GIGANTE EN CAÍDA

WeWork, en quiebra: qué falló en su multimillonario modelo de negocios y sus implicancias en Argentina y la región

La compañía finalmente adhirió al Capítulo 11 de la ley estadounidense que habilita la quiebra. La firma seguirá operando mientras renegocia sus deudas
NEGOCIOS - 07 de Noviembre, 2023

La presunción se hizo realidad y una de las empresas que prometía cambiar por completo las formas de trabajo en las oficinas sufre un derrumbe dramático. WeWork se declaró en quiebra ante tribunales federales de los Estados Unidos y la compañía, que llegó a estar valuada en más de 45.000 millones de dólares, ahora ingresa en una fase reordenamiento para afrontar deudas de entre 10.000 y 50.000 millones en moneda estadounidense, según estimaciones de mercado. El veloz ascenso y caída de la empresa, que salió a bolsa en 2021 e inició como una firma con la mira puesta en lo tecnológico y luego se consolidó en el ámbito inmobiliario, puede interpretarse como la consecuencia de una tormenta perfecta con condimentos que van desde la ruptura de los precios de las oficinas hasta los coletazos del Covid-19.

"Ahora es el momento de impulsar el futuro enfrentando agresivamente nuestros arrendamientos heredados y mejorando drásticamente nuestro balance. Seguimos comprometidos a invertir en nuestros productos, servicios y equipo de empleados de clase mundial para apoyar a nuestra comunidad", informó la firma, a través de un comunicado rubricado por David Tolley, su CEO de WeWork, tras conocerse el pedido del Capítulo 11 que habilitó la quiebra.

Este nuevo status le permite a la compañía seguir operando mientras elabora un plan para pagar sus deudas. WeWork supo alcanzar un amplio acuerdo de reestructuración de deuda a principios de este año, pero la aparente solución duró muy pocos meses. En agosto, su cúpula reconoció la existencia de "dudas sustanciales" sobre su capacidad para continuar operando. Ya en septiembre, la empresa notificó que renegociaría casi todos sus contratos de arrendamiento y que incluso se retiraría de las ubicaciones de "bajo rendimiento".

El alivio nunca llegó y la empresa pasó de unicornio admirado a decepción. Los primeros tropiezos contundentes de WeWork se remontan ya a 2019 y sus primeros intentos fallidos por salir a bolsa.

En aquel momento, refieren fuentes financieras, la documentación de la oferta pública inicial reveló pérdidas mayores a las esperadas y una serie de presuntos conflictos de intereses con Adam Neumann, cofundador de la empresa y entonces CEO de WeWork.

"Por su estilo de liderazgo poco ortodoxo, Neumann dio lugar a que la cultura de WeWork recibiera una amplia cobertura noticiosa y fue destituido en 2019 tras la presión de los inversores", señalan fuentes periodísticas estadounidenses.

Al ascenso meteórico de la firma se le contrapone ahora una crisis sin precedentes.

El crecimiento de WeWork, ya volcada al negocio inmobiliario del coworking dos años después, chocó de frente con las restricciones y los cambios laborales que estableció el escenario de pandemia de Covid-19.

"El proveedor de espacios de trabajo flexibles se enfrentaba a un momento difícil en el sector inmobiliario comercial después de que la pandemia llevara a un aumento de las opciones híbridas y de trabajo desde casa, amenazando la propia cultura de oficina sobre la que se construyó WeWork", indicaron analistas de la CNN.

"Mientras tanto, la mayor competencia en el espacio de coworking, las tasas de interés más altas y la incertidumbre macroeconómica también ensombrecieron los intentos de WeWork por salvarse en los últimos años".

El escenario migró a un derrumbe de las acciones de la firma que este año rozó el 98 por ciento. Y a una depuración de su cúpula que dio pie, por ejemplo, a la salida de Sandeep Mathrani, presidente y director ejecutivo de la firma, en mayo pasado. En su reemplazo resultó designado David Tolley, otro miembro de la junta directiva de WeWork, quien desempeña el rol de director ejecutivo desde el mes pasado. Sin embargo, la declaración de quiebra abriría una nueva etapa de cambios en los mandos de la empresa.

WeWork: las razones que explican la caída

La caída de WeWork responde tanto a cambios de modelo de trabajo a nivel global como a decisiones tomadas por la misma compañía que minaron la confianza en su negocio.

Algunos aspectos que jugaron en contra:

  • La sobrevaloración de la empresa, de su potencial y de su liderazgo, además de su mala prensa por los excesos cometidos en épocas de sobrada liquidez.
  • Las startups, proyectos innovadores o divisiones específicas de compañías tradicionales ajustaron su esquema de costos como respuesta a la falta de liquidez y no pudieron acompañar la propuesta de WeWork.
  • Compromisos que se tomaron en base al crecimiento proyectado, que no están a la altura de los números inmobiliarios actuales, lo que precipita un ajuste inevitable.
La pandemia rompió los esquemas del negocio de oficinas corporativas.

Respecto de este estado de situación, Gustavo Neffa, economista y director de Research for Traders, aseguró recientemente a iProUP que la caída de WeWork "es la crónica de una muerte anunciada". En su visión, la compañía se convirtió con el tiempo en una mezcla de conflictos de intereses de Neumann con su propia empresa.

A eso hay que añadirles las grandes pérdidas cosechadas por la firma en el último año -2 dólares por cada uno que ingresó a WeWork- y el derrumbe del negocio del alquiler de oficinas por causa de la pandemia pasada.

"Lo que sucede es una mezcla de shock exógeno y desaciertos internos. Así es como una empresa que supo valer más de u$s20.000 millones apenas representa hoy un valor de recupero de u$s274 millones", dijo el experto.

En la misma línea, Gonzalo Agüero, cofundador y CEO de Worknmates, resaltó que "la pregunta no es por qué va a pasar sino cuándo va a pasar". El experto comparó la situación de WeWork con la de su competidor Regus, que hasta ahora no evidencia problemas financieros a partir de una estrategia basada en el control de costos.

El impacto en Argentina y la región de la caída de WeWork

"Sus oficinas son muy lindas, pero no extravagantes como las de WeWork, que paga por metro cuadrado un precio mucho más alto que la media para conseguir lugares más exclusivos y céntricos. Supo lograr una marca impresionante y una calidad en sus oficinas que nadie ofrece, pero en algún momento hay que pagarlo", explicó.

Mediante un comunicado oficial, WeWork Latam (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México) informó recientemente que "las noticias recientes sobre la posible presentación de una reestructuración por medio de Chapter 11 por parte de WeWork Inc. en Estados Unidos, no incluiría ni afectaría la operación de WeWork Latam".

Además, aseguró que "sus operaciones en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México forman parte de un joint venture en el que el SoftBank Latin American Fund mantiene una participación mayoritaria sobre WeWork Latam".

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