¿Conviene la construcción en seco?: ventajas del steel frame al proyectar una vivienda
Con buenos tiempos de construcción y otra cantidad de ventajas que enumeran las oficinas de marketing del sector, se trata de una opción que gana presencia y mercado. Sin embargo, persisten dudas acerca de su calidad, aptitud ante determinados climas y desafíos y hasta de su misma esencia: ¿qué es exactamente el Steel frame?
Silvano Canton, gerente de Marketing de Barbieri, y Juan Francisco Barbieri, gerente de Consul Steel, consultora especializada exclusivamente en Steel Framing, responden todo lo que se plantea quien, acaso, planea su próxima casa en un barrio cerrado. Aunque, como se verá, no sólo se trata de él...
-¿En qué se diferencia del sistema tradicional y por qué se dice que es construcción en seco?
-La construcción en seco es un modelo de construcción abierto y sustentable en el que los materiales no requieren conglomerantes húmedos para el armado de estructuras u otros componentes. Desde 2018, a partir de la resolución publicada en el Boletín Oficial, es reconocido como un sistema constructivo tradicional que exime a los constructores de presentar el Certificado de Aptitud Técnica (CAT), lo que permite reducir tiempos de implementación en las obras realizadas con este sistema.
-¿Cualquier proyecto puede ser Steel Frame?
-Sí, otra de las grandes ventajas del Steel Frame es su flexibilidad arquitectónica y compatibilidad con todo tipo de construcciones. Al ser un sistema abierto permite desarrollar obras sin limitaciones de diseño, de rápida ejecución, con diversas terminaciones exteriores y elevada eficiencia energética. En ese sentido, cualquier proyecto pensado para obras húmedas puede convertirse completamente en Steel Frame, o puede incorporarlo en parte, dando lugar a obras mixtas. Además, también permite efectuar ampliaciones de forma sencilla. La obra es más rápida y limpia y, en la mayoría de los casos, permite continuar habitando la vivienda durante el proceso.
-¿Es firme, durable, resistente?
-No sólo es firme, durable y resistente, sino que uno de sus principales beneficios es la reducción del peso estructural, que facilita su manipulación y transporte, así como su montaje en obra y en taller. Además, el Steel Frame es capaz de soportar cargas significativas y de ser muy versátil en términos de diseño. De hecho, los perfiles tienen una vida útil superior a los 300 años y su material constitutivo posee una elevada resistencia mecánica con relación a su peso. La durabilidad de los materiales mantiene las construcciones intactas durante décadas.
-¿Cómo es en términos de eficiencia energética y sustentabilidad?
-En términos de sustentabilidad, y a diferencia de muchos otros materiales de construcción, los perfiles contienen un porcentaje de acero reciclado, permitiendo reducir las emisiones de CO2 en la fabricación. En ese sentido, una vez finalizada la vida útil de la construcción, es posible recuperar una parte del acero reutilizándolo, y el resto del mismo es reciclado en circuitos establecidos para la recuperación de chatarra de acero.
En cuanto a la eficiencia energética, este sistema se destaca por su capacidad de integrar sistemas de aislamiento térmico y acústico de alta calidad proporcionando un mejor control de la temperatura interior y reducción en la transmisión de ruido. A su vez, las obras tienen un consumo energético de un 60% menos que la de una construcción húmeda construida sin aislación térmica en su envolvente, y hasta un 47% de reducción de huella de carbono, impactando directamente en el gasto de luz y gas.
-En relación a la ejecución, ¿cuánto más rápida es en relación a una obra tradicional?
-El plazo de obra se reduce un 70% respecto de una obra húmeda equivalente y, si se paneliza en taller, se aumenta la productividad, reduciendo aún más el plazo.
-¿Qué hay en lo que se refiere a los costos? ¿Cuánto más cara –o más barata- es una obra ejecutada con este sistema?
-Para analizar el costo por m2, es necesario examinar la estructura del proyecto para comprender su complejidad y así estimar el consumo de materiales de manera precisa. Lo que sí podemos decir es que disminuye los costos asociados a mano de obra y permite una ejecución más planificada de tareas, optimizando el tiempo y reduciendo errores durante la construcción. (N.de la R.: digamos, también, que el acero es un insumo dolarizado).
-¿Hay resistencia cultural al sistema?
-En la Argentina, la cultura constructiva aún se rige por los métodos de construcción clásicos, en donde los materiales elegidos son aquellos utilizados con mayor frecuencia, disponibilidad y costos, o, en su defecto, los materiales que se corresponden con ciertos estilos arquitectónicos predominantes.
Es importante tener en cuenta que la adopción de cambios en la cultura constructiva no siempre es fácil, y factores como la resistencia al cambio y la falta de información pueden ser obstáculos significativos. Por eso, para fomentar una mayor adopción, es clave promover políticas y regulaciones que fomenten y respalden el uso de este sistema constructivo, incentivando la investigación, el desarrollo y la capacitación en el sector.