Internas "libertarias" por el control de la empresa satelital del Estado: qué se disputan
Mientras faltan pocos días para que se defina la conformación del nuevo directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y de quién será su nuevo presidente, el futuro de otro ente clave para el Gobierno en el sector de las telecomunicaciones sigue siendo incierto y con internas entre dos grupos del oficialismo libertario para definir el cargo máximo.
En este caso, se trata de ArSat, la compañía estatal que brinda servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión por medio de infraestructura terrestre, aérea y espacial y cuyas instalaciones están ubicadas en Benavídez, provincia de Buenos Aires.
El anterior gobierno hizo de la sociedad una herramienta poderosa para pelearle mercado y marcarle la cancha a las empresas privadas del sector y hasta le reservó una parte del espectro de 5G que fue licitado antes del 10 de diciembre pasado con el objetivo de crear una empresa estatal telco que, con la llegada de los libertarios al poder y la decisión de privatizarla se dejó sin efecto.
Sin embargo, todavía es incierta la decisión que tomarán en la Jefatura de Gabinete sobre quienes serán los funcionarios que dirijan la sociedad todavía estatal y marquen las estrategias sobre el supuesto proceso privatizador.
Control cruzado
Es que si bien ArSat como sociedad, quedó bajo el control del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, será quien decida la conformación del diretorio y la designación de su presidente, en un esquema que desde el sector privado califican como "una verdadera locura" que deja más incertidumbre que certezas.
Esto sucede porque Posse creó la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado que será la encargada de designar autoridades en empresas y sociedades oficiales, incluyendo ArSat y el ENACOM, donde se estaría a punto de conocer a sus nuevas autoridades en las próximas semanas.
En cambio, en la compañía estatal de telecomunicaciones se viven días conflictivos que involucran a ex ejecutivos, funcionarios actuales y hasta dirigentes gremiales que pujan por acercar al entorno del presidente Javier Milei nombres para ocupar la presidencia de la sociedad.
Apoyo de "la jefa"
Varios de esos nombres generan fuertes críticas entre las empresas privadas, pero el que más opiniones negativas cosechó es el de Soledad Gonet, hasta ahora directora de ArSat y quien se estaría auto proponiendo para dirigir la empresa bajo un supuesto respaldo de Karina Milei, la actual Secretaria General de la Presidencia y apodada "la jefa".
De acuerdo a fuentes oficiales, la funcionaria proveniente de Río Negro busca tener el visto bueno de la hermana del Presidente para ocupar la presidencia de ArSat.
Según las mismas fuentes privadas, Gonet, quien es la voz cantante de ZTE, empresa propiedad del gobierno chino, debería pasar el filtro del ente que define los cargos en las empresas estatales y que está bajo la dirección de Mauricio González Botto, también proveniente del marcrismo.
Sin embargo, la funcionaria ya estaría armando una estrategia de reuniones con las compañías de telecomunicaciones y con sus proveedores para apuntalar su postulación recordando que fue su idea la de abrir contratos para construir una sede de ArSat en Bariloche que, en el mercado, aseguran fue una decisión totalmente improductiva.
Otro nombre que estaría rondando para formar parte del directorio de ArSat es el de Miguel Pesado, quien reemplazaría a Guillermo Rus, actual director de la sociedad y experto en el sector satelital y espacial.
En el caso de Pesado, fue director en la Secretaria de Comunicaciones de la Nación y Presidente del grupo Técnico para el Plan Nacional de Radiodifusión, durante la gestión de Guillermo Moreno, además de integrante de la Comisión de Prefactibilidad para instalación y puesta en funcionamiento del primer sistema Satelital Argentino y ex Gerente de Control e Ingeniería en la ex Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
Fue también director de Comunicaciones de la Provincia de Buenos Aires; Director en ARSAT S.A y Vicepresidente del Centro de Ensayos de Alta Tecnología, además de asesor en el ENACOM; Director del Proyecto de Investigación sobre Internet de las Cosas (IoT) y Co-Director del Proyecto sobre Móviles 5G, UNLA, 2018
De todos modos, en el sector se asegura que a Pesado "lo bajaron" de la candidatura por ser un hombre cercano al ministro Ferraro, mostrando de alguna manera las internas que se juegan entre el superministro y el Jefe de Gabinete, quien no quiere designaciones que sean promovidas desde Infraestructura, a pesar de no entender del negocio de las telecomunicaciones.
Pasado oscuro
ArSat fue una de las sociedades del Estado donde el kirchnerismo nombró una gran cantidad de cuadros partidarios con varios funcionarios que pretendían montar una operadora de telecomunicaciones estatal sobre la base de la compañía.
De hecho, un mes antes del cambio de gobierno, dirigentes gremiales y funcionarios de ArSaT, entre los que figuraba Gonet, crearon un grupo de trabajo formado por Carlos Andrenacci, director de la empresa en representación del gremio de Foetra, junto con José Duarte, sub gerente de ArSat; y Micaela Sánchez Malcom, ex secretaria de Innovación Pública.
La idea era darle utilidad al espectro de 4G y 5G a través de movilidad y acceso fijo inalámbrico (FWA) a través de los 90 Mhz que posee ArSat del remanente de las anteriores licitaciones, que nunca se usaron y quitaron capacidad a los privados, con el agregado de los 100 Mhz de 3,5 Ghz destinados al 5G en la nueva y conflictiva licitación.
Es más, si se toma el valor del espectro de 4G, actualmente la compañía estatal tiene un lucro ocioso por el cuál las operadoras privadas pagaron hasta u$s500 millones. A esto se suman los 100 Mhz de 5G por el cuál los privados están obligados a pagar u$s350 millones.
Ya en un proceso anterior organizado por el kirchnerismo se debió dejar vacante la convocatoria porque las empresas no tenían la capacidad económica para hacerlo y el espectro quedo vacante y otorgado a ArSat por la ley AFTIC en las postrimerías de la administración de Cristina Fernández, en el 2015.
Querían que ArSat ofreciera servicios que compitan con las empresas privadas, desde la red de fibra construida con fondos provenientes del llamado Servicio Universal. Es decir, del aporte de todos los operadores privados.
La estrategia era montar también servicios inalámbricos en alianza con prestadores que no invierten.