La mayor fabricante de vidrio anticipa un año "complicado" por caída del negocio y apunta al Gobierno
Surgida de la idea de un inmigrante francés que llegó a la Argentina en la década de 1870, la cadena de cristalería más famosa del país sigue sin poder salir de una situación financiera compleja que adjudica a los años de crisis que acumula la economía doméstica.
Se trata de Rigolleau que fue fundada en 1883 y que es también una de las principales fabricantes de botellas a nivel nacional, además de producir líneas de productos para el hogar, con vasos, copas y vajillas; envases a las principales alimenticias y productoras de bebidas, medicamentos, cosmética y perfumería del país, y del exterior.
En un reciente reporte enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para informar sobre los resultados del período iniciado en enero y finalizado en agosto pasado, la empresa admite haber acumulado una millonaria pérdida algo mayor a los $1.996 millones contra una ganancia de $2.193 millones de igual lapso del 2023.
A pesar de este resultado negativo, la sociedad se ha convertido en uno de los mayores fabricantes de artículos de vidrio del país y de América latina, con productos para hogar, envases y pharma que distribuye por todo el territorio nacional y países limítrofes.
Rigolleau es controlada por Industrias Integrales del Vidrio S.A., que posee el 73,96% de participación en el capital y los votos, mientras que el resto flota en el mercado de capitales.
Margen erosionado para la principal fabricante de vidrios del país: por qué motivos
En el documento publicado en la CNV, desde la empresa aseguran que las pérdidas fueron originadas en el actual contexto económico; la caída del poder de compra de los consumidores; la inflación y las expectativas negativas respecto de la marcha de la economía.
La compañía es casi la única proveedora de vidrios para botellas de bebidas de consumo masivo.
Sin embargo, sus ejecutivos no esperan que la situación mejore a lo largo de este año y del 2025, entiendo que si bien la inflación ha seguido un camino mayormente descendente durante el trimestre pasado, la empresa ha seguido sufriendo erosiones en el margen operativo debido a la imposibilidad de transferir a precios los aumentos en el costo de la materia primera y de otros costos relativos a nuestro proceso productivo.
"En parte, esto se debe a los intentos de nuestros clientes por mantener un nivel de precios competitivo, para de esta manera hacer frente a la caída de ventas que han sufrido como consecuencia de la caída general de consumo (12,3% de caída de venta en supermercados según mismo período del año anterior)" argumenta el informe que se puede obtener en la página web de la CNV.
En el paper, también señala que su nivel de actividad responde al escenario general reportado que sigue mostrando una caída de producción de alimentos y bebidas del 6% con una utilización del 59% de la capacidad instalada y una caída de la actividad general del 1,7% respecto al mismo mes del año anterior y 6% respecto al mismo período acumulado del año anterior con una caída del sector al que sus productos están mayormente dirigidos (Comercio Mayorista y Minorista), del 15,7%.
Ventas en caída
En este contexto claramente adverso para su ramo de actividad, el cierre del balance de agosto muestra un trimestre donde se ha alcanzado el equilibrio (medido a moneda homogénea), gracias a una leve mejora en las ventas producto algunos aumentos de precio que se han logrado negociar.
También a un acumulado anual que, si bien sigue mostrando resultados negativos, ha experimentado una mejora respecto al trimestre cerrado en mayo pasado.
Sin embargo, Rigolleau admite que sus números de ventas en términos de unidades continúan un 14% por debajo del 2023, y en un mismo nivel que al cierre del trimestre de mayo pasado.
"Nos hemos visto beneficiados a lo largo de este ejercicio por la baja de las tasas de interés de referencia, lo cual ha hecho que la financiación necesaria para apalancar el negocio haya tenido costos muy distintos a los del año 2023. Sin embargo, los costos financieros soportados han sido altos debido a la velocidad con la que se produjo la caída de la actividad y la imposibilidad de nuestro proceso productivo de adaptarse con la misma velocidad", destaca el informe.
Es más, agrega que la erosión de su situación financiera "es el correlato del freno de la actividad (incluyendo la pérdida de competitividad exportadora), de las limitaciones propias de la industria para adaptarse a cambios bruscos en el nivel de actividad y de las escasas posibilidades de trabajo sobre los márgenes de ganancia".
Futuro pesimista
En ese contexto, las estimaciones de sus ejecutivos para el último trimestre del año fiscal se focalizan en mantener el nivel de ventas proyectado y continuar trabajando sobre su esquema de costos para mantenernos dentro de los parámetros actuales expresados en sus estados financieros.
"Las perspectivas para el último trimestre del año se concentran en mantener el volumen de ventas ya proyectado en los sucesivos ciclos de presupuestación, mientras continuamos adaptando nuestra capacidad instalada a las circunstancias actuales del mercado con el objetivo de conservar nuestros indicadores y mantener en equilibrio a la compañía", anticipa la empresa en su informe.
El trabajo agrega que dicha situación se condice con el hecho de que las industrias, de cuya cadena de valor forma parte, han sido algunas de las más impactadas por las medidas adoptadas por el nuevo gobierno en el transcurso de este año (consumo masivo, industria, supermercadismo y bienes de consumo).
Por lo tanto, su actividad se mantiene atada al devenir de los niveles de consumo y actividad que se siguen registrando y que espera que sea la misma situación (a falta de un solo trimestre), hasta el cierre del ejercicio fiscal.
"Tal como expresamos en el cierre del trimestre anterior, nuestra actividad no es una excepción de lo expresado en los indicadores que dan cuenta de la actividad económica", señala.
Dentro de esos desafíos, en la empresa se imponen los intentos por ser competitivos y de concretar propuestas de valor que nos permitan cumplir con las obligaciones con sus clientes y su comunidad de negocios, siempre con un ojo puesto en mantener el equilibrio de costos e ingresos y cuidar su ciclo de efectivo y niveles de inventario, para transitar un año que sin duda se presenta como "de transición" entre dos modelos de gestión del país.
El escenario hace que los ejecutivos de Rigolleau anticipen una posible reducción de la actividad, "en pos de cuidar la salud financiera de la empresa, pero también márgenes muy ajustados, entendiendo que el aumento de precios para recuperar los márgenes históricos de nuestra industria será sumamente complicado".
También entienden que, aun en el contexto descripto y gracias a su equipo de management y los modelos de gestión utilizados para toma de decisiones, podrán cerrar un ejercicio económico razonablemente equilibrado "y seguir acompañando a nuestros clientes actuales y desarrollar nuevos, tanto a nivel local como externo".