La caída de SanCor: finalmente cerró una de sus plantas "recuperadas" y se agiganta el riesgo de quiebra definitiva
El peor de los pronósticos se cumplió y SanCor se acerca cada vez más al precipicio de la quiebra definitiva. A tono con lo anticipado por iProfesional, la unión de cooperativas finalmente cerró de manera definitiva una de sus plantas en la provincia de Santa Fe y crece el temor de que las cinco instalaciones restantes que posee la firma corran la misma suerte en cuestión de meses. SanCor atraviesa un conflicto con el gremio ATILRA que ya suma casi dos meses de vigencia y, en simultáneo, continúan sin aparecer alternativas que acerquen oxígeno financiero a la compañía. Se estima que la láctea ostenta una deuda del orden de los 380 millones de dólares.
La planta que acaba de cerrar la unión de cooperativas corresponde a las instalaciones de San Guillermo, reactivada por la firma hace cinco meses tras un parate de tres años. Allí SanCor fabricaba quesos a partir de un convenio con Aristeo SA que le garantizaba leche y otros insumos para la labor industrial.
El cierre de San Guillermo afecta a casi 30 puestos de trabajo e implica la desactivación de una de las escasas seis plantas aún bajo control de la compañía. En su apogeo, SanCor llegó a mantener en funcionamiento un total de catorce instalaciones.
El enfrentamiento que mantiene la cúpula de la lechera con los trabajadores nucleados en ATILRA acumula casi dos meses de iniciado y hasta el momento no hay indicios de que el gremio cesará sus medidas de fuerza.
El conflicto con ATILRA
Desde hace semanas, los empleados de SanCor llevan a cabo retenciones de tareas por el lapso de 6 horas por turno. Por el momento, ATILRA no ha establecido una fecha límite para ese régimen. Y, por el contrario, la cúpula de la organización discute la posibilidad de promover un nuevo paro de gran escala antes de que concluya el año.
El sindicato asegura que los directivos de SanCor "no cumplen desde hace años con las disposiciones legales, salariales y en lo que respecta a los aportes y contribuciones a su cargo".
A raíz de este conflicto, señalan en el interior de la láctea, SanCor vertió al menos 100.000 litros de leche en las últimas semanas. Hoy por hoy, la firma se ubica muy lejos de sus mejores marcas históricas con un promedio de 700.000 litros procesados a diario. En su época "dorada", la empresa superaba los 6 millones de litros procesados en igual lapso.
Si bien en octubre intervino la cartera de Trabajo, lo cierto es que la directiva de la empresa mantiene atrasos en los salarios correspondientes a ese mes y el corriente noviembre.
En el seno de SanCor no faltan quienes sostienen que la pretensión de ATILRA, más allá del reclamo de sueldos, es presionar para que los operarios finalmente se hagan cargo del funcionamiento de la unión de cooperativas.
SanCor y una deuda millonaria
En un comunicado de esta semana, la organización gremial señala que la empresa posee un pasivo de 379,4 millones de dólares "y un Consejo de Administración en descomposición, en retirada y marcado por los enfrentamientos entre sus integrantes".
Según ATILRA, el estado actual de la lechera es "culpa" de "la administración de Sancor, no de los trabajadores como quieren hacer creer". El gremio afirma que en el texto que "los directivos preparan su retirada".
"Sin respuesta para dar a sus acreedores, y con el Consejo de Administración fracturado, los directivos de SanCor preparan su retirada con variado fuego cruzado entre sus integrantes, donde se achacan errores de conducción y responsabilidades no asumidas", asegura el sindicato.