Cuánta plata hay que invertir para abrir una franquicia de una peluquería top
La reconocida peluquería MALA, fundada en 2018 por el estilista Juan Manuel Cativa, lanzó oficialmente su nuevo modelo de franquicias MALA Global Experience. Ya con tres en operación y con negociaciones para inaugurar cuatro más en 2025, la marca espera alcanzar las 10 en cuatro años y proyecta un crecimiento nacional e internacional.
"Quien invierta en nuestras franquicias podrá ser parte de una marca en continuo crecimiento que ofrece calidad y creatividad en el servicio, agregando valor en cada uno de los procesos", señala Pablo Trombert, director de desarrollo de negocios.
La historia de esta peluquería comenzó cuando Cativa decidió abrir su primer salón en el barrio porteño de Palermo, impulsado por una idea clara: no solo ofrecer un servicio de estilismo, sino crear un espacio donde la experiencia del cliente fuese tan importante como el resultado final. Bajo esta premisa, diseñó un concepto que no solo se destacara en técnica y estilo, sino que también brindara una atención personalizada en un entorno amplio, fresco y acogedor.
El nombre MALA tiene sus raíces en el apellido de Cativa, que en su versión italiana significa "malo", y que él decidió convertir en una declaración de intenciones: transformar lo negativo en positivo.
El primer salón se dispuso sobre la calle Gorriti y pronto comenzó a atraer una clientela fiel y en 2014, el éxito los obligó a mudarse a un local más grande, a una cuadra y a crear la Academia MALA, donde se ofrecen cursos y capacitaciones para formar a nuevos estilistas. La popularidad de MALA no pasó desapercibida entre las celebridades: figuras como Candelaria Tinelli, Emilia Attias, Pampita, Verónica Varano y Lali Espósito se convirtieron en asiduas visitantes del salón.
"Queríamos que cada persona que entrara se sintiera especial y única, y eso implicaba una dedicación extrema en cada aspecto del servicio", explica Trombert. Desde las marcas premium de bebidas que se ofrecen a cada cliente, hasta la formación en lenguaje corporal y oratoria de los empleados, fueron construyendo una identidad basada en la atención y el detalle.
En 2022, la marca alcanzó un hito en su expansión con la apertura de su primera franquicia en Mendoza. Hoy, además del salón original y la academia de formación en Palermo, MALA cuenta con otros dos locales franquiciados en el Shopping Alto Avellaneda y en Martínez. Este último ofrece un formato de Beauty Center con una amplia variedad de servicios, que incluyen desde tratamientos faciales y corporales hasta bar de cejas y pestañas. "Elegimos el modelo de franquicias porque la demanda de nuestros clientes creció, y queríamos mantener el mismo nivel de calidad en todos los nuevos puntos de atención", comenta Trombert, quien lidera la estrategia de expansión de MALA.
Un modelo de franquicias de baja inversión y alto retorno
Con MALA Global Experience, la firma presenta una oportunidad de negocio de baja inversión y alto retorno, diseñada para quienes deseen formar parte del crecimiento de la marca sin necesidad de experiencia previa en el rubro. Con una inversión inicial estimada en u$s100.000, los franquiciados acceden a un salón llave en mano que incluye un plan completo de capacitación y asesoría continua desde la casa matriz.
"Nosotros queremos franquiciados que se comprometan con la calidad y la identidad de MALA. Cada local debe ofrecer la misma experiencia y cuidado que en los salones propios", señala Trombert. Además de la inversión inicial, los franquiciados deben disponer de un local amplio, idealmente de unos 150 metros cuadrados, y contratar a un equipo de aproximadamente 25 personas, todas capacitadas para ofrecer el nivel de servicio que la marca exige. A cambio, los franquiciados reciben un respaldo integral, que incluye una estrategia de marketing diseñada para aumentar la visibilidad de cada local y atraer nuevos clientes.
Los franquiciados pagan un canon mensual del 2% de la facturación en concepto de regalías y publicidad, una inversión que cubre las campañas de promoción y difusión de cada nuevo salón, asegurando que MALA se mantenga en el radar de un público. "Desde la casa matriz, brindamos acompañamiento en todas las etapas del negocio y apoyo comercial para ayudar a los franquiciados a maximizar sus ingresos", detalla Trombert.
La rentabilidad proyectada para cada franquicia es significativa: MALA estima que un salón puede llegar a facturar anualmente hasta $500 millones, con un recupero de la inversión inicial en un promedio de 20 meses.
Con el impulso de su nuevo modelo de franquicias, peluquería MALA proyecta no solo expandir su presencia en Argentina, sino también abrirse al mercado internacional. La meta para los próximos cuatro años es clara: alcanzar un total de diez franquicias operativas que repliquen el modelo de negocio, llevando sofisticación a cada rincón del país y más allá.