El mayor grupo desarrollador local sigue sufriendo los efectos de la volatilidad
A principios de enero pasado, y después de cuatro años de venir aplicando una estrategia de recompra de acciones que cotizan en los mercados bursátiles, IRSA daba por finalizado el proceso a través del cual desembolsó $12.500 millones y alcanzó el 99,95% del programa.
El mayor grupo desarrollador de la Argentina había decidido adoptar esa estrategia en 2020, con el objetivo de "blindar" las acciones de las fluctuaciones e inestabilidad que en aquel momento evidenciaba el valor de los títulos.
Pero seis meses después de haber tomado la determinación de no continuar con el plan, los dueños de los principales centros comerciales de la Argentina se arrepintieron y retomaron el programa de recompra de acciones.
No importa que en enero pasado hayan admitido ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) que el llamado Programa de Recompra de Acciones Propias "ha finalizado en fecha 20 de diciembre de 2023, por haberse completado el monto oportunamente aprobado para la adquisición de acciones propias".
El plan de IRSA para proteger sus acciones y protegerse de la suba del DÓLAR
Ahora, y mediante una nota también enviada al organismo de control del mercado de capitales, vuelven en sus pasos y anuncian que seguirán con la estrategia financiera que fue copiada de lo la que todavía llevan a cabo importantes compañías que cotizan en el mercado bursátil argentino como Pampa Energía; Telecom Argentina; Loma Negra y Transportadora de Gas del Sur (TGS), entre otras.
Bajo esa premisa, Eduardo Elsztain decidió encarar en plena pandemia del Covid-19 un plan para recompra de acciones propias de IRSA Inversiones y Representaciones.
En aquel momento, destinó $1.000 millones para "blindar" las acciones de las fluctuaciones e inestabilidad de aquel momento.
Luego, decidió extender el plan en dos oportunidades, el 15 de junio de 2023 por hasta $5.000 millones, que luego subió a $6.000 millones, con un plazo de vigencia fijado en 180 días, extendido por un plazo adicional de otros seis meses que finalizó el 13 de diciembre del año pasado.
En ningún caso, el programa podía exceder el límite máximo del 10% de capital social de IRSA, de conformidad con lo establecido por las normas aplicables con un límite diario de hasta el 25% del volumen promedio de transacción cada 24 horas que hayan experimentado sus acciones, conjuntamente en los mercados que cotiza, durante los 90 días hábiles anteriores.
Hasta febrero pasado el precio que pagaba por la recompra de las acciones era de hasta u$s10 por GDS y hasta $1.200por acción.
IRSA se blinda ante la coyuntura economía
A modo informativo, el holding avisaba que al 30 de septiembre de 2023 tenía emitidas 736.421.306 acciones ordinarias de valor nominal $10 con derecho a un voto por acción totalizando entonces un capital de $7.364.213.060. Posteriormente, y conforme al ejercicio de warrants en el período comprendido entre el 17 y 25 de noviembre de 2023, se emitieron 401.518 acciones ordinarias escriturales de valor nominal $10, por lo que la cantidad de acciones emitidas asciende a 736.822.824 acciones ordinarias de VN $10, con un capital de $7.368.228.240, quedando un total de 79.319.038 warrants sin ejercer.
Para encarar el plan de recompra, los ejecutivos de IRSA tuvieron en cuenta la coyuntura económica y de los mercados locales de esos años, así como el descuento que tenía el precio de cotización de las acciones del holding en relación al valor razonable de sus activos, determinado por valuadores independientes.
El objetivo era "contribuir al fortalecimiento de las acciones de IRSA en el mercado y de reducir las fluctuaciones en el valor de cotización", tal como IRSA sostenía en cada carta que enviaba a la CNV.
Es que, para los ejecutivos del holding, la volatilidad de la economía argentina no permitía reflejar ni el valor ni la realidad económica que tienen los activos de IRSA lo cual, consideraban, "resultaba ello en desmedro de los intereses de los accionistas de la sociedad".
Sin valor "razonable"
Un semestre después de haber cerrado la operatoria y a pesar de los cambios políticos y económicos que generó en el país el desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada, IRSA "desempolva" el proceso.
Es más, en esta oportunidad hasta lo profundiza, porque a los $12.500 millones que ya utilizó para comprar le sumará otros $15.000 millones.
Para justificar su "arrepentimiento", IRSA utiliza los mismos argumentos que en los períodos anteriores.
Es decir, considerar la coyuntura económica y de los mercados, así como el descuento que tiene el precio actual de cotización de sus acciones en relación al valor razonable de los activos, determinado por valuadores independientes.
Por eso, vuelve a buscar como objetivo "contribuir a la disminución de la brecha existente entre el valor implícito de la Sociedad, en base al valor de los activos, y el valor de la misma, en base al precio de cotización de sus acciones, con miras a contribuir al fortalecimiento de las acciones en el mercado", tal como lo vuelve a informar a la CNV este viernes 12 de julio.
En esta oportunidad, su directorio ha establecido varios términos y condiciones para la compra de las acciones como que la cantidad de acciones excederá el límite máximo de su 10% capital social, con un límite de hasta el 25% del volumen promedio de transacción diaria que hayan experimentado sus títulos.
En cuanto al precio a pagar por las acciones será de hasta un máximo de u$s11 por GDS y hasta $1.550 por acción, aunque ambos valores podrán ser modificados por el Directorio.
Con relación al plazo en el que las adquisiciones se llevarán a cabo será de hasta 180 días o seis meses que debería finalizar entonces hacia fines de año, tal como ocurrió con el anterior programa.
Utilizar las ganancias
En su nota a la CNV, el grupo de Elsztain explica que para financiar la compra de las acciones utilizará ganancias realizadas y líquidas pendientes de distribución y/o con reservas libres o facultativas.
"La sociedad cuenta con la liquidez necesaria para realizar las citadas adquisiciones, sin que se afecte su solvencia conforme se desprende del Estado de Situación Financiera Intermedio Condensado Separado al 31 de marzo de 2024".
En base a estos argumentos, el directorio de IRSA autorizó primero el uso de hasta $1.000 millones para comprar acciones con un límite diario para las operaciones en el mercado no mayor al 25% del volumen promedio de transacción que hayan experimentado las acciones en los mercados que cotiza, durante los 90 días hábiles anteriores.
En cuanto al precio, pagó hasta un máximo de u$s7 por cada ADS y de hasta $140 por acción, con un plazo para las adquisiciones de 120 días, proceso que financió con los fondos obtenidos de ganancias realizadas y líquidas pendientes de distribución de o reservas de libre disponibilidad o facultativas.
Conforme al ejercicio de warrants en el período comprendido entre el 17 y 25 de mayo pasados, se emitieron 2.556.880 acciones ordinarias escriturales de valor nominal de $10, por lo que la cantidad de acciones emitidas asciende a 741.459.162 acciones ordinarias de ese monto, y su capital social es de $7.414.591.620, quedando un total de 75.668.184 warrants sin ejercer.
Mecanismo habitual
El procedimiento financiero que acaba retomar IRSA para protegerse de la volatilidad de los mercados es usado por varias empresas locales que, en medio de tanta incertidumbre y con el objetivo de dar una señal de fortaleza recompran parte de sus acciones en el mercado.
Otro caso es el de Pampa Energía que viene aplicando la fórmula desde el 2018, cuando la crisis cambiaria generó consecuencias negativas para el desarrollo de los negocios del grupo energético liderado por Marcelo Mindlin.
El empresario buscaba resguardar de ese modo el daño que el inestable escenario le puede causar al precio de las acciones de Pampa Energía y de varias de las empresas que conforman ese holding.
En un primer momento, destinó u$s245 millones para recomprar acciones del holding y de alguna de sus empresas controladas como lo era Edenor en el 2018 y Transportadora de Gas del Sur (TGN).
Luego, en el 2021 sumó otros u$s30 millones al proceso al entender que los efectos nocivos de las medidas sanitarias tomadas para terminar con el coronavirus continuarán provocando inestabilidad en los mercados y mantendrán los daños sobre las acciones de las compañías.
También Loma Negra adoptó el esquema en el 2021 cuando lanzó un programa de compra de acciones propias por un monto de hasta $750 millones.
Luego, amplió el programa para este año en una cifra que llegará a los $900 millones con la finalidad de que el grupo controlante adquiera hasta el 10% del capital que flota en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y que se encuentra repartido entre 70 inversores institucionales como Capital International Investors (1,40%); Redwood Capital Management (1,09%); Capital Research Global Investors (0,77%); Dynamo Administracao de Recursos Ltda (0,44%). También el fondo Blackrock Inc. (0,11%); Advisory Services (0,08%); New World Fund (1,29%); o Eaton Vance Global Macro Absolute Return Advantage (0,07%), entre otros.