desde el mes de febrero y abril de 2024, corregidos luego de la manera descripta, y afectados por una leve disminución de la demanda respecto de 2023 y compensada por mayores costos de energía debido a la reducción de subsidios a los usuarios", detalla el paper.

Al respecto, se informa que el EBITDA resultó en una ganancia de $138.342 millones, lo cual le permite a Edenor hacer frente a sus principales gastos operativos.

Con relación a las inversiones, durante el período enero-septiembre alcanzaron los $245.229 millones, que a valores constantes, son un 30% mayores a las registradas en el mismo lapso del año pasado.

Para Edenor, "esto pone en evidencia el compromiso con la mejora en la calidad y ampliación del servicio", marcando un índice de confianza que del 94,97%, siendo el saldo de deudores incobrables a dicha fecha de $37.229 millones.

Con relación a los indicadores operativos, se destacan ventas de energía que cayeron en un 4%, alcanzando 17.552 GWh en comparación con los 18.277 GWh vendidos en el mismo período del año anterior, en tanto que la cantidad de clientes se incrementó en un 1%.

Pero, las pérdidas de energía disminuyeron un 2%, en comparación con el mismo período del año anterior.

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