• 5/11/2024

El negocio de las heladerías low cost, sin local ni empleados: cuánta plata hay que invertir

Vía Bana vende el mismo helado de Grido pero a mitad de precio, la ventaja es que no tienen costos fijos. Qué inversión requiere y cómo se financia
21/04/2024 - 06:58hs
El negocio de las heladerías low cost, sin local ni empleados: cuánta plata hay que invertir

Abrir un negocio para alguien de muy pocos recursos es imposible, ni hablar de tener una franquicia. Se complica abonar un alquiler, pagar sueldos a empleados, dar un fee de inversión o royaltie. Pensando en los que menos tienen, los dueños de Grido (Helacor) idearon las heladerías sociales. Bajo la marca Vía Bana, con una inversión de $1 millón que se paga en 12 cuotas de $130.000, dan la posibilidad de soñar con un trabajo digno sin descuidar el hogar.

Allá, por los ’90, nació la marca de heladerías Vía Bana, pero en el 2000, cuando se funda Grido queda casi olvidada, sólo había 50 locales. En 2019, la familia Santiago decide trabajar en negocios inclusivos y la relanza. Cinco años después, Helacor cuenta con 2.000 heladerías Grido en todo el país, 1.000 heladerías sociales Vía Bana en 23 provincias argentinas. Desde Córdoba, gracias a un trabajo incansable, se convirtieron en el tercer productor mundial de helado. Solo en 2023 produjeron 95 millones de kilos de helados. Desde la leche del tambo hasta la llegada a las heladerías, están en todo.

El caso Vía Bana es un negocio inclusivo de estudio. Las heladerías sociales venden el mismo helado de Grido pero lo ofrecen a mitad de precio, la ventaja es que no tienen costos fijos. No es necesario alquilar un local, contratar personal, con solo abrir una ventanita en su casa y poner un freezer se comienza el negocio.

Para poder abrir una heladería social debe estar cerca de una Grido, a por lo menos 10 cuadras, porque el franquiciado se convierte en padrino de estos emprendedores sociales. Los interesados tienen que entrar en la página de gridohelados.com.ar y anotarse en el botón de heladerías sociales, para que los puedan llamar para una entrevista. 

Para abrir una heladería Via Bana hay que invertir $1 millón

Para comenzar con la venta de helados Vía Bana hay que tener ganas de emprender, ser responsable y necesitar un ingreso para sostener la familia, un estudio o llegar a fin de mes. "El emprendedor no tiene que poner plata. Se necesita un freezer que cuesta alrededor de $750.000 y los insumos para arrancar que es tener el freezer lleno, los cucuruchos, los envases térmicos para vender por kilo y medio kilo, lo que hace una suma de $250.000. Todo da un total de un millón de pesos, pero el Banco Santander lo financia a una tasa del 55% y se paga en 12 cuotas de $130.000", explicó Diego Llepeue, líder de las heladerías sociales Via Bana.

Salvo en Santa Cruz, donde esperan llegar en breve, están en todo el país. Están en los principales barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires, como el barrio Rodrigo Bueno, Barrio Mugica, entre otros. El responsable de la marca puntualizó: "Es un negocio de triple impacto en muchas zonas, como por ejemplo Catamarca. Está el impacto del emprendedor social al que le cambiamos la vida con un negocio exitoso bajo el paraguas de una marca reconocida, el vecindario accede a un producto de calidad a un bajo precio y la fábrica Helacor desarrolla un nuevo segmento de mercado".

En el caso de Vía Bana, no es necesario alquilar un local, contratar personal, con solo abrir una ventanita en su casa y poner un freezer se comienza el negocio

El 82% de las consultas que reciben son de mujeres, en su mayoría jefas de hogar. Aunque cada vez más crecen las consultas de hombres, al ser un negocio inclusivo trabajan con gente con capacidades diferentes y les dan la posibilidad de emprender. En estos últimos tiempos se sumaron casos de chicos que trabajan para pagarse sus estudios o personas mayores que con su jubilación no llegan a fin de mes y complementan el salario para poder comprar los remedios.

Historias de emprendedores sociales

Escuchar las historias de los emprendedores es muy fuerte. "Trabajamos con un segmento muy golpeado, hay gente que pudo ponerse su dentadura, gente que pudo volver a comer un asado, madres que tienen que cuidar a sus hijos y no podían acceder a un trabajo fuera de su casa, hay toda clase de testimonios. Es gente que un trabajo le cambió la vida, la autoestima, todo", contó conmovido Llepeue.

Una heladería debe vender 300 kilos de helados por mes para superar el límite de la canasta básica, en promedio las heladerías sociales venden 3.600 kilos al año, hay las que venden más y llegan a los 5.000 kilos anuales y otras, que venden menos. La tasa de cierre es muy baja de un 10% anual, pero en Vía Bana aclaran que no significa que sean incobrables. Hay estudiantes que pudieron pagarse sus estudios y cierran, por ejemplo.

Cuál es la ganancia que deja mensual una heladería social

Desde la empresa Grido los acompañan, los alientan, los guían para que aprendan a vender y tengan un ingreso importante. "Para poder salir de la pobreza necesitan ganar $600.000 y los ganan, algunos ganan $1 millón  mensual, si trabajan 12 horas con mucha dedicación. En muchos casos trabaja toda la familia, se ayudan mucho. La gente va a contenta a comprar helado, no es lo mismo que atender una farmacia. Estamos probando con la venta de alimentos congelados, pero ganan más con el helado al poder fraccionarlo. Tienen una ganancia del 40 por ciento".

Algunos tips y recomendaciones que reciben para mejorar las ventas: "Les pedimos que hagan una preventa, que le toquen el timbre al vecino y le ofrezcan la entrega de helado para el fin de semana. No trabajan con delivery, pero pueden anticipar la venta el día anterior con un timbreo. Todos los jueves a las 10:30 horas tenemos reuniones virtuales con todos los emprendedores para capacitarlos y darles charlas de ventas. Los acompañamos para que se sientan seguros, se dan aliento entre todos. La pandemia desarrolló esta cercanía", contó el responsable de las heladerías sociales.

La familia dueña de Grido sueña con poder enseñarle y ayudar a otras empresas a que desarrollen negocios inclusivos. Saben que el tema de la contención en una comunidad es fundamental. Cada emprendedor social gracias a su trabajo en la heladería tiene monotributo, lo que representa que tenga obra social y jubilación en un futuro.

Para abrir una heladería social debe estar cerca de una Grido, a por lo menos 10 cuadras, porque el franquiciado se convierte en padrino de estos emprendedores sociales

Hay un trabajo hormiga que muchas veces no se conoce, en Grido se encargan de detectar casos que por ejemplo no terminaron el secundario y les consiguen becas para poder hacer un bachillerato acelerado. Se dedican a darles capacitaciones y herramientas para que desarrollen un trabajo y un compromiso a largo plazo.

En un contexto difícil, tener un ingreso para poder mantener a la familia y sin salir de la casa es una oportunidad que pocas marcas dan.

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