Empresas, en modo defensivo: las polémicas estrategias para cubrirse de un "salto al vacío"
La conducta atraviesa sectores económicos y a los tamaños de las empresas. Se trata de un comportamiento a la defensiva en medio de la crisis económica y la enorme incertidumbre, de cara a las elecciones del 22 de octubre.
Existe una especie de "misión cobertura", un objetivo en sí mismo: tomar recaudos frente a lo desconocido. Se trata de un movimiento defensivo de las empresas, típico de la época preelectoral, pero que ahora está exacerbado por la incertidumbre total, tanto en lo económico como en lo político.
En general, este tipo de coberturas implicaban una mayor dolarización de carteras de las empresas. O directamente una corrida cambiaria, en las épocas más difíciles.
Ahora es diferente. Porque la incertidumbre es superior al promedio y porque las compañías no pueden ir a comprar dólares como hacían habitualmente. El súper cepo les puso límites por todos lados. No solamente en el mercado oficial, sino también en el acceso de los dólares alternativos.
Sin embargo, el operativo cobertura tiene sus ramales perfectamente establecidos. Cada una de las compañías vino aplicando su propia receta ante la crisis, pero ahora la cosa se exacerbó.
Operativo de cobertura en medio de la crisis
La tendencia se inició ya hace algunos meses, a medida que el Banco Central se fue quedando sin reservas y la estabilidad económica se hizo cuesta arriba, y hasta impracticable: la devaluación post PASO es apenas una muestra gratis del caos macroeconómico.
Empresas exportadoras que en su momento accedieron al MULC guardan sus stocks a la espera de que se despeje el horizonte. Ese cuidado de los stocks abarca a distintos rubros: desde industrias metalúrgicas a empresas de la construcción. Incluso a fabricantes de alimentos, que vienen tomando decisiones conservadoras para autopreservarse.
Cualquier lector atento habrá notado que en las góndolas de los supermercados hay cada vez menos diversidad de marcas e incluso de productos. Aun cuando se trata de artículos de la canasta básica alimentaria.
Pasa con los paquetes de fideos y de arroz, pero también con los lácteos y los productos congelados. O con los enlatados, que en mayor parte vienen del extranjero.
"Las empresas producimos lo mínimo indispensable, y solamente los productos que nos dejan un buen margen de rentabilidad. No da para fabricar a pérdida en el contexto actual", cuenta el gerente de una empresa líder de la alimentación ante la consulta de iProfesional.
Después de lo que fue el lunes post PASO, nadie quiere quedarse en "offside". Antes de las Primarias, Massa juraba que podría tomar cualquier medida menos una devaluación. La suba abrupta del dólar en un 22% el lunes 14 de agosto sorprendió incluso a varios funcionarios del equipo económico.
¿Dolarización, sí o no?: el miedo a lo desconocido
La estrategia defensiva también depende del tamaño de las empresas. Las más grandes obligaron a sus clientes a cumplir con sus pagos a más corto plazo. "Nadie quiere que lo agarre una medida con los pesos en la calle", cuenta otro gerente comercial de un conglomerado dedicado a productos para la construcción.
La otra cuestión que poco se admite, salvo en un "off the record" estricto, refiere al margen de ganancia que las empresas vienen aplicando en sus ventas.
La incertidumbre por la falta de mercadería o de insumos para fabricar redundó en que todos los que pudieron aplicaron un margen extra a los precios de sus productos
Lógicamente, en el mundillo financiero todos estos movimientos están más a la vista. Hay que ver el derrape de los bonos de la deuda en pesos de la última semana para convencerse de que inversores y empresas ya tomaron nota de la realidad y se movieron hacia activos más conservadores.
Los papeles en moneda local vienen perdiendo un 15% promedio en lo que va de este mes. A cambio, en las compañías prefieren comprar bonos atados a la cotización del dólar.
"Se viene una especulación brutal", afirma un conocido dirigente de una cámara empresaria, que también pide el anonimato para no generar problemas en la época preelectoral.
La pregunta del millón: quién gana las elecciones
En las empresas líderes consultadas temen al día posterior a las elecciones. Miedo extremo al lunes 23. Nadie quiere sorpresas, aunque se admite que un triunfo de Milei y un fracaso de Massa podría tensar aun más la situación.
Milei, por lo desconocido. "A esta altura es indescifrable, ¿cómo será una dolarización sin dólares?", plantea el ejecutivo ligado a la construcción. "¿Cuál será la alternativa? Nadie lo sabe", dice.
Por el lado de un Massa sin chances de ganar la presidencial, podría abrir un escenario también muy disruptivo. Con empresas que dejen de lado cualquier acuerdo de precios y un mercado cambiario disparado.
Algo de eso se vio apenas pasaron las PASO. Ese día, a poco de aplicarse la devaluación, las empresas aplicaron aumentos de por lo menos un 20%, desde las alimenticias hasta las petroleras.
Desde una de las compañías previenen: "Hay que estar muy atentos a dos movimientos. El índice semanal de precios que publica Economía y al índice Novillo en Cañuelas. Ambas variables pueden dar las primeras señales de alerta de lo que viene", plantea uno de los directores.