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Emanuel Ginóbili, de estrella del baloncesto a inversor enamorado del mundo emprendedor

"Conocí muchos 'founders' con ideas brillantes y una pasión contagiosa, personas que me daba placer estar ayudando", asegura el exbasquetbolista
NEGOCIOS - 02 de Noviembre, 2024

El exbasquetbolista argentino Emanuel Ginóbili se muestra orgulloso de apoyar 'startups' (empresas emergentes) en su nueva faceta como inversor y enamorado del mundo emprendedor, según explicó durante una charla en la tercera edición de BID Lab Forum, que tiene lugar en Buenos Aires.

"Conocí muchos 'founders' (fundadores) con ideas brillantes y una pasión contagiosa, personas que me daba placer estar ayudando", dijo 'Manu' sobre el mundo emprendedor, del cual destacó el "valor agregado" que aporta a la comunidad y dijo estar "enamorado".

"Hoy por hoy, me atrapa, me gusta", agregó, durante un diálogo con Mariano Mayer, Managing Partner & Fundador de Newtopia VC, en el que reveló que su objetivo es simplemente tratar de ayudar. "Me enorgullezco, en cierto modo, de apoyar", afirmó.

"La ciencia y la tecnología era algo que me encantaba, pero estaba muy enfrascado en el mundo del basquet", comentó Ginóbili, que destacó que su primer acercamiento con el mundo de la tecnología fue cuando identificó la "revolución tecnológica inicialmente en el mundo del deporte" y cómo "las estadísticas estaban cambiando comportamientos".

Además, estableció un paralelismo entre el emprendedor y el deportista cuando arrancan sus carreras y señaló que existe una "sinergia" entre ambas profesiones porque los deportistas aprenden del lado "creativo" de los empresarios y estos del cuidado del cuerpo.

Ginóbili fue el pilar de la 'Generación Dorada' del baloncesto argentino, que conquistó el oro olímpico en Atenas 2004.

Además, es ganador de cuatro anillos de la NBA con San Antonio Spurs y, desde 2022, miembro del Salón de la Fama.

La exitosísima carrera deportiva le generó millonarios ingresos a Emanuel Ginobili

 Ginóbili recaudó a lo largo de su carrera, tanto en Europa, como en Estados Unidos, una cifra superior a los u$s131.000.000, tan solo en concepto de salario, sin considerar lo obtenido a partir de sponsor, publicidades y derechos de imagen.

A continuación, una crónica de sus logros deportivos y económicos: 

Tras haber tenido un buen rendimiento individual tanto en el Club Andino, como en Estudiantes de Bahía Blanca, en la Liga Nacional de Básquet en Argentina, emigró a Italia para jugar en el Reggio Calabria, un equipo menor de segunda división. Durante el primer año logró el ascenso y en el segundo realizó una buena campaña para las aspiraciones de ese club. Durante esas dos temporadas Manu recaudó en materia salarial u$s750.000.

A partir de su gran rendimiento, aceptó una oferta para jugar en uno de los clubes grandes de Italia y de los más importantes de Europa, Virtus Bologna, el equipo de una ciudad que, hasta hoy, le otorga una importancia fundamental al básquet. Allí estuvo entre 1999 y 2002 y obtuvo la Liga Italiana en 2001 y la Copa de Italia en 2001 y 2002.

Además, se consagró campeón de la Euroliga, la competencia continental más importante de Europa, al derrotar en la final al Baskonia en el que jugaban Luis Scola y Fabricio Oberto. En este equipo, Ginóbili ganó poco menos de u$s3.000.000 por las tres temporadas que disputó, lo que significó también un gran despegue económico para su carrera.

A partir de la temporada 2002/2003 el bahiense pasó a desempeñarse en San Antonio Spurs, un equipo que hasta su llegada, sólo tenía un título en su palmarés. Había sido seleccionado en 1999, en el puesto 57° del draft, el proceso por el cual los equipos de la liga eligen a jugadores jóvenes para incorporarlos a sus planteles, pero Ginobili optó por quedarse un poco más en Italia. Durante su primer año en Estados Unidos, obtuvo ganancias por u$s1.325.000.

Dado que en su primera temporada no tuvo gran participación, debido a una lesión, pese a que el equipo fue campeón, el acuerdo salarial para su segundo año no tuvo un incremento tan considerable, y pasó a ganar u$s1.457.500. Durante ese torneo comenzó a tener un rol más importante y a demostrar toda su capacidad.

A partir de eso, y de que en finalizada la liga 2003/2004, lideró a la Selección Argentina que obtuvo la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas, su contrato aumentó más de un 400% y acordó para la 2004/2005 un salario de u$s6.603.500. Finalmente en 2004 disputó el Juego de las Estrellas de la NBA y consiguió su segundo campeonato en la NBA.

Ya consagrado en la mejor liga del mundo su ganancia se fue incrementando en más de u$s800.000 por año hasta alcanzar el máximo de u$s14.107.492 en la temporada 2012/2013. Ya era un jugador respetado por todos su rivales y considerado entre los mejores del mundo. En el 2008 había logrado el premio al mejor sexto hombre, es decir, ser el mejor reemplazo del quinteto inicial en toda la NBA y en 2011 disputó su segundo Juego de las Estrellas.

A partir del año siguiente su salario comenzó a bajar. No fue a causa de una merma en el rendimiento dentro de la cancha, sino de una decisión de la franquicia. La NBA, desde mediados de los años 80’, impone un tope salarial general del cual cada equipo no puede excederse.

Sin embargo, históricamente existían concesiones que permitían que las diversas franquicias contraten prácticamente por el valor que querían. Para la temporada 2013/2014 la liga puso límites más estrictos, lo que provocó que varios de los equipos más fuertes se desarmaran, y otros, en consenso con los jugadores, optaran por reducir los salarios individuales con el objetivo de mantener competitivo al plantel y continuar con los éxitos deportivos.

Por este motivo, su salario para ese año se redujo a prácticamente la mitad: u$s7.500.000. La estrategia funcionó, ya que ese año, una vez más, San Antonio volvió a ser el ganador de la liga y Manu obtuvo su cuarto y último anillo de campeón de la NBA.

A partir de la temporada siguiente, ya a sus 37 años, su rendimiento tuvo una caída y tras mantener su ganancia en u$s7.000.000 en la temporada 2014/2015, en la 2015/2016 se redujo exponencialmente a u$s2.814.000. En esa temporada, por primera vez, no fue el argentino mejor pago de la NBA. Lo superó Luis Scola, que tampoco estaba en el momento de mayor salario de su carrera, pero ante la reducción que sufrió Manu, con u$s2.900.000, lo superó.

Para el campeonato siguiente, curiosamente, otra vez el salario del número 20 de San Antonio se disparó. Los motivos fueron varios: en primero lugar, un repunte en su nivel basquetbolístico; en segundo lugar, el retiro de una figura histórica de la franquicia, como Tim Duncan, quien además era el mejor pago del equipo, lo que liberó la posibilidad de aumentar otros contratos; y en tercero, el incentivo que los directivos de los Spurs intentaron darle, ante el inicio de los rumores que indicaban que podía finalizar su carrera.

Desde ya, en el equipo del sur de Estados Unidos, habían perdido a un ídolo y no querían perder a otro, por lo que le ofrecieron un contrato de u$s14.000.000, el segundo mejor de su carrera, a sus 38 años. Finalmente, cuando Manu decidió retirarse, tenía arreglado un vínculo con su equipo por dos temporadas, por u$s5.000.000. Sin embargo, solo jugó una de esas dos temporadas, la 2017/2018, por lo que cobró la mitad de lo acordado y se privó de otros u$s2.500.000.

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