Sigue la incertidumbre sobre dos organismos públicos clave para las telecomunicaciones
La danza de nombres que figuran para ocupar puestos clave del sector de las telecomunicaciones se sigue bailando en el seno de La Libertad Avanza donde, por lo menos hasta estos días, no existe todavía un horizonte claro para dos de los organismos de mayor peso para el sector.
Se trata de la sociedad estatal ArSat y del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). Es decir, de la empresa satelital oficial y de la oficina encargada de regular el sector de las telecomunicaciones que, actualmente, se encuentran bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros y que, a partir de la asunción de Javier Milei a la Presidencia de la Nación el próximo domingo 10 de diciembre, quedará bajo el comando de Nicolás Posse.
Se trata de un íntimo amigo del mandatario electo desde hace más de 15 años, se conocieron cuando trabajaban en diferentes áreas de Corporación América y a quien Milei definió como "una persona excepcional".
Posse aspira a que tanto el ENACOM como ArSat queden bajo su órbita, mientras que desde el súper Ministerio de Infraestructura que comandará Guillermo Ferraro, no solamente pretenden manejar la Secretaría de Comunicaciones sino también tomar las riendas de los dos entes y nombrar tropa propia en ambos.
De hecho, el funcionario nombró a Tomás Sutton para estudiar el estado de situación del organismo y de todo el sector de las telecomunicaciones para que, a partir del 10 de diciembre próximo, las dos empresas pasen a formar parte de su estructura ministerial, hecho que todavía se encuentra en debate entre las filas del próximo oficialismo.
Sutton venía dialogando con Claudio Ambrosini, hasta hoy titular del ENACOM, para llevar a cabo una transición ordenada en el área de comunicaciones y del ente oficial, aunque todavía no queda claro si será el próximo titular del organismo. Es más, Ambrosini acaba de presentar su renuncia al cargo que le fue aceptada por el todavía presidente Alberto Fernández en el Decreto 682/2023 publicado en el Boletín Oficial de este miércoles 6 de diciembre.
Si bien la renuncia sería efectiva a partir del próximo 10 de diciembre, fuentes oficiales aseguran que Ambrosini ya dejó de hecho su cargo, al igual que otros representantes oficiales en el ENACOM como Gustavo López, vicepresidente del organismo oficial y los directores Raúl Gonzalo Quilodran Llamas; María Florencia Pacheco; Alejandro Fabián Gigena; Silvana Giúdici; José Manuel Corral y del contador público Ariel Marcelo Martínez, Coordinador General de Asuntos Ejecutivos, con dependencia directa del Directorio del ENACOM, así como Diego Leiva, quien era Coordinador General de Asuntos Técnicos del ente.
Futuro incierto
Las renuncias y las pujas entre Ferraro y Posse por el control de los dos organismos hacen que se demoren las designaciones de quienes tendrán a su cargo las políticas de negocios de ArSat y los planes de regulación del ENACOM para la próxima gestión del gobierno libertario. Es más, por lo menos en dos casos, las renuncias de directores del ENACOM serían irregulares si se tienen en cuenta los plazos que deberían cumplir.
Uno es el de Giúdici, que le quedarían todavía seis meses para cumplir su mandato de cuatro años. Lo mismo ocurre con Corral, quien reemplazó a Giubergia en medio de la pandemia, y a quien le quedarían entonces dos años más por delante. En cuanto al sucesor de Gigena, tendrá que completar el mandato de la primera minoría.
Todo un complejo escenario que no hace más que profundizar cierto resquemor que existe entre dos sectores del oficialismo por el futuro control de los dos organismos, más que nada para reemplazar a Ambrosini, un hombre cercano al ministro de Economía, Sergio Massa.
Hasta ahora, el ex titular del ENACOM venía compartiendo información con Tomás Sutton sobre el estado de situación del organismo y de todo el sector de las telecomunicaciones que, a partir del 10 de diciembre próximo, pasará a formar parte del Ministerio de Infraestructura.
Danza de nombres
Sutton, quien es propuesto por Ferraro para asumir en el ENACOM, es un abogado del estudio de Francisco Canese y amigo de Agustín Garzón, además de sobrino de Alberto "el rengo" Iribarne, ex ministro de Justicia durante la gestión kirchnerista del 2006.
Es especialista en telecomunicaciones, egresado de la Universidad de Belgrano y posee un Master en International Business Transactions de la Universidad de Boston. Actualmente, es socio en el estudio MCA, que asesora en el área de Comunicaciones y Tecnología de la Información en América Latina a varias empresas tanto en materia regulatoria (telecomunicaciones y radiodifusión) como todos los aspectos vinculados a Internet, protección de datos y comercio electrónico.
Sin embargo, suenan otros nombres como algunos allegados al PRO como Héctor María Huici, un abogado integrante del partido que dirigen Macri y Patricia Bullrich, graduado de la UBA y que en 2016 ocupó el cargo de Secretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Modernización, durante la gestión de Cambiemos.
Quien asuma, seguramente tendrá que definir varios temas esenciales para el sector como la licitación de la banda de 5G que las actuales autoridades adjudicaron a Personal, Movistar y Claro, empresas que ya depositaron en las arcas del Tesoro, alrededor de u$s350 millones como el parte del compromiso firmado en los pliegos del proceso.
De todos modos, se espera que el proceso de desarrollo de la nueva tecnología genere inversiones adicionales por u$s1.500 millones que también entrarán a las complicadas arcas del Estado.
Temas bajo análisis
Además, la función del próximo gabinete de telecomunicaciones de Javier Milei será de liderar el despliegue de esta nueva infraestructura, así como la expansión de la banda de 4G. Del mismo modo, deberán definir el futuro del polémico Decreto 690, que declaró servicio público esencial al sector de las telecomunicaciones y le impuso un cepo a los precios de las facturas de las operadoras.
Se trata de una medida que acaba de ser declarada inconstitucional por una el Juzgado Contencioso Administrativo Federal 8 ante una demanda presentada por Telecom, por considerar que se trata de un DNU que vulnera el principio de razonabilidad que consagra el art. 28 de la Constitución Nacional por la discordancia entre el fin de la norma y los medios empleados.
Teniendo en cuenta la ideología de libre mercado que promulga La Libertad Avanza es de esperar que el presidente electo derogue el DNU decretado por su antecesor, Alberto Fernández, en 2021.
El futuro de ArSaT
En el caso de la empresa satelital, la agenda pasa por la decisión de mantenerla o no bajo la órbita del Estado, teniendo en cuenta que el kirchnerismo la copó con cuadros partidarios con varios funcionarios que pretendían montar una operadora de telecomunicaciones estatal sobre la base de la compañía.
De hecho, en la licitación para la 5G el ENACOM le reservó a la compañía 50 MHz para que también pueda prestar telefonía 5G en la Argentina, en una supuesta asociación con algún otro operador.