Amigos crearon una empresa de "asadores a domicilio": cuánto cuesta contratarlos
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La calidez de un buen asado, ese ritual que evoca reuniones familiares y domingos en el pueblo, es lo que Andrés Larraya, Valentino Cabezas, Matías Dorronzoro y Lucas Gallardo trajeron a la ciudad de Buenos Aires cuando hace tan solo seis meses fundaron A Pura Leña, un emprendimiento que ofrece servicio de asadores profesionales a domicilio en CABA y GBA.
Este grupo de cuatro amigos, originarios de Roberts, un pueblo de 3.000 habitantes en el partido de Lincoln, decidió compartir con los citadinos una tradición que, para ellos, es mucho más que una comida: con cada corte de carne y cada detalle, buscan reflejar la esencia de su tierra natal.
En A Pura Leña, no faltan los costillares, los corderos y los lechones, cortes típicos de Roberts que marcan la diferencia con los más comunes de la ciudad, como el vacío, el asado de tira o la entraña. "Lo importante es que el cliente disfrute del fuego, de ver cómo se cocina, escuche un poco de folklore o quiera armar una guitarreada", dice Larraya a iProfesional, subrayando que el ritual del asado va mucho más allá de la comida. Para ellos, es una experiencia que evoca las reuniones en familia y amigod, esas largas tardes en el pueblo donde el asado es la excusa para compartir.
Para hacer más auténtica la propuesta, los emprendedores se aseguran de traer productos directamente desde Roberts. Los fiambres caseros son elaborados por sus familiares en las tradicionales carneadas del pueblo, y los quesos, son producidos en una fábrica local. Todo llega a Buenos Aires a través de comisionistas o de las visitas regulares que realizan los emprendedores. "Queremos que cada bocado tenga un sabor auténtico, como si estuvieras en nuestro pueblo", comenta Andrés.
El grupo ya había tenido un primer acercamiento al mundo gastronómico antes de mudarse a la ciudad para cursar sus estudios universitarios. En su pueblo, lideraron un pequeño emprendimiento en el que asaban pollos para venderlos. Esa experiencia les sirvió como una especie de escuela, donde perfeccionaron sus habilidades culinarias y organizativas, y fue el punto de partida para su proyecto actual.
El emprendimiento arrancó con una inversión inicial de u$s6.000, destinada principalmente a publicidad y a una camioneta para transportarse a los eventos, ya que los emprendedores contaban con la mayoría del equipamiento necesario, como tablas, cuchillos y ollas. Si bien aún no recuperaron el monto invertido, los cuatro amigos ya sueñan a lo grande y comenzaron a delinear planes para abrir su propia parrilla.
El asado al gusto del cliente
"En Roberts, la carne se consume bien cocida. Acá les gusta más roja, así que la hacemos a gusto del cliente", explica Larraya resaltando cómo adaptan el servicio según las preferencias locales.
Con un promedio de dos eventos por semana, A Pura Leña ofrece tres planes diferentes, adaptados a las necesidades del cliente. El plan básico cuesta $25.000 por persona e incluye el pan, las ensaladas, la salsa criolla y carne a elección entre lechón, costillar o cordero. El plan intermedio añade una entrada de fiambres caseros y cuesta $27.000 por persona. Por último, el plan más completo incluye todo lo anterior, más verduras asadas y provoleta, por $30.000 por persona. Estos valores incluyen, además de la comida, la parrilla, la leña y la limpieza al final del evento. El mínimo de comensales para contratar el servicio es de 10 personas, y entre sus clientes se encuentran desde amigos o familias que organizan juntadas y cumpleaños, hasta empresas que buscan un toque distinto para sus eventos.
"Si bien empezamos hace muy poco, creo que este es un negocio rentable, porque a la gente le encanta el asado. Por ahora, nos estamos enfocando en consolidar la marca y alcance, el plan es alcanzar al menos los cuatro eventos semanales en los próximos tres meses", dice Andrés.
Por lo pronto, el próximo gran paso de A Pura Leña será un campeonato de asadores que están organizando para el 16 de noviembre en el Catalinas Club, donde esperan recibir entre 3.000 y 5.000 personas para disfrutar de un evento lleno de tradición, comida y música en vivo. Mientras se devela el asado ganador, los asistentes podrán disfrutar de una experiencia completa, con la promesa de que al igual que el emprendimiento de los socios de Robert, cada bocado lleve consigo un pedazo de tradición y campo.