Cielos abiertos: desregulan vuelos con dos países y liberan ingreso de aéreas
El Gobierno sigue profundizando la quita de restricciones al transporte aéreo y acentúa la posibilidad de que más compañías internacionales se hagan con servicios hacia y desde el país, además de liberar el movimiento de cargas con Argentina como escala. Tras abrochar acuerdos de "cielos abiertos" con Brasil y Chile, el oficialismo cerró pactos de similares características con Ecuador y ahora acaba de integrar a Perú a esa lista.
En concreto, la Secretaría de Transporte de la Nación quitó las restricciones en cuanto a la cantidad de vuelos vigentes con ese país y, en simultáneo, se dejó inaugurada la posibilidad de que más compañías intervengan para establecer itinerarios con Perú. Tal como ocurriera con Chile, la medida genera rechazo entre los gremios aeronáuticos, que entienden a los pactos de "cielos abiertos" como medidas que promueven la "pérdida de soberanía" a manos de firmas extranjeras en desmedro de Aerolíneas Argentinas.
El acuerdo cerrado con Perú ocurrió, también, con intervención de Daniel Scioli, a cargo de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes. De manera oficial se indicó que el pacto busca incrementar, precisamente, el turismo, además de acentuar la conectividad entre ambas naciones.
Hasta la firma de este entendimiento regía un límite de 28 vuelos semanales entre Argentina y Perú, de acuerdo a un convenio bilateral establecido en 2005. La medida en cuestión permitiría, por ejemplo, que LATAM Ecuador y Perú eleven su oferta de servicios al país, al igual que la filial peruana de la chilena SKY.
Claro que también alentaría el movimiento desde Argentina hacia ese destino a partir de Flybondi y JetSmart, que en el primer caso ya conecta a Buenos Aires con Lima, mientras que la segunda busca habilitar vuelos entre Salta, Arequipa y Lima.
También rigen nuevos acuerdos con Ecuador y Brasil
En el ámbito sindical, el acuerdo con Perú es criticado de forma similar a los memorándums pactados con Brasil, Chile y Ecuador en los últimos meses. Desde organizaciones que integran a trabajadores aeronáuticos no faltaron voces que, ante la consulta de iProfesional, mencionaron a estos entendimientos como "parte de la estrategia oficial para legitimar la privatización de Aerolíneas Argentinas".
"No es casual que todos estos acuerdos se hayan cerrado en semanas en que se impulsa la privatización. Y que ocurran con países donde predominan empresas que quieren explotar el mercado argentino pero sin invertir. Se les están haciendo favores a compañías como LATAM, por ejemplo. Se alienta a que otras aerolíneas regionales vuelen más y más a la Argentina no porque se busque más conectividad, sino con el objetivo de comerle el mercado a la estatal", dijo al respecto una fuente gremial.
A tono con esta posición crítica, Pablo Ceriani, ex presidente de Aerolíneas Argentinas, expuso su oposición al acuerdo de "cielos abiertos" rubricado con Perú a través de su espacio en la red social X.
"En qué te han convertido, Daniel (Scioli). Otro acuerdo que entrega la soberanía nacional y el mercado aerocomercial argentino. Esta vez con Lima, otro de los hubs donde operan las aerolíneas internacionales más importantes de la región con escaso control", tuiteó.
"La verdadera apertura de los cielos se generó con la recuperación de Aerolíneas. El mayor crecimiento del número de pasajeros se dio a partir de 2008. A excepción de la pandemia, el sistema nunca paró de crecer. Están rompiendo algo que funcionaba", agregó en otra publicación.
El acuerdo con Perú sucede a los convenios firmados con Ecuador y Chile en el transcurso del mes pasado. Con relación al primero, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de ese país informó que "se eliminaron las restricciones entre ambos países en materia de transporte aéreo, lo que hace posible pasar de siete frecuencias a un número ilimitado de frecuencias".
Por estos días, sólo Avianca opera una ruta directa entre Quito y Buenos Aires. Al igual que en el caso de Perú, LATAM sería una de las compañías que activaría más itinerarios para conectar a los dos destinos. La quita de límites a la cantidad de vuelos entre países fue el eje del pacto que el Gobierno selló con Brasil en marzo de este año. En ese caso, se quitó el límite de 170 vuelos semanales que regía entre ambas naciones.
Polémica por el acuerdo con Chile
A fines de abril, el oficialismo abrochó un acuerdo de "cielos abiertos" con Chile que abre la posibilidad de que las empresas aéreas de ese país comiencen a intervenir en el negocio del cabotaje nacional.
El pacto, cerrado a principios de esta semana, abriría la puerta del mercado doméstico a compañías trasandinas como SKY y hasta permitiría el retorno de LATAM, un operador que hizo sus valijas y desactivó los vuelos internos en junio de 2020.
Al mismo tiempo, habilita a la estatal Aerolíneas Argentinas para que cubra rutas dentro de Chile y un aval similar regiría para JetSmart, Flybondi e incluso Andes. Una de las condiciones fijadas está en que las empresas podrán participar del cabotaje de cada país siempre y cuando cada vuelo inicie y concluya en la nación a la que pertenece cada aerolínea.
Lo pactado entre el gobierno que encabeza Javier Milei y la administración chilena rápidamente encendió el rechazo de los gremios aeronáuticos. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) que encabeza Pablo Biró no dudó en definir a la política de "cielos abiertos" como otra muestra más de "pérdida de soberanía".
"Esta entrega de un recurso público como lo es el control de la actividad aérea en el país tiene graves efectos concretos, perjudicando tanto a trabajadores como a pasajeros. Por un lado, abren los cielos a empresas extranjeras cuyo interés es operar destinos rentables de nuestro país o buscar subsidios para cubrir aquellos puntos que no lo son", dijo la organización sindical.
"Por otro, reducen frecuencias, desfinancian y vacían Aerolíneas Argentinas imposibilitándola de aprovechar este nuevo escenario y comprometiendo su existencia", añadió.
Por último, APLA mencionó a "LATAM Airlines, JetSmart Chile y SKY" como los "únicos ganadores" del acuerdo, además de anticipar que el gremio llevará adelante medidas legales y sindicales para contrarrestar lo dispuesto en el pacto.