• 7/9/2024

Tromen: la historia de la Pyme que nació en un balcón y hoy lidera el negocio de salamandras

Con casi 50 años y una refundación en la crisis de 2001, la empresa siente que están bien posicionados para enfrentar los desafíos y mantener su liderazgo
07/07/2024 - 06:44hs
Mario Remondino, fundador de TROMEN

La antesala de las salamandras Tromen es Herrería Parque. En 1978, con tan solo 22 años, Mario Remondino comenzó a realizar trabajos de herrería desde el balcón de la casa de sus padres en el barrio de Villa Devoto. Sus habilidades como técnico electromecánico y herrero, adquiridas en el colegio técnico, le permitieron empezar con proyectos sencillos como rejas, portones y puertas para los vecinos. Lo que nunca se imaginó es que estaba fundado una pyme que le daría trabajo a más de 200 personas y reversionaría la manera de calefaccionar los hogares argentinos. Con varios proyectos en carpeta, hoy se encuentra preparando su estrategia para enfrentar la apertura de las importaciones, que se espera que se masifique en el corto plazo.

A todo Mario le dijo que sí. Si sabía cómo hacer lo que le pedían, genial, si no aprendía y lo hacía o lo tercerizaba, pero a ningún pedido de ningún cliente le dijo que no. Así, el negocio rápidamente creció, y Mario se mudó de su balcón a un galpón de 300 metros cuadrados en San Martín, Provincia de Buenos Aires, donde estableció su taller, Herrería Parque. Para mediados de los noventa, la empresa ya contaba con empleados y una diversa cartera de clientes que incluía no solo a particulares, sino también a constructoras, estudios de arquitectura y grandes empresas como Cencosud, para la cual fabricaban los frentes de góndolas entre otros trabajos a medida.

A pesar del crecimiento constante y la acumulación de proyectos, la crisis económica de 2001 golpeó duramente a las pymes argentinas, y Herrería Parque no fue la excepción. La actividad cayó drásticamente hasta casi no tener proyectos en los que trabajar. Sin embargo, sin perder el espíritu emprendedor, Remondino convocó a su equipo y, con la idea de pasar el invierno, los puso a fabricar unas salamandras basadas en un modelo importado que había visto y que le pareció carísimo y fácilmente fabricable.

Con la salamandra, Remondino esperaba superar la crisis y luego volver a su actividad habitual. Aprovechando la oportunidad, también invirtió en un nuevo taller de unos 1000 metros cuadrados, creyendo que lo dejaría mejor parado para cuando volviesen tiempos mejores. Fue allí donde se fabricó la primera Tromen, la primera de las 80.000 anuales que hoy, 23 años después, fabrican.

Cuando a comienzos del milenio lanzaron las primeras salamandras Tromen, la empresa tuvo que salir a explicar que las suyas eras más efectivas, amigables con el medio ambiente y estéticas
Cuando lanzaron las primeras salamandras Tromen, la empresa tuvo que salir a explicar que las suyas eras más efectivas, amigables con el medio ambiente y estéticas

"Hicimos dos prototipos, los cargamos en el asiento trasero de un auto y salimos a ofrecerlos. Esto para nosotros fue algo totalmente nuevo porque no solamente empezábamos a hacer un producto estándar, sino que además nos dirigíamos por primera vez al consumidor final", cuenta Facundo Cáceres, director de Comunicación de la firma, quien trabaja en la empresa desde 1997.

Casi no tiene historia porque duró pocos días, pero Cáceres confiesa a iProfesional que la marca de las primeras salamandras en realidad fue El Andén, una marca que tenían porque la empresa se había dedicado a la restauración de vagones de tren.

"Es anecdótico porque casi no la usamos, pero nos sirvió para salir a la calle los primeros días. Después, en un brainstorming con una agencia de publicidad que contratamos surgió Tromen con relación al volcán neuquino", cuenta Cáceres.

En aquel entonces, recuerda el ejecutivo, hablar de calefacción a leña estaba más relacionado con lo rural, con lo antiguo e incluso no estaba bien visto. Por lo que había que salir a explicar y convencer de que sus salamandras eran más efectivas, ecológicas y estéticas. De hecho, pronosticaron que no venderían más de una docena, pero durante el primer año fabricaron y vendieron unos 50 equipos; un número muy bajo respecto a los actuales, pero que a la pyme le sirvió para validar el producto y, no menor en aquel entonces, sostener la actividad y el trabajo de sus 10 empleados.

La idea era pasar la crisis y volver a su actividad orginal, pero el éxito de las Tromen los llevó a cambiar el modelo de negocio y hoy producen unas 80.000 salamandras por año
La idea era pasar la crisis y volver a su actividad original, pero el éxito de Tromen los llevó a cambiar el modelo de negocio para hoy producir unas 80.000 salamandras por año

Cuando el país empezó a salir de la crisis, los pedidos de trabajos a medida de las empresas empezaron a llegar otra vez a Herrería Parque. Sin embargo, a las salamandras ya le habían tomado cariño y no las abandonaron. Las dos actividades convivieron en la empresa hasta que en 2004 ingresó a trabajar Mariano, el hijo de Mario. Con su ingreso, relata Cáceres, las salamandras Tromen pasaron a ser el corazón del negocio y cada departamento de la empresa y cada presupuesto que se armó, se destinaron a agregarle valor a este producto. Tecnología, diseño, marketing, desarrollo de marca y canales de distribución; todo se alineó para que Tromen despegue en el mercado argentino, desde Ushuaia a La Quiaca.

Bajo la premisa de calidad e innovación, con el tiempo, y para superar la estacionalidad del producto, la empresa fue lanzando nuevos productos. No solamente más modelos de salamandras y calefactores, sino también parrillas, asadores y hornos para su línea Gourmet y, más recientemente, mobiliario que va desde mesas y banquetas hasta carros leñeros y vinotecas.

Actualmente, bajo la gerencia general de Mariano Remondino, Tromen funciona en seis galpones de una planta de unos 13.000 metros cuadrados en el Parque Industrial del Oeste (Moreno). Desde allí, procesan unas 600 toneladas de chapa por mes y, sin necesidad de tercerizar ninguna de las etapas de producción, hacen más de 7.000 unidades de productos por mes que se distribuyen entre unos 3500 puntos de venta en todo el país. "La empresa emplea a unas 260 personas y somos líderes con alrededor del 60 % del market share", dice orgulloso Cáceres.

Alrededor del 4% de los productos Tromen hoy además se exportan a 17 países desde España hasta Estados Unidos, a pesar de no ser tan competitivos. "Es un sueño, pero además nos sirve para estar siempre puertas adentro al nivel de los requerimientos de calidad del mercado externo", explica.

De la Antártida a la Quiaca con salamandras, parrillas, asadores y mobiliario para todo el año como respuesta a la premisa de diversificación
De la Antártida a La Quiaca con salamandras, parrillas, asadores y mobiliario para todo el año como respuesta a la premisa de innovar con calidad y diversificar

Desafíos y lo que puede llegar a ser

El año pasado, la empresa diseñó diferentes caminos a tomar en función de las elecciones presidenciales. Sin embargo, confiesa Cáceres, nunca imaginaron el escenario C, que es el que finalmente se terminó dando con el triunfo de Javier Milei.

"Para los otros escenarios, como de alguna manera ya los habíamos experimentado a lo largo de la historia de la empresa, teníamos un escenario más o menos cómodo. Pero el C era algo nuevo, una incógnita que nos obligó a repensarnos porque no estábamos preparados", explica Cáceres.

Como respuesta entonces al escenario actual, la pyme relanzó productos que apuntan a la base de la pirámide con un precio más accesible. La línea Austral, Pehuén y la salamandra ECO que con un precio de $189.000 es, según Cáceres, la más económica del mercado. "Ese precio está congelado para todo el invierno, desde el 21 de junio hasta el 21 de septiembre. Hoy con una factura de gas pagas la mitad de una salamandra", avisa.

Aunque la línea gourmet llegó a representar el 50% de los ingresos de la empresa, hoy, porque no satisface una necesidad primaria, pasó a segundo plano en la empresa y la línea de calefacción volvió al podio representando aproximadamente el 80% de los ingresos.

Frente al posible desembarco de competidores internacionales, Tromen ya está desarrollando nuevos productos y diseñando un plan para internacionalizarse en 2030
Frente al posible desembarco de competidores internacionales, Tromen ya está desarrollando nuevos productos y diseñando un plan para internacionalizarse en 2030

"De todas maneras, creemos que esto responde a un momento puntual y, sin ir más lejos de solo este primer semestre del año, que está siendo muy duro para cualquiera de las líneas. Nuestro trabajo apunta a terminar el año equiparando otra vez las diferentes líneas, pero bueno, también hay que ver qué sucede con el país.", aclara Cáceres.

Actualmente, cuenta el ejecutivo, no tienen competencia de productos importados, sin embargo, atentos a la profundización de la apertura de las importaciones que se avecina, Cáceres adelanta que ya tienen preparados nuevos productos, además de los 20 que suelen lanzar por año, y tienen diseñado un plan para profundizar la internacionalización de Tromen para 2030.

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