Polémica en Tierra de Fuego: exponen que el radar británico llevaba meses instalado y funcionó con aval oficial
La decisión de la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad de quitarle a LeoLabs, firma de soluciones satelitales integrada por capitales estadounidenses y británicos, el permiso para operar un radar de largo alcance en la provincia de Tierra del Fuego no apagó la polémica en torno a la instalación de esa tecnología de monitoreo. Ocurre que, a contramano de los dichos oficiales, el radar en cuestión no sólo ya está instalado en una estancia muy cerca de Tolhuin: el dispositivo realizó una serie de pruebas en los últimos meses. Dicho equipamiento también podría tener uso militar en una eventual situación de conflicto armado en la región.
El dato de la instalación ya efectuada fue aportado por Pablo Blanco, senador nacional por Juntos por el Cambio, quien además de señalar que mantuvo una reunión con Eileen Treanor, directora de la firma que impulsa el radar, brindó precisiones respecto de la ubicación y las características del equipo emplazado.
"Las instalaciones están en la estancia El Relincho y el radar ha venido funcionando en modalidad de prueba. La empresa multinacional invirtió 1 millón de dólares sin la intervención del Ministerio de Defensa ni de la Cancillería y la ceguera cómplice de la Aduana", expuso el funcionario.
"Esto es un escándalo sin precedentes. Resulta que, bajo una autorización precaria, otorgada por la Subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad en 2022 se instaló un radar que la misma Subsecretaría desautorizó hace una semana cuando hice un pedido de informes al respecto", agregó.
Blanco difundió a través de su espacio en la red social Twitter un acta de inspección técnica al establecimiento donde se ubica el radar con fecha 29 de junio. Allí se señala que el dispositivo se ubica en el establecimiento rural El Relincho, ruta nacional 3, kilómetro 2.946, en el partido de Tolhuin, Tierra del Fuego.
Qué informó la inspección técnica al radar
"Transitados 600 metros desde la línea de tranquera hasta el predio cerrado de LEOLABS ARGENTINA S.RL., observamos un alambrado perimetral normal con portón simple de ingreso al predio, sin personal de seguridad en el mismo", se expone en el documento.
"Con 2 antenas unidimensionales con apuntamiento por fases que iluminan un reflector cada una. Solo se encuentra instalado un sistema, con dos equipos transmisores NIDAS", menciona en otro apartado.
Si bien en el mismo informe se comenta que "al momento de su apertura, el radar se encontraba en modo RF OFF, y el resto de equipamiento asociado, en modo reposo", en un tramo siguiente del mismo documento los inspectores reconocen que "el dispositivo puede comandarse de forma remota pudiendo seleccionar de forma individual la activación de los sectores de los paneles que forman parte de la transmisión del sistema".
Tras la decisión de la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad aún se desconoce si se desmantelará el dispositivo o qué otro fin se les darán a esas instalaciones. Por lo pronto, y aunque el radar acumulaba meses de emplazado en Tolhuin, el poder político local rápidamente salió a despegarse del escándalo.
Así, hace poco más de una semana Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, respaldó la decisión del Gobierno de quitarle el permiso a LeoLabs afirmando que "a la soberanía hay que defenderla siempre y tomar todos los recaudos necesarios".
Lo particular es que, como expuso iProfesional a fines de junio, funcionarios de su gabinete minimizaron la gravedad de semejante instalación.
"Tengo entendido que (la instalación del radar) ya está en la última etapa, a muy pocos kilómetros de Tolhuin que es donde estaría emplazada. Todo lo que tiene que ver con el proyecto es permanentemente monitoreado por la Estación Astronómica y depende de un proyecto previo, es decir, no es la única antena que hay en la provincia", declaró en ese momento Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales.
Cómo se definió el despliegue del radar
La instalación del radar en cuestión surgió a partir de acuerdos promovidos por la embajada argentina en los Estados Unidos. El equipo es un desarrollo de la firma norteamericana LeoLabs, orientada mayormente a la prestación de servicios de Conocimiento de la Situación en el Espacio (SSA) y cartografía de órbita terrestre baja (LEO).
"… autoridades de la empresa indicaron que la presencia en Argentina les permitirá cerrar la brecha global en la cobertura de la situación en el espacio (SSA) y mejorar la capacidad para rastrear objetos y supervisar eventos de alto riesgo en la órbita terrestre baja", informó Cancillería a mediados de marzo.
El acuerdo rubricado con LeoLabs establecía que el radar funcionaría muy cerca de la localidad de Tolhuin, distante poco más de 5 kilómetros de la ciudad de Río Grande. Pero lo particular es que la compañía en cuestión se presenta en Argentina como una sociedad integrada por dos socios con base en Irlanda e Inglaterra.
Distintos reportes expusieron, también, que la tecnología que finalmente se montó en el extremo sur de la Patagonia también podría utilizarse para detectar el movimiento de satélites o seguir la trayectoria de misiles, además de permitir el monitoreo de toda la actividad aérea en la zona.