Massa y Tombolini convencieron a las alimenticias: "No le sueltan la mano" a Precios Justos
Tras las reuniones con las grandes cadenas de supermercados y los mayoristas, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, inició este martes 22 de noviembre una serie de encuentros presenciales, virtuales y hasta llamadas telefónicas con las mayores productoras de alimentos de consumo masivo con el fin de continuar con el programa Precios Justos.
El objetivo del funcionario cercano al ministro de Economía, Sergio Massa, es el de que Precios Justos "sobreviva" por lo menos hasta el próximo 10 de diciembre, cuando llegue el recambio de autoridades y Javier Milei asuma la presidencia argentina.
Tombolini convenció a las empresas para continuar en Precios Justos
Con el apoyo ya logrado de los súper y los mayoristas, durante esta jornada, el funcionario logró también el compromiso de la mayoría de los grupos alimenticios de acompañar el programa hasta que el líder de La Libertad Avanza reemplace a Alberto Fernández en el sillón de Rivadavia.
En ese contexto, fue manteniendo charlas con los máximos referentes de empresas como Molinos Río de la Plata; Arcor; Danone; Mastellone; Unilever; P&G; Coca Cola; Quilmes, entre otras.
El "plan de seducción" que Tombolini puso en marcha parece haber dado sus frutos, porque la mayor parte de las productoras que aportan marcas al programa oficial se comprometieron a "no soltarle" la mano y acompañar Precios Justos durante las próximas tres semanas que faltan para el recambio de autoridades nacionales.
"Vamos a acompañar el proceso de transición como nos pidieron y luego analizar si el próximo gobierno libertario mantiene este tipo de programas o libera los precios", admitieron en una de las grandes alimenticias de la Argentina.
Precios Justos: comprometer el abastecimiento
Otro de los puntos sensibles que Tombolini analizó con las empresas es el de asegurar la provisión de la mercadería en las góndolas de los supermercados.
Es decir, evitar la falta de abastecimiento que, en algunas ocasiones, se pudo observar en los productos que llevan el logo de Precios Justos, teniendo en cuenta que los fabricantes privilegian producir más de aquellas marcas que comercializan en los almacenes de barrio o mercados de proximidad que no están bajo el paraguas del programa oficial.
En este sentido, desde la Secretaría de Comercio advirtieron que en los próximos días saldrán a controlar el abastecimiento "como lo venimos haciendo desde que asumimos para que la oferta se mantenga".
En el organismo entienden que no existen razones "lógicas" para que las alimenticias envíen listas con aumentos de hasta un 40% cuando el dólar oficial casi no se movió; el blue se mantuvo estable y la inflación bajó a un dígito.
"Solo fue por la situación post electoral que algunas de las empresas llevaron a cabo este tipo de política especulativa que no tiene sentido desde lo económico", agregaron funcionarios cercanos a Tombolini.
Precios Justos: un plan flexibilizado
Por lo pronto y como una de las medidas de transición acordadas entre el gobierno saliente y las nuevas autoridades, Precios Justos será flexibilizado y supermercados como Carrefour; Coto y Changomás (ex Walmart) podrán aceptar listas con aumentos de hasta un 12% dependiendo de la categoría y la importancia del producto en la canasta alimenticia de los consumidores.
Y en diciembre se agregará otro 8% antes del día en que Milei será proclamado Presidente de la Argentina y comience un nuevo ciclo político en el país, de tono más liberal y con una impronta de libre mercado que hace pensar que programas como Precios Justos serán desarticulados aunque de manera paulatina.
Precios Justos es uno de los llamados cepos que el actual gobierno kirchnerista viene imponiendo en varios sectores, en especial a la industria alimenticia, entendiendo que, de este modo, se podía combatir la inflación.
Sin embargo, la realidad muestra otra cosa, con un nivel inflacionario que se dispara y los valores de los alimentos que, de todos modos, siguen aumentando.
¿Qué hará Milei con Precios Justos?
Hasta el propio Javier Milei, en declaraciones radiales, ya anticipó que llevará "entre 18 y 24 meses" bajar la inflación a los niveles internacionales, a la vez que explicó los motivos por los que no levantará el cepo cambiario de inmediato.
En este sentido, desde La Libertad Avanza no verían con malos ojos este tipo de regulación por un corto período o hasta que asuman el gobierno para evitar tener que pagar el costo total de la liberación de los precios, medida que se estima tomará el futuro gabinete económico que elija Milei.
Ya durante los días posteriores a las PASO, cuando el referente libertario arrasó en las elecciones, las empresas proveedoras de las grandes cadenas de supermercados tenían preparadas listas que para enviar con aumentos muy superiores al 5%, porcentaje es el que permite el Gobierno mensualmente para la canasta de alimentos que se encuentra por fuera del programa Precios Justos.
Sin embargo, el aluvión "libertario"; la devaluación del 20%; la fuerte suba del dólar y de las tasas de interés frenaron el envío de esas listas a supermercados como Coto; Changomás (ex Walmart); Carrefour y Jumbo, entre otros.
No repetir "errores"
Los productores y comercializadores de alimentos decidieron revisar sus estrategias y, en la mayoría de los casos, retocar los precios en un 20%, trasladando directamente la devaluación a sus costos.
La decisión provocó una grieta con los dueños de las cadenas de supermercados que decidieron rechazar las nuevas listas, básicamente por entender que no pueden hacer lo mismo. Es decir, trasladar la totalidad de la devaluación a las góndolas.
En ese sentido, en el sector entienden que Precios Justos debe ser totalmente reformulado, más que nada debido a que la fuerte devaluación de los mercados del 20%, así como la suba de la tasa de interés, sumado al ajuste de costos y el freno de las ventas por la falta de precios lo hace inviable.
Por lo menos, en su modelo actual diseñado por la Secretaría de Comercio que permite subas de hasta 3,5% para los más de 1.500 productos que conforman la canasta oficial, y del 4% para los que quedan afuera.
Entre los tipos de productos que se encuentran en la canasta hay aguas, gaseosas, arroz, galletitas dulces y saladas, azúcar, café, cepillos y pastas dentales, limpiadores, conservas, champú, acondicionador, pañales descartables, crema de leche, manteca, dulce de leche, leche, harina, jabón, lavandina, panificados, yogur y yerba.
Participan del acuerdo 112 empresas (además de cinco empresas del Fideicomiso de Aceites y 18 empresas del Fideicomiso de Harinas y Fideos), de las cuales 39 son pymes, 62 grandes empresas y 11 son supermercados.