Ruta del cobre: mientras se discute cómo reactivar la mega minería, se dispara el contrabando
Cercano a otros tiempos donde el ilícito predominante se correspondía con el movimiento de combustibles, vehículos y precursores químicos, otro producto viene agigantando su presencia en las prácticas de contrabando que siguen ocurriendo a través de las fronteras: la salida de cargamentos de cobre, en un negocio que ya mueve millones a nivel mensual. Prácticamente a ritmo semanal proliferan los hallazgos, en muchos casos a partir de operativos de las fuerzas de seguridad y la Aduana, en otros por mera casualidad, de cantidades abultadas de productos –sobre todo cableado– a base de ese mineral que pretenden trasladarse hacia Paraguay o Brasil. Sobre en este último, la tonelada de ese material cotiza a razón de los u$s10.000 y los viajes clandestinos hacia ese destino responden a que la exportación de cobre desde Argentina viene recibiendo suspensiones desde el año 2009.
El tenor del movimiento económico en torno al contrabando de productos generados con ese mineral tuvo una muestra contundente la semana cuando, mediante un operativo realizado en la ruta 14, se dio con un camión que trasladaba más de 11.400 kilos de alambre de cobre con destino al límite con Paraguay. La carga fue valuada en más de 85,2 millones de pesos.
Contrabando de cobre: un negocio multimillonario
"Se pudo corroborar que quienes se encontraban especificados como remitente y destinatario en la documentación exhibida no poseían capacidad operativa ni económica la actividad comercial declarada. Asimismo, el destino declarado carecía de industrias que procesen este tipo de material, por lo que se presumió que la intención de la maniobra era transportar el material metálico hacia el extranjero a través de pasos no habilitados", se indicó desde fuentes provenientes de la AFIP y la Aduana.
"La exportación de estos materiales se encuentra prohibida, según lo establecido por el DNU 70/2023, que restringe el tránsito de productos de interés estratégico para el desarrollo de la industria siderúrgica del país", remarcaron de manera oficial.
El cargamento interceptado guarda una cercanía temporal con otro procedimiento efectuado a mediados del mes pasado también sobre la ruta 14, esta vez en territorio de Corrientes pero siempre con destino paraguayo. En esa ocasión, la carga de alambre de cobre y otros materiales metálicos trasladados de forma ilícita bordeó los 200 millones de pesos.
El 8 de abril, en tanto, un operativo de rutina dio con 24.500 kilos de cobre en un camión de transporte que se dirigía a la frontera de Misiones con Brasil.
"El destino declarado (por el conductor) carece de industrias que procesen este tipo de material por lo que teniendo en cuenta su proximidad con Brasil, se presume que la intención de la maniobra era transportar el material metálico hacia el país vecino a través de pasos no habilitados, configurándose una posible tentativa de contrabando, teniendo en cuenta que el robo de cables y objetos de cobre y bronce conforman un fenómeno en auge", informó oficialmente la Gendarmería.
"Intervinieron el Juzgado y la Fiscalía Federal de Paso de los Libres, que orientaron la detención del ciudadano y el secuestro de la carga, del rodado y del dinero en efectivo, (todo valuado en aproximadamente 373.229.629 de pesos argentinos)", agregó, dando cuenta de la cifra millonaria del cargamento secuestrado.
Marzo también fue un mes de incautaciones reiteradas de cargamentos ilegales de cobre. El 18 las fuerzas de seguridad indicaron que un operativo denominado "Heavy metal" dio con "28.305 kilos de cables y piezas de cobre". Los productos fueron valuados en más de 788 millones de pesos.
Brasil y su incidencia en la "exportación" ilegal de cobre
Apenas una semana después, otro operativo detectó más de 46.300 kilos de cobre y bronce –aleación de cobre y estaño– en dos camiones provenientes de Lanús y José León Suárez, en el conurbano, y que se dirigían hacia la frontera con Paraguay.
En febrero, en tanto, una acción coordinada entre agentes de control de Chaco y Corrientes redundó en la intercepción de un transporte cargado con 36.000 kilos de cobre, bronce y aluminio. Si bien no se especificó el valor de los materiales incautados, las estimaciones a partir de lo que se paga en Brasil por el kilo del mineral situaron la cifra en más de 800 millones de pesos.
La ruta del mineral tiene su punto de partida en el robo de productos a base de cobre que ocurre sobre todo en Capital Federal, el conurbano bonaerense, Rosario y su anillo de poblaciones cercanas, y el traslado de cables y otros elementos a través de Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
Una vez cruzado a Paraguay y acopiado en puntos como Ciudad del Este, el material es ingresado a Brasil vía el departamento guaraní de Canindeyú y tiene como destino final mayormente el polo industrial de Sao Paulo.
Ya en ese territorio, los productos generados a partir de cobre son "recuperados" por fundidoras y talleres de reciclaje que luego revenden el cobre a empresas tecnológicas y automotrices en ese país.