Después de 21 años, los Perez Companc vuelven a producir petróleo
En mayo de 2003, el grupo Perez Companc decidió salir del negocio de producción hidrocarburífera con la venta de sus activos locales a Petrobras.
En aquel momento, la petrolera estatal brasileña pagó algo más de u$s1.100 millones para adquirir el 58,6% del holding local creado por el hoy ya fallecido Gregorio "Goyo" Perez Companc.
La operación significó el abandono del holding argentino del negocio del petróleo crudo y el gas, que en hasta ese momento era su principal actividad, para orientarse mayoritariamente al negocio del sector alimenticio en donde actualmente opera con sus filiales, Molinos Río de la Plata, en el segmento minorista, Molinos Agro, en el área de los commodietes.
Perez Companc, de ofrecer servicios a producir petróleo
En tanto, en la actividad de oil & gas comenzó a tener presencia con Pecom, dedicada a la venta de servicios para petroleras pero alejada del mundo de downstream y del upstream, y controlada por el grupo fundado en 1946, que había comenzado a tener problemas financieros cuando la devaluación de aquel momento tornó impagables sus vencimientos en dólares.
Ahora, 24 años después de aquel abandono, los Perez Companc, ya con nueva gestión en manos de los hijos del Goyo, decidieron volver sobre sus pasos y se quedaron con las principales áreas convencionales que venía operando YPF en Chubut. Obviamente, el canal para concretar este retorno fue, Pecom, empresa con una facturación anual cercana a los u$s800 millones por año y 8.500 empleados.
Cuando la petrolera estatal decidíó poner en venta lo que llamó áreas maduras, esta compañía presentó una oferta por los dos clústers de campos diseñados por YPF bajo la órbita del Proyecto Andes. Lo hizo en el marco de la licitación liderada por el Banco Santander a través de la cual la compañía controlada por un directorio elegido por el gobierno libertario se desprendió de bloques secundarios para concentrar su inversión y su futuro en Vaca Muerta.
Pecom, la oferta más alta
Pecom ofreció u$s85 millones para adquirir los dos bloques que conforman el clúster El Trébol-Escalante, además de las áreas Campamento Central y Cañadón Perdido, cuyo 50% le pertenece a Enap Sipetrol, subsidiaria de la empresa chilena de energía, que a su vez inició un proceso para vender sus activos en la Argentina, según publicó hace unas semanas el portal especializado Ecojournal.
El mismo medio, aseguró que en los últimos años, Pecom decidió recuperar terreno en el sector energético con la compra de compañías como Tel3, SADE y fundamentalmente Bolland en 2018, que le permitió convertirse en una de las mayores empresas de servicios petroleros del país.
Según un comunicado de Pecom, la producción total de las áreas adquiridas a YPF es de 10.250 bbl/día de petróleo (incluye el 100 % de Campamento Central-Cañadón Perdido), "marcando una iniciativa que es un hito fundamental en la historia de Pecom".
Entusiasmo interno
De hecho, Gustavo Astie, CEO de la compañía, se mostró "muy entusiasmado con volver a nuestro papel de operador y con la posibilidad de incrementar la actividad y desarrollar las áreas, en la provincia de Chubut que ha tenido un rol muy destacado en la historia de los negocios de nuestra empresa, y es un orgullo que este regreso se dé allí".
Para el ejecutivo, el proyecto Andes de YPF llegó en el momento justo en el que Pecom buscaba dar un paso muy importante, además de demostrar que el sector energético argentino brinda oportunidades y puede ser la punta de lanza del crecimiento de la Argentina.
Por lo menos, eso cree Luis Perez Companc, presidente de la compañía controlante de Pecom, que en agosto de 2015 volvió al sector energético, consolidándose como una de las principales proveedores de servicios, obras y productos para la industria de oil&gas, energía eléctrica y minería.
"Ahora, al asumir nuevamente el rol de operador, Pecom se compromete a trabajar estrechamente con las autoridades provinciales y municipales, los gremios, las comunidades apoyado como siempre en su recurso diferencial, sus colaboradores", dice el el comunicado de la sociedad que forma parte del grupo de empresas pertenecientes a Pilar, Rosario y Luis Perez Companc.
Optimizar campos maduros
Con una larga trayectoria en el sector energético argentino, la empresa se encuentra estratégicamente posicionada para capturar y capitalizar oportunidades en áreas claves para el crecimiento y desarrollo económico de Argentina que incluyen las optimizaciones en campos maduros convencionales, el desarrollo de recursos no convencionales en Vaca Muerta, el desarrollo de infraestructura eléctrica, y el potencial minero del país, con especial atención en el desarrollo del litio y el cobre.
Proyecto Andes
La operación se encuadra en el proceso iniciado por YPF para vender varias de sus áreas consideradas maduras y que este lunes 5 de agosto le permitió firmar los primeros seis acuerdos para la cesión de 15 áreas convencionales.
Lo hizo luego de finalizado el proceso de "due dilligence", y en los plazos establecidos, en los clústeres en las provincias de Rio Negro, Neuquén, Mendoza y Chubut. En ese marco, YPF firmó la cesión del clúster Mendoza Norte con la empresa Petróleos Sudamericanos y las dos áreas de Llancanelo con la firma PCR. También avanzó con la cesión a la operadora Velitec del área Señal Picada/Punta Barda ubicada en las provincias de Río Negro y Neuquén.
En la provincia de Chubut, fue donde Pecom resultó ganadora con el desarrollo de las áreas Escalante – El Trébol y Campamento Central - Cañadón Perdido. En tanto, YPF también acordó con las operadoras Bentia Energy e Ingeniería Sima, la cesión de las cuatro áreas que comprenden el clúster de Neuquén Norte.
Desde la petrolera aclararon que "como es habitual para estas operaciones, las cesiones se encuentran sujetas al cumplimiento de condiciones comerciales y regulatorias". Es por ello que, tras las firma de estos primeros acuerdos, YPF los elevará a cada uno de los gobiernos provinciales que deberán validar el proceso de cesión definitivo de las áreas.
Se espera que, en las próximas horas, avancen las negociaciones por los bloques convencionales que aún continúan a la venta y forman parte del proyecto "Andes", proceso que YPF inició en febrero pasado para optimizar el portfolio de áreas del Upstream convencional con la premisa de buscar la eficiencia de su capital de inversión, permitiendo a la empresa continuar desarrollando las áreas no convencionales que aportan mayor rentabilidad por dólar invertido.
A lo largo del proceso, que llevó adelante el Banco Santander, se recibieron más de 60 ofertas de unas 30 compañías nacionales e internacionales lo que demuestra el interés de la propuesta. En YPF explican que se denomina "yacimientos maduros" a aquellos que ya pasaron su pico "optimo" de producción.
Las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que para las compañías grandes como YPF no es eficiente ni rentable seguir produciendo en este tipo de áreas. Por ende, esos yacimientos deben ser operados por PyMES u operadoras más pequeñas que puedan darle continuidad a la actividad.