Esta empresa rosarina trabaja con la NASA para revolucionar la forma en que se producen alimentos
SIMA, Sistema de Monitoreo Agrícola, es una startup rosarina que nació en 2011 con el propósito de asistir a los agricultores en el registro y análisis de información crucial para la toma de decisiones. Este proyecto, gestado como parte de una tesis por dos estudiantes de Agronomía, se formalizó como empresa en 2013 y ahora factura alrededor de u$s2 millones monitoreando más de 8.3 millones de hectáreas de campo en ocho países latinoamericanos. Recientemente, fue también reconocida como el mejor emprendimiento en su categoría.
La plataforma funciona como una gran base de datos de conocimiento agrícola que se alimenta de información que registran los usuarios sobre sus propios cultivos, pero además de otros agricultores registrados. Los datos abarcan desde la presencia de malezas, plagas y enfermedades hasta posibilita alertas en tiempo real sobre eventos climáticos. Además, permite el monitoreo de lotes, la geolocalización de datos y la generación de órdenes de aplicación para el manejo de cultivos.
De startup a empresa
La idea se les ocurrió en 2011 a Gerónimo Oliva y Mauricio Varela cuando preparando su tesis para graduarse de ingenieros agrónomos, descubrieron que los productores debían desplazarse personalmente al campo para inspeccionar sus cultivos y registrar información, a menudo utilizando métodos tradicionales como cuadernos o, en el mejor de los casos, planillas de cálculo.
Ahí había un problema y pensaron que ellos podían crear una solución para facilitarle al campo esa dura tarea.
En 2014 convocaron a Andrés Yerkovich, ingeniero en sistemas para que los ayudara a diseñar una solución tecnológica que cambiara los tradicionales hábitos de los agricultores llevándoles toda la información que necesitan para planificar la actividad o anticiparse ante potenciales inconvenientes sin necesidad de ir al campo.
Inicialmente, contemplaron una solución de escritorio, pero comprendieron que debía ser más accesible. Así, incorporaron aplicaciones móviles y smartphones. Agustín Rocha y Pablo Etchanchu, desarrolladores de una iniciativa similar, se unieron al proyecto en 2015, fusionando ambas ideas y dando vida a SIMA.
¿Cómo funciona el sistema?
La invención permitió que los agricultores pudieran recolectar los datos de sus cultivos con la aplicación, para visualizarlos y compartirlos a través de la plataforma web, que reemplazó a la tradicional libreta de notas.
SIMA funciona bajo la lógica del trabajo colaborativo, donde son los propios usuarios los que ayudan a sus vecinos con la carga de información al sistema. Al detectar cualquier problemática, ya sean malezas, plagas o enfermedades, cada productor emite una alerta, que le va a llegar a sus pares que también usan la plataforma. De esa manera, se logra una red colaborativa dentro de la comunidad.
Actualmente, SIMA junto a la NASA Harvest, que tiene sede en la Universidad de Maryland, trabajan en la optimización de un algoritmo, que permite estimar el rinde de los cultivos con un mes de anticipación y un 80% de efectividad.
Por otra parte, la empresa trabaja junto a Bayer, en Brasil, en el control de la cigarrinha del maíz en las jurisdicciones de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, abarcando más del 70% de las regiones afectadas por esta enfermedad. Esa iniciativa, entre otras, se encuentra en plena expansión con el aporte tecnológico de la startup nacida en Rosario.
La empresa en el escenario global
En sus 10 años de actividad, cuenta Yerkovic, su actual CEO, SIMA logró más de 800 clientes y cerca de 15.000 usuarios entre Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Uruguay y México. La mayoría son del segmento empresas; aunque también entre ellos hay algunos productores particulares. Hoy, detalla el ejecutivo, con un costo de u$s1 por hectárea, la mitad de sus ingresos de la empresa proviene de operaciones internacionales
"La estrategia para llegar al exterior es identificar mercados donde tenemos product market fit. Comenzamos vendiendo a empresas de renombre para generar más confianza en los segmentos de clientes medianos y chicos. Las primeras ventas son más difíciles, pero la realidad es que allanan el camino para las siguientes. Si el crecimiento comercial es considerable comenzamos a desplegar más personas físicas en esos mercados para vender más y dar soporte", detalla Yerkovich a iProfesional.
Dependiendo del mercado, agrega, desembarcan de manera directa o a través de partners. En Brasil, por ejemplo, armaron un equipo local que se encarga de vender y dar soporte a los clientes. Eso sí, aclara Yerkovich, la "cocina de SIMA" está en Argentina y en total emplean a 59 simeros, como le dicen a sus empleados.
En 2022, la startup recibió una inversión de $2,2 millones para ampliar su presencia en la región, con participación de jugadores clave del sector. Amdeás por su trayectoria, SIMA, que durante el último año facturó u$s2 millones, fue elegida como Mejor Agtech en la XXI edición del "Premio a la Excelencia Agropecuaria", que otorgan el Diario La Nación y el Banco Galicia.
Con estas perspectivas, dice el CEO a iProfesional, en 5 años van a llegar a 30 millones de hectáreas digitalizadas. "Vamos a ser la fuente de verdad agrícola en toda Latinoamérica, donde productores de todas las escalas puedan acceder, decidir y gestionar su producción, con datos confiables y objetivos", promete.