Una familia argentina invirtió u$s5.000 para enlatar kombucha y el negocio fue un éxito instantáneo
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Booch Soda es un emprendimiento familiar centrado en la perseverancia, la innovación y el deseo de crear un producto de calidad en el mercado argentino. Con raíces que se remontan hace más de una década, este negocio liderado por Sofía García Laborde y su hermano Manuel está transformado la industria de las bebidas saludables en el país. Con un precio sugerido de $2500 por lata, este año la empresa proyecta vender unas 500.000 unidades y cerrar el 2024 con una facturación de alrededor de u$s450.000.
Todo comenzó hace 11 años, cuando los hermanos García Laborde se aventuraron en el mundo de la Kombucha, una bebida fermentada de origen chino con una larga historia de beneficios para la salud. Sin embargo, la falta de regulaciones alimentaria y la falta de experiencia los obligaron a pausar el proyecto. Entonces, Manuel se dedicó a viajar para formarse en alimentación saludable con los grandes referentes del mundo y Sofía volvió a trabajar en relación de dependencia.
Pero el destino tenía otros planes. Con la noticia de que la Kombucha sería incorporada al código alimenticio argentino, los hermanos decidieron revivir su sueño. Con una nueva visión del negocio y un enfoque renovado, reformularon su producto y en 2021 nació Booch Soda, una gaseosa saborizada de fermentación natural elaborada a base de Kombucha con té orgánico de Misiones.
La Kombucha, explica, es una bebida fermentada hecha a partir de té, azúcar y una colonia de bacterias y levaduras llamada SCOBY (Cultivo simbiótico de bacterias y levaduras, de sus siglas en inglés). Se caracteriza por su sabor ácido y ligeramente dulce y que ellos saborizan para hacer su gusto más agradable.
El crecimiento de Booch fue meteórico. Lo que comenzó como una modesta inversión inicial de u$s5000 en materia prima y latas, se convirtió en una expansión que los llevó a sumar socios, mudarse a una fábrica más grande y aumentar su producción para satisfacer la demanda cada vez mayor.
Actualmente, producen alrededor de 15.000 litros de Booch Soda al mes, pero la planta, ubicada en Villa Adelina (Provincia de Buenos Aires), tiene capacidad para, en un futuro que esperan no muy lejano, triplicar esa cantidad.
La planta, describe Sofía, es idéntica a una planta de cerveza, ya que ambas industrias utilizan exactamente la misma maquinaria. En su caso, lo único que tercerizan es el enlatado de las gaseosas.
Booch soda es más que una simple gaseosa
Lo que distingue a Booch Soda, dice Sofía a iProfesional, es su compromiso con la calidad y la innovación. Con una variedad de sabores que van desde lo clásico con botánicos hasta lo exótico, como el Suico; el Jengibre y Burrito; el Pomelo e Hibiscus, la Mandarina verde con Melena de León y Manzanilla y, por último, la de tradicional Yerba Mate con Moringa & Bergamota. Todas, dicen la CEO de Booch, ofrecen una experiencia única para el paladar, mientras proporcionan beneficios para la salud por sus efectos antioxidantes, tónicos, antiinflamatorios y potenciadores del sistema inmunológico.
Las gaseosas Booch hoy se venden en almacenes saludables, cafés de especialidad, hoteles y a través de su tienda online a todo el país.
Aunque, adelanta Sofía, ahora están cerrando las primeras negociaciones para lograr su próxima etapa de expansión hacia las grandes cadenas de supermercados y estaciones de servicio que, más que volumen, les permitirá crecer en el posicionamiento de marca.
Pero el alcance de Booch Soda no se limita a Argentina. Apoyándose fundamentalmente en la variedad de Yerba Mate, tienen la mirada puesta en el mercado internacional, especialmente en el cono sur, donde la empresa ya está explorando oportunidades de exportación para llevar su producto.
En Estados Unidos, cuenta Sofía, la Kombucha es furor y las grandes marcas de gaseosas siguen con atención sus pasos. Tanto es así que Coca Cola, por dar un ejemplo, en 2016 invirtió unos u$s20.000.000 en una marca de Kombucha norteamericana que se llama Health-Ade.
"Eso queremos también para Booch. Nosotros iniciamos el proyecto con la intención de que el día de mañana una de las grandes marcas nos compre. Por eso nuestro manifiesto fue el de crear un producto de calidad, distinguido en su identidad y con una marca muy linda", confiesa Sofía García Laborde.
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Por lo pronto, Sofía y su hermano Manuel siguen inquebrantables, armando el camino para que Booch Soda termine de consolidarse como referente en la industria de las bebidas saludables en Argentina.