A la pelea con España, se suma la batalla con Chile por la Antártida y el petróleo
En plena instancia de enfrentamiento con el gobierno español, otro frente de eventual conflicto parece abrirse en la agenda internacional que lleva adelante Javier Milei y su equipo. Ocurre que, tras la visita efectuada por autoridades militares de Estados Unidos a la ciudad de Ushuaia a principios de abril, y la decisión del Presidente de anunciar que impulsará la construcción de una base multipropósito en alianza con la potencia del Norte para ampliar la presencia en la Antártida, Chile movió las piezas y prepara la licitación para el desarrollo de un muelle de envergadura en la zona del continente blanco donde operan las bases trasandinas. Los tiempos del proyecto comenzarán a definirse en una sesión de la comisión de defensa chilena que se llevará a cabo durante la jornada de este martes.
La decisión del país vecino de avanzar con el muelle viene promovida desde el sector militar a partir de la fuerte injerencia de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), y la intención es levantar el muelle en Bahía Fildes, área donde se ubica la base Presidente Eduardo Frei Montalva.
Según indicó el Ministerio de Obras Públicas trasandino, el proyecto demandará una inversión de u$s23 millones y la idea de fondo es que el muelle permita acentuar el movimiento de insumos y materiales de la construcción para la proliferación de nuevas bases.
"Esta infraestructura nos va a permitir abordar otras obras que tenemos en planificación. Para el próximo año queremos comenzar con todo lo que tiene relación con la conservación de la pista del aeródromo Teniente Marsh. De esta forma marcamos presencia, resaltando que somos la puerta de entrada a la Antártica", declaró a medios chilenos José Luis Hernández, secretario de Obras Públicas de ese país.
"El fin de esta infraestructura antártica es dar soporte a todas las actividades que se desarrollen en el continente antártico, no solamente aquellas relacionadas con las Fuerzas Armadas, sino también ante el requerimiento de privados que pudieran requerir del uso de esta infraestructura", añadió.
Chile y la disputa de una misma zona en la Antártida
El Gobierno chileno activaría las primeras obras en agosto de este año y el objetivo es que la estructura ya esté operativa para junio de 2027. Chile, al igual que Gran Bretaña, sostienen reclamos territoriales en la misma zona donde se asientan las bases argentinas. Y la decisión de promover el muelle es inseparable de los últimos movimientos de la administración que encabeza Javier Milei en el Atlántico Sur.
La visita de Laura Richardson, general del Comando Sur de los Estados Unidos, y los dichos del Presidente respecto de generar de forma binacional "un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco", reavivó la alarma en el sector político chileno respecto de las intenciones argentinas en esa zona del mundo.
Al mismo tiempo, la decisión oficial de reconstruir la pista de aterrizaje de la base Petrel, anunciada con entusiasmo por el ministro de Defensa Luis Petri –quien remarcó que la instalación podrá recibir a aeronaves de todo tipo de portes–, elevó aún más la preocupación trasandina respecto de, lo que entiende el arco político de esa nación, es un intento renovado de la Argentina por asegurarse el control territorial de un área que hoy concentra puestos y bases de, también, Chile y Gran Bretaña.
La integración con Estados Unidos que impulsa Milei recibió amplios rechazos de políticos chilenos. En ese sentido, Raúl Soto, diputado del Partido por la Democracia, tildó al presidente argentino de "imprudente", además de remarcar que el titular del Ejecutivo "está demostrando una inexperiencia importante que puede llevarlo a cometer graves errores para su país y también para países vecinos como es Chile".
"Lamento que el presidente de Argentina, el señor Milei, ceda soberanía a Estados Unidos abriendo, además, un dilema de seguridad entre dos pueblos hermanos. Chile y Argentina van a prosperar cuando colaboren y no cuando desperdicien dinero en carreras armamentistas que no tienen mucho que ver con el interés de nuestros propios pueblos y sí tienen que ver más con el decaimiento de Estados Unidos y la competencia que proviene de China", acotó al respecto Jorge Brito, integrante de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados trasandina, en declaraciones a El Mercurio.
Petróleo en la Antártida: el anuncio ruso añade más tensión
Por último, el anuncio de que Rusia halló 70.000 millones de toneladas de petróleo y gas en un territorio de la Antártida que reclaman Chile, Argentina y el Reino Unido, agregó combustible al malestar. Ocurre que del otro lado de la Cordillera de los Andes predomina la idea de que el monitoreo de hidrocarburos fue habilitado por el gobierno de Alberto y Cristina Fernández en tiempos de sintonía con Vladimir Putin.
De haber sucedido de esa forma, Argentina habría violado el Tratado Antártico que veta, entre otras actividades extractivistas, la búsqueda y explotación de petróleo en el continente blanco.
"Chile ha defendido, defiende y defenderá que la Antártica es un continente de ciencia y de paz. Nos opondremos firmemente a cualquier explotación comercial de minerales e hidrocarburos y trabajaremos en conjunto con todos los países reclamantes y los firmantes del Tratado Antártico para velar por el respeto de esta norma por parte de cualquier nación", comunicó, a través de su espacio en la red social X, el presidente chileno Gabriel Boric.
Si bien Javier Milei no se pronunció al respecto, la postura pro actividad petrolera y minera del primer mandatario –más allá de las diferencias políticas con Rusia–, y su decisión de eliminar cualquier restricción a ese tipo de actividades, podría originar un cruce de envergadura con el gobierno del vecino país.