Por cepo a las importaciones e inflación, empresas advierten mayores tensiones en producción y ventas
Tanto las ventas -al exterior como las dirigidas al mercado doméstico- y la producción vienen mostrando una tendencia negativa desde hace ya varios años, lo cual explica que, en un entorno de deterioro de los indicadores, las empresas consideren que la situación económica esté peor que hace un año.
De hecho, más de la mitad de los industriales advierten estar peor en sus operaciones, indicador que se incrementa a un 92% cuando analizan la actividad económica del país.
Sin embargo, y a pesar de esta mirada negativa para el corto plazo, con un deterioro de las condiciones, a futuro se registra cierta mejora en las perspectivas para el 2024, de la mano de un eventual cambio de gobierno.
Cepo a las importaciones e inflación: qué dice la encuesta de la UIA
La mejora se ve tanto en el contexto del país como en la situación de las empresas y los sectores de actividad, según el último relevamiento publicado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), en el cual se indica que el panorama se mantiene con dificultades.
De la encuesta realizada a 500 empresas a lo largo de la primera quincena de agosto también advierte una agudización de las tensiones registradas en la producción y las ventas, así como las referidas al entorno macroeconómico.
En la mayoría de las variables relevadas por la UIA (producción, ventas, exportaciones,) siguen predominando las empresas con caídas por sobre las que tuvieron subas.
Restricciones para importar: la principal dificultad para las empresas
En relación al entorno macroeconómico, las empresas reportaron el impacto del impuesto PAIS sobre los precios de insumos y bienes finales, así como crecientes dificultades en la gestión de SIRAS y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la producción.
Es más, en todas las aristas relevadas las empresas reportaron más inconvenientes que en el relevamiento de abril, teniendo en cuenta que el 71% de los consultados indicó dificultades en la aprobación de solicitudes (más que el 58% de abril).
En tanto, los tiempos de aprobación de las SIRA empeoraron para el 80% de las empresas, mientras que el 77% indicó mayores dificultades para el pago a proveedores.
En el mismo sentido, se advirtieron crecientes dificultades en la gestión de la importación de servicios, con un 87% de los encuestados que tuvieron dificultades con los tiempos de aprobación y 84% con la autorización de solicitudes.
En el caso de los pagos, solo el 20% de las empresas afirmó haber podido hacerlo sin inconvenientes tras la espera de 60 días. En cambio, una de cada dos empresas afirmó no haber podido cancelar sus deudas. También se verificaron dificultades en la aprobación de los fletes de exportación.
Impuesto PAIS e inflación
Tras el decreto 377/2023 que estableció el impuesto PAÍS del 7,5% para las importaciones de bienes, la gran mayoría de las empresas estimaba un elevado traslado a precios tanto de los insumos como de los bienes finales.
Esto quedó evidenciado en la encuesta de la UIA, en la cual más del 40% de las empresas informó que el impacto fue de un aumento mayor al 7,5% mientras que más del 35% esperaba un aumento de al menos 5%.
Con posterioridad al cierre de la encuesta, la incertidumbre se acentuó, en el marco de la suba del tipo de cambio y de la tasa de interés mostrando que persiste un clima de elevada incertidumbre para la producción, con dificultades en torno a la disponibilidad de insumos, la suba de costos y la situación de la demanda y la gestión de liquidez de las empresas.
Indicador en baja
Con estos datos, el indicador MDI1 que adelanta el ciclo de actividad industrial volvió a encontrarse por debajo de 50 por quinta vez consecutiva, además de haber sido el valor más bajo de la serie, indicando un panorama de mayor complejidad para el segundo semestre del año.
Ocurre que durante julio volvieron a predominar las empresas con caída de la producción por sobre aquellas con subas, marcando el cuarto relevamiento consecutivo con esta tendencia.
Por caso, el 36% de las empresas encuestadas registró una caída en la producción, mientras que sólo el 21% de indicó un incremento.
Según la encuesta, la situación es inversa a la del mismo período del año pasado, donde un 23% de empresas había reducido la producción y un 32% la había incrementado. Al analizar por subsector, las caídas predominaron en casi todas las ramas, a excepción del automotor y la industria de metales comunes, que traccionaron al alza la industria en el primer semestre.
Ventas y empleo
Las ventas en el mercado interno mostraron una tendencia similar a la producción, con un predominio de las empresas con caídas (45%) respecto de las que mostraron subas (21%). En el caso de las exportaciones, un 37% registró caídas frente a sólo un 13% con subas.
En contraste con la producción y las ventas, el empleo fue el único indicador con un desempeño más favorable. En esta oportunidad se observó que las empresas con subas (15%) superaron a aquellas con caída (14%). Al analizar el dato por sector, las mayores contrataciones corresponden a ciertas empresas puntuales que han tenido proyectos de inversión con ampliación de la capacidad productiva, más allá de la coyuntura económica actual como en los sectores textil, confección y calzado, la industria química, la industria de minerales no metálicos.
Los datos demuestran que el empleo es un indicador más estable donde predominan ampliamente las empresas con estabilidad en el empleo (70%) por sobre aquellas con variaciones.