• 23/11/2024

Tras un susto legal, transformó su canal de YouTube en una guía de viajes para explorar el mundo

Mariana, creadora de Viajá con Marian, comparte su experiencia y cuenta cómo convirtió un proyecto fallido en una exitosa comunidad de viajeros
31/08/2024 - 08:20hs
Mariana de Viajá con Marian, youtuber

Ser youtuber no es simplemente encender una cámara y subir videos; es un trabajo que exige tiempo, dedicación y una constante reinvención. Mariana, creadora de Viajá con Marian, lo sabe muy bien. Con más de 4.800 suscriptores, su canal de viajes es el resultado de años de esfuerzo, aprendizaje y desafíos inesperados, como una casi denuncia.

En 2020, en plena pandemia, Mariana (quien prefiere no dar a conocer su apellido) decidió abrir un canal de YouTube con la intención de hacer un poco más llevadero el confinamiento para quienes quisieran seguirla. La propuesta era leer libros y, aunque sencillo, al canal le fue muy bien; la gente disfrutaba de los títulos que elegía y de su manera de interpretarlos. No obstante, lo que comenzó como una iniciativa bien intencionada casi le trae problemas legales.

Un día, Mariana recibió una llamada de una editorial que le advirtió que lo que estaba haciendo era ilegal porque estaba infringiendo los derechos de autor. Consciente del error, Mariana no dudó en pedir disculpas y, tras darle una sincera explicación a sus seguidores, borrar el contenido y abandonar las lecturas.

"Muchos dejaron de seguirme, pero otros se quedaron y fueron los primeros en conocer Viajá con Marian", recuerda. Este grupo fiel de seguidores fue testigo de cómo ella transformó un proyecto fallido en una propuesta completamente nueva, un canal dedicado a los viajes.

Viajá con Marian (no puso la letra "a" para darle un tinte cosmopolita al nombre) combina su pasión por viajar con el deseo de inspirar a otros a explorar el país. Arrancó en 2021 compartiendo sus vacaciones en Ushuaia y, desde entonces, se centra en guías de viaje, recomendaciones, y relatos personales de sus aventuras alrededor del mundo.

A diferencia de su primer intento, Mariana ahora presta especial atención a las cuestiones legales, asegurándose de que todo el material utilizado en sus videos respete los derechos de autor y las normativas de la plataforma. "De todas maneras, debo decir que los contenidos de viaje son muy difíciles de posicionar porque hay muchísima gente que hace lo mismo y requiere de mucha inversión de tiempo. Particularmente recuerdo un video al que le dediqué más de 20 horas de trabajo de edición", explica a iProfesional.

Difícil, pero no imposible

"Soy muy defensora del crecimiento orgánico, por eso el mío se fue dando muy de a poquito. Al comienzo, subía un video y si lo veían 100 personas era un milagro", reconoce.

El contenido que le dio impulso al canal de Mariana fue uno que realizó molesta, a modo de descargo, por un inconveniente que había tenido con una tarjeta de crédito. "Claramente, ese video llamó mucho la atención y empezó a sumarse más gente. Si bien mi canal no era de finanzas, me sirvió para entender que la clave es dar contenido que ayude a la gente", explica la youtuber.

Desde entonces, los videos tutoriales con recomendaciones sobre, por ejemplo, cómo comprar pasajes baratos a la costa, son los aliados del canal, que a la fecha tiene más de 4.800 seguidores. "Pero no alcanza con hacer los videos, la interacción con la audiencia es muy importante y hay que tomarse también el tiempo de contestar los mensajes y aclarar las dudas que plantean. Además, el algoritmo valora mucho esta interacción," señala.

Lo que más valora la plataforma, explica la youtuber, es el tiempo que la audiencia pasa mirando el contenido y si lo comparte o no. "Por eso yo siempre le digo a la gente que para ayudar al Youtuber, no alcanza con entrar al video, darle un me gusta y salir. Los pilares son compartir los videos, suscribirse, recomendar, pero la métrica que a la plataforma más le importa es cuánto tiempo la gente pasa mirando los videos y si de uno pasa a otro", explica.

¿Se puede vivir de YouTube?

Al menos hasta ahora, Marian no recibió ofertas de canjes, por lo que cada pasaje, hotel, excursión o cena que realiza y comparte en YouTube, sale de su bolsillo.

Hace un año, Viajá con Marian alcanzó un nuevo hito: la monetización. Sin embargo, aunque ahora su canal genera ingresos, estos aún no son suficientes para vivir de YouTube. Aunque lo toma con calma y ve esta etapa como un paso más en su camino como creadora de contenido, hoy concretamente, en promedio, está ganando entre u$s80 y u$s90 por mes, con excepción de un mes que llegó a los 100 dólares.

"El algoritmo es muy sensible a las métricas; un mes quizás subís un contenido espectacular o es justo en periodo de vacaciones, que te levanta el número y otro subiste alguno no tan interesante y la caída es abrupta. La monetización fue un gran logro, pero soy consciente de que aún falta mucho para que esto sea sostenible económicamente", explica.

Para monetizar el canal, primero hay que lograr que YouTube acepte al youtuber como partner y lo incluya en el Programa de Socios YouTube (YPP), pero para ello, antes el creador de contenidos tiene que lograr al menos 1000 suscriptores y, anualmente, 4.000 horas de reproducciones en videos de formato largo o, 10 millones de vistas de Shorts en los últimos 90 días, es decir, videos cortos. Mariana tardó tres años en lograr alcanzar esos requisitos. "No en Argentina, pero en el exterior hay gente que monetiza en dos semanas, pero en términos locales y reales creo que es posible lograrlo en un año. Todo depende del tipo de contenido y de cuánto tiempo le dediques al canal. En mi caso, no era mi actividad principal, por lo que mi dedicación era parcial", explica.

Mariana no busca el éxito inmediato ni una gran fortuna. Para la youtuber, Viajá con Marian es un proyecto de vida que combina sus pasiones y le permite conectar con personas de todo el mundo. "Aprendí que el éxito en YouTube no es inmediato, se necesita mucha paciencia y lo ideal es no hacerlo por plata, porque siempre es más fácil si te mueve la pasión y a veces la rutina del trabajo mata la pasión", concluye.

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