Batalla en SanCor: al borde de la quiebra, la cooperativa reactivó dos plantas y ATILRA lanza otra medida de fuerza
Los cruces por el control de SanCor no se toman respiro y, en un contexto de "crac" comercial que mantiene a la unión de cooperativas al borde de la quiebra, la cúpula de la firma y un grupo de trabajadores alejados de ATILRA rompió con el esquema de retención de horas promovido por el gremio y reactivó dos plantas en las últimas horas. Los operarios anticiparon que buscarán reinstalar la actividad en otras dos instalaciones, en búsqueda de preservar la continuidad de los puestos laborales en un momento crítico de la compañía. En la vereda de enfrente, el sindicato respondió lanzando otra medida de fuerza que rige desde la noche del lunes. ATILRA exige el pago completo de los salarios, la aplicación de una suba en los montos y, en simultáneo, los aportes correspondientes al gremio.
Los trabajadores que retomaron labores volvieron a poner en marcha las plantas de Gálvez, en la provincia de Santa Fe, y La Carlota, en territorio de Córdoba. En la primera, SanCor produce quesos procesados y fraccionados, mientras que en la segunda predomina la elaboración de manteca.
La intención de los directivos de la firma y los operarios alineados es volver a poner en funcionamiento las instalaciones de Devoto y Balnearia, también en Córdoba, en el transcurso de esta semana. Para más adelante quedaría el retorno de la planta de Sunchales, ya en la provincia de Santa Fe.
Reunión en la Secretaría de Trabajo
Antes de ello, se aguarda por un nuevo acuerdo entre la cúpula de la unión de cooperativas y sus proveedores de leche, profundamente molestos por la falta de pagos que ejerce la empresa desde hace años. El retorno de parte de los trabajadores es consecuencia de promesas de mejoras salariales que la directiva informó en los últimos días. El cumplimiento de esas potenciales subas está atado a que SanCor normalice su funcionamiento en el lapso de 72 horas.
En respuesta a estos movimientos, y sin cesar en su reclamo, ATILRA activó un paro de ocho horas por turno, y ambos actores en conflicto se verán las caras el próximo jueves, en el marco de una nueva audiencia promovida por la Secretaría de Trabajo. Voces cercanas a la láctea reconocen que el gremio sigue manteniéndose inmutable ante las propuestas de la firma. Y que todo indica que el conflicto se prolongará hasta entrado el 2024.
Los directivos afirman que ATILRA intensificó su plan de lucha luego de que se cayera la posibilidad de generar un fideicomiso que ayude a reducir la deuda de la unión de cooperativas. La cúpula de la firma sostiene que el gremio avalaba esa opción porque "le permitía a ATILRA tomar parte del control de la empresa".
Del otro lado, se señala que la gestión al frente de la compañía no ha hecho más que destruir la capacidad financiera de SanCor. Se estima que la láctea ostenta una deuda del orden de los u$s380 millones.
Los trabajadores nucleados en ese gremio sostienen que sus acciones comprenden una "retención parcial de tareas en virtud del incumplimiento del pago de los salarios".
SanCor y un conflicto que suma tres meses
Al mismo tiempo, fuentes ligadas a ATILRA se pronunciaron respecto del reciente cierre de la planta de San Guillermo asegurando que dichas instalaciones, ubicadas en Santa Fe, operaban atendiendo la producción de otra compañía en lugar de operar para la unión de cooperativas.
Según la organización, SanCor habría cedido el funcionamiento de esa planta a Aristeo SA. en San Guillermo, donde se elaboraban "productos para sí misma con materia prima propia, utilizando los trabajadores y las instalaciones de SanCor, siendo que SanCor les paga a esos trabajadores salarios como al resto que elaboran para la propia SanCor por debajo de lo establecido en las Convenciones Colectivas pertinentes, lo cual demuestra que SanCor cede a terceros mano de obra a valores inferiores de lo que se debería pagar".
Los directivos de la firma señalan al gremio ATILRA como el responsable directo del declive productivo que exhibe la unión de cooperativas.
Recientemente, la compañía con base en Sunchales emitió un comunicado alegando que ATILRA viene "paralizando la actividad productiva y comercial" desde hace más de 40 días. Argumenta que el gremio utiliza como "excusa" la "regularización de cuestiones salariales" para llevar a cabo sus acciones, pero que en realidad las motiva "la no concreción del proyecto del Fideicomiso de Administración que el gremio impulsaba de la mano de empresarios, que no tenía ni la capacidad económica, ni de gestión".