La estrategia de la mayor alimenticia del país para enfrentar la caída del consumo
En un contexto de caída del consumo, la principal compañía alimenticia de la Argentina busca sostener estrategia de precios a pesar de haber sufrido una caída de sus resultados operativos, índice que refleja la verdadera evolución de los negocios de una empresa durante un lapso determinado.
En este caso, el margen obtenido por Molinos Río de la Plata durante el primer semestre de este año se vio afectado por una disminución del volumen entregado al mercado interno de un 8,1% entre enero y junio pasados.
Las menores ventas repercutieron en lo que ingresó a su caja, restando de la cifra de negocios todos los gastos de explotación, multiplicado por 100.
Molinos Río de la Plata, por debajo de la media
En este sentido, la compañía, que pertenece al grupo empresario de la familia Pérez Compac, logró un resultado operativo de $7.374 millones, lo que representa una baja de 29,2% respecto a los $10.421 millones que obtuvo en igual período del año anterior.
A pesar de que sus ganancias netas fueron de $40.102 millones contra los $35.861 millones del 2023, la cifra anterior es la que marca el verdadero pulso de las operaciones no solo de Molinos sino de cualquier compañía.
Por este motivo, desde la empresa aseguran que la mencionada caída en el volumen de ventas "está levemente por debajo de los indicadores de consumo registrados por las principales consultoras especializadas".
Por caso, el último informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), estimó que en lo que va del año el consumo de los hogares en bienes y servicios finales cayó un 5,3% interanual, lo cual refleja la certidumbre de los datos aportados por Molinos.
En este sentido, la cámara empresaria estimó que en junio pasado hubo un retroceso de 9,8% en la comparación interanual, implicando un decrecimiento desestacionalizado de 3,3% frente al mes de mayo (es decir, descontando los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año).
Contexto de rivalidad, volatilidad y caída de consumo
Los datos que ofrece el informe de la CAC van en paralelo con un escenario económico donde la inflación marcó una leve alza, interrumpiendo la tendencia bajista del índice de precios al consumidor, ya que en junio llegó al 4,6%, con una interanual de 271,5% y una acumulada anual de 79,8%.
"El desempeño de la economía argentina y el consumo presentan un comportamiento similar, lo cual se expresa en tasas de variación interanual que, usualmente, se incrementan o reducen en la misma línea. En gran parte del 2024, las variaciones interanuales tanto del IC como del EMAE presentaron un comportamiento negativo", agrega el trabajo de la CAC.
Estos motivos son explicados por Molinos en su balance al agregar que, "en un contexto de alta rivalidad competitiva y caída de consumo, la compañía se focalizó en sostener el adecuado posicionamiento de sus marcas para brindar la máxima accesibilidad posible a los consumidores en cada una de las categorías en las que participa".
Dicho en otras palabras, la empresa debió de alguna manera modificar sus políticas de precios, congelando los valores o rebajándolos en varios de sus rubros en los que participa.
La estrategia le permitió, en los últimos meses, registrar una recuperación de la participación de mercado de manera generalizada en la mayoría de sus marcas y canales de comercialización.
"De esta manera, tuvo que redoblar sus esfuerzos para gestionar con mayor eficiencia su aprovisionamiento de materias primas e insumos, como así también para reforzar la distribución física de sus productos a nivel nacional, accionando estratégicamente en los distintos canales comerciales, gestionando equilibradamente los niveles de capital de trabajo y fortaleciendo el valor de las marcas en todo su portfolio para abastecer a todos los niveles socioeconómicos con productos de alta calidad", detalla el paper que Molinos también envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para reflejar los resultados financieros que obtuvo durante este primer semestre del año.
Bajo endeudamiento
En el informe, se observan ingresos netos de $391.029 millones, que representan un crecimiento de 2,9%, y genera un resultado neto de $46.153 millones que presenta un incremento en comparación con el mismo período del año anterior.
Los ejecutivos de Molinos explican que la mejora se debe a las ganancias financieras generadas principalmente por el bajo nivel de endeudamiento y el menor ritmo de depreciación de la moneda local.
A partir de este escenario y teniendo en cuenta que debe enfrentar los desafíos de corto y mediano plazo que surgen de la situación macro del país, la compañía anticipa que deberá "continuar enfocada en el consumidor, sus marcas, la productividad y la eficiencia para seguir acompañando a los argentinos con productos cada vez más saludables, ricos, prácticos y accesibles".
Buenas y malas
Sus ejecutivos también reconocen que en estos primeros meses de gobierno del presidente Javier Milei se ha venido consolidando un claro proceso de desinflación, y en especial de aquellos bienes y servicios no regulados.
Pero igual advierten que la variación del IPC mensual sigue afectando de manera significativa el poder de compra de los consumidores a lo largo de todo el país.
De igual modo, señalan, en el informe, que la situación macroeconómica a nivel nacional sigue mostrando resultados mixtos a partir de datos positivos como la baja de la inflación, el histórico superávit fiscal en el primer semestre y la gradual recuperación del salario real, contra el complejo panorama cambiario y sobre todo por la caída generalizada en el nivel de actividad económica.
En la misma línea, las proyecciones de las principales consultoras sumadas a los datos ya conocidos del primer semestre muestran que el 2024 culminará con una contracción general del nivel de actividad, de consumo y del PBI.
En ese contexto, desde Molinos anticipan que el consumidor deberá adaptarse nuevamente a su capacidad de compra y señalan que, posiblemente lo haga adoptando un comportamiento más prudente y con menor propensión al consumo.
"Sin duda, esta situación significará para la sociedad un importante desafío para sostener su escala de operaciones como así también para mantener el nivel de rentabilidad conseguido durante el primer semestre del año", destacan desde la compañía.
A pesar del contexto y de las perspectivas inciertas, agregan que el desempeño económico y financiero de la compañía "continúa siendo muy sólido lo que le permite posicionarse positivamente de cara al futuro para seguir desplegando sus planes de crecimiento y contribuir al desarrollo económico del país".
En esta línea, agrega que "seguirá enfocada en las necesidades del consumidor bajo un contexto desafiante, priorizando sus marcas, la productividad y su agenda de transformación digital y sustentabilidad, para seguir acompañando a los argentinos y alentarlos a comer mejor, en todo momento y lugar, con productos ricos, prácticos, saludables y accesibles".
Ampliar el core business de la empresa alimenticia
Los daños que la empresa sufre por la situación económica y la caída del consumo la llevaron a modificar su estatuto para dejar de ser solamente una empresa productora y comercializadora de alimentos para expandir sus negocios hacia otros rubros también ligados al consumo masivo.
Desde 1902, cuando todavía era propiedad del grupo Bunge & Born y se encontraba instalada en un molino harinero en el Dique III del barrio porteño de Puerto Madero, participa de este segmento.
En la actualidad cotiza en la bolsa porteña con el símbolo de "MOLI"; cuenta con más de 2.600 colaboradores y 14 plantas productivas a través de las cuales fabrica las marcas más famosas del sector como Matarazzo, Lucchetti, Granja del Sol, Gallo Snacks, Bodega Nieto Senetiner, Gallo, Cocinero, La Salteña, Exquisita, entre otras.
También es propietaria de Terrabusi; Calsa; Patitas; Favorita; Don Vicente; Preferido; Vitina; Lira; Ideal; Blancaflor; Nobleza Gaucha; Minerva; Cruz de Malta; Arlistan y Máximo, para citar algunas otras.
Pero, luego de una asamblea llevada a cabo el pasado 25 de abril, sus accionistas decidieron que ampliarse a todas las categorías de consumo masivo o todo lo que se puede consumir en el hogar como productos de higiene, tocador, limpieza, alimentos para mascotas, entre otros nuevos segmentos.
También a distribución, suministro, depósito y almacenaje de insumos agrícolas, tales como fertilizantes, agroquímicos, gasoil y otros combustibles líquidos e hidrocarburos; industrialización, preparación, venta, distribución, transporte, depósito y/o almacenaje, de productos de consumo masivo en general como aceites, infusiones, secos, frescos, congelados, refrigerados, lácteos, derivados de la industria frigorífica y/o bebidas -incluso alcohólicas.
A estos rubros se le sumaron la posibilidad de competir en la producción de alimentos para el consumo animal; artículos de cuidado e higiene personal y/o para el cuidado de la salud y la limpieza del hogar.
La reforma de su estatuto incluye además la generación, producción, comercialización y venta de energía eléctrica; operaciones financieras; la exportación e importación, que se relacionen con el objeto social, pudiendo actuar en negocios y/o industrias derivadas, subsidiarias y/o complementarias y/o afines de los anteriormente mencionados.