Paraguay busca construir un gasoducto de u$s1.500 millones con Argentina y Brasil
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Paraguay está avanzando en conversaciones con empresas de energía y funcionarios gubernamentales de alto rango de Argentina y Brasil sobre un potencial gasoducto de u$s1.500 millones para conectar los tres países.
El plan elaborado por Paraguay apunta a competir con un proyecto rival boliviano para reutilizar los gasoductos existentes y transportar gas argentino a Brasil. Si alguno se concreta, marcaría un cambio potencial importante en los flujos de energía regionales.
"Estamos con que se firme un memorándum de entendimiento (para el gasoducto) a nivel presidencial entre los tres países" en junio, dijo Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía paraguayo. "En principio hay una simpatía general por el proyecto".
Los funcionarios paraguayos dijeron que la capacidad diaria inicial del gasoducto se proyecta en 15 millones de metros cúbicos en la primera etapa. Alexandre Silveira, ministro brasileño de Minas y Energía que viajó a Asunción en abril, dijo a Reuters que estaba consciente de la intención de Paraguay y expresó su apoyo, pero señaló que se necesitaban más estudios. "Acordamos concertar otra reunión con el sector privado para estudiar mejor la viabilidad", señaló.
La obra implicaría una inversión estimada de entre u$s1.200 y u$s1.500 millones, en parte del sector privado.
Gasoducto: cómo sería la megaobra
Los planes compartidos con Reuters muestran que el nuevo gasoducto recorrería 110 kilómetros desde Campos Durán en el norte de la Argentina hasta la frontera con Paraguay, a través de otros 530 kilómetros de tierra árida y plana en el Chaco paraguayo para llegar a Brasil.

Otros 400 kilómetros de tubería conectarían Carmelo Peralta en la frontera paraguayo-brasileña con Matto Grosso do Sul y desde allí potencialmente se unirían a la línea Gasbol existente hasta Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil.
Bolivia ha sido durante años un proveedor clave de gas para Brasil y la Argentina, pero su producción decreciente y el crecimiento potencial de la región de esquisto de Vaca Muerta están a punto de cambiar la dinámica del flujo de energía. Esto obliga a Brasil a buscar otros proveedores.
Funcionarios y empresas de Argentina y Brasil también han entablado conversaciones con Bolivia desde el año pasado sobre lo que podría ser la opción más rápida y barata para transportar gas desde Vaca Muerta al norte de la región, lo que implicaría revertir el flujo del gasoducto de Bolivia.
Alexandre Silveira, ministro brasileño de Minas y Energía que viajó a Asunción en abril, dijo que estaba consciente de la intención de Paraguay y expresó su apoyo, pero señaló que se necesitaban más estudios. "Acordamos concertar otra reunión con el sector privado para estudiar mejor la viabilidad", señaló.
Silveira afirmó que las dos propuestas no son excluyentes: La opción de Paraguay ayudaría a Brasil a suministrar energía a su planta de fertilizantes Tres Lagoas en Mato Grosso do Sul, agregó.
Brasil ha dejado claro que se necesitará gas argentino de Vaca Muerta -la segunda mayor formación de gas de esquisto del mundo y la cuarta de petróleo de esquisto- para equilibrar los suministros debido a la disminución de la producción de gas de Bolivia.